Capítulo 15

192 20 0
                                    

—De verdad que no os lo podéis ni imaginar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—De verdad que no os lo podéis ni imaginar. Tirarme a ese tío ha sido coser y cantar. Ya no hay chicos difíciles, como antes.

Isa nos cuenta su vida. Tampoco es que nos interese, pero aquí estamos. A media hora de que empiece el primer partido de la temporada.

—¿De verdad qué tenemos que escuchar esto? —Blas se queja solo, pero en realidad todos pensamos lo mismo.

—Pues sí, ¿vale? Yo hablo con mis amigos de mis cosas. ¿Algún problema?

—Tú eres mi problema.

Blas e Isabel siempre encuentran cualquier cosa para discutir. Aunque lo más normal es que él la llame facilona y comiencen a pelear. Me agotan con tanta tontería.

—Haya paz, chicos...

Patri trata de calmar los ánimos, pero la mandan a la mierda.

Acaricio el pelo de María, pensativo. Lo que pasó ayer fue un completo lío. Que todos supieran sobre ese beso puede arruinarlo todo. No sé si Emma soportará todo lo que la gente está hablando sobre lo que ocurrió.

—Pero, en fin... Una buena noche es mejor que nada. —Isa sigue hablando, como si todos la escucháramos.

Por suerte, algo la calla. La gente a mis espaldas empiezan a silbar, a alguien que no puedo ver. Pero cuando me doy la vuelta, me quedo paralizado.

¿Qué demonios...? Emma camina hacia nosotros. Pero ni siquiera parece ella. Lleva el pelo perfectamente peinado, un vestido rojo que le marca cada curva de su cuerpo y además, tacones. Que vaya guapísima no significa que sea su estilo. Jamás pensé que la vería con tacones. Pero a pesar de todo, va preciosa.

—Hola chicos. —Nos saluda con una sonrisa.

Pero nadie contesta. Seguimos demasiado alucinados como para saludarla.

—¿Estáis bien?

—¡Dios! —El salido de David es el primero en hablar—. ¡Qué buena estás!

Por suerte, Alba le da una colleja. No sé qué es lo que le hubiera hecho yo.

—¡Santo cielo! ¿Pero qué llevas puesto? —Esa es María. Demasiado antigua para la actualidad.

—Un vestido —responde, como si fuera lo más natural del mundo en ella.

—¿De dónde lo has sacado?

—Una amiga me lo ha regalado.

—¿Qué ami...? —María va a continuar con su ronda de preguntas, cuando la interrumpen.

—¡Emma! —grita una voz cantarina.

Nos giramos para encontrarnos a Elena, que corre como puede con sus zapatos de tacón.

—Emma —para un instante para respirar—, por fin he encontrado el bolso que quería dejarte, el que pega con el vestido que te he regalado. Bueno, aquí lo tienes. ¡Ay! ¡Qué feliz estoy de que ahora seamos amiguísimas! ¡Nos vemos luego, querida!

Nuestro pequeño mundo(NPM#1)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora