Nuestro pequeño mundo(NPM#1)-Terminada

Capítulo 27-María

—¡Feliz cumpleaños!

El grito de David casi me deja sorda. Pues sí, hoy es el cumpleaños de Dani. Todos se han levantado a felicitarle en cuanto ha llegado al instituto. Yo me espero.

Veo a su novia correr hacia nosotros. Ahora es una más del grupo, aunque yo no me fío. Se lanza en los brazos de Dani y le besa con demasiada pasión para mi gusto.

Aunque supongo que no me gusta por los celos. Se me remueve el estómago al verlos ahí, tan felices. Más recordatorios de lo que nunca tendré con él.

—¡Pero vente!—Emma me saca de mis pensamientos—. ¡Felicítale!

—No sé yo si...

—María, solo tienes que decir: "Felicidades" y darle un abrazo. Todos lo hacemos.

—Todos no estáis enamorados de él.

—Más razón para que vayas ahí. Cuando Álvaro y yo ocultábamos lo nuestro, estaba deseando que llegara su cumple para felicitarle.

—Emma, está su novia...

—Ve, ya—me pone cara de bulldog. Ahora sí que me va a obligar a ir.

Resoplo intencionadamente en su cara y me levanto. Durante nuestra conversación, Elena se ha marchado y Dani está hablando con el resto.

Trago saliva. Allá vamos.

—F-felicidades... —consigo decirle a duras penas.

Me mira con una sonrisa abierta, como si hubiera deseado que se lo dijera. Qué tontería, ¿no?

—¡Gracias!—responde como Carlos.

Hace un intento de abrazo. Estoy temblando. Creo que dura demasiado...

—¡Chicos! Ha sonado el timbre. Hay que ir a clase—nos informa Álvaro.

Nos separamos algo cohibidos. Él se va para adelante y yo me quedo la última, mirando a Emma y Álvaro. Ellos lo hacen muy fácil, pero ellos ya eran buenos amigos antes de empezar a salir. Nosotros no somos capaces de empezar una conversación.

—Ya sabes que te toca pasar la tarde con él—me susurra Emma cuando entramos a la primera clase.

¡Mierda, lo había olvidado! Seré su distracción mientras ellos le preparan una fiesta sorpresa. Pasar una tarde con él... Me da mucho miedo.

¡No soy capaz de decir una palabra en su presencia! ¿Cómo voy a distraerlo todo el día?

Las clases acaban demasiado rápidas. Para un día que tenían que ir lentas... Y antes de que me dé cuenta, todos menos nosotros dos se han marchado a prepararlo todo.

"Tú puedes, María"—dijo mi subconsciente.

Gracias, pero no lo creo.

—Dani...

—¿Sí?—se da media vuelta para mirarme con esos preciosos ojos azules.

—¿Te apetece que vayamos a comer? Hoy no tengo nadie en casa y me apetecía comer fuera.

¿He dicho yo todas esas palabras juntas?

—Claro, pero ¿el resto vienen? Podría servir de fiesta de cumpleaños improvisada.

—Se lo he dicho a todos, pero tienen algo. ¿No te importa comer conmigo? Es que no quiero quedarme sola...

Espero que la pena me ayude un poco...

—Está bien. Espera que aviso a mi madre y nos vamos por ahí.

Asiento y le espero. A los dos minutos vuelve con una sonrisa.