Capítulo 55-Emma

146 15 1
                                    

Álvaro me mira, extrañado, dolido. Y no me extraña. Después de lo que ha pasado con Clara, normal que no se lo crea. Manu habla primero.

-Escucha, Álvaro. ¿Recuerdas el día que quedamos todos a comer, pero vosotros dos no fuisteis?-asiente-. Pues yo y Clara fuimos, hasta que Sofía llamó a Clara para que fuera su casa. Y yo la acompañé.

-¿Y esto que tiene que ver con lo que pasó?

-Que Paula no es tan tonta como parece-me meto a explicárselo-. Se le da genial la informática y es muy capaz de hackear una cuenta, y eso fue lo que hizo. Hackeó nuestras cuentas de Skype para que ellas tomaran el control. Nosotros no discutimos, fueron ellas.

-Pero tú dijiste...

-Fue Clara. Álvaro, la que dijo que todo era una apuesta fue Clara. Es totalmente mentira, yo...

Escucho unos pasos, Manu se marcha para dejarnos solos.

-Yo estoy enamorada de ti. Y sería incapaz de hacerte daño de esa manera.

Lo miro a los ojos mientras se lo digo. Pueden pasar dos cosas, que me mande a la mierda, y lo habré perdido para siempre, o que me perdone y me bese.

-Está bien. Te creo.

-¿En serio?

-Pues claro, es lo único que tiene sentido. Nunca te vi nada raro, era difícil que ocultaras algo así.

Me sonríe por fin y me da un abrazo. Me relajo al instante y pasamos como cinco minutos en un abrazo que ninguno quiere acabar. Es sencillamente agradable.

-¿Te vas a duchar?

-No, da igual. ¿Vamos a tu casa?

Asiento, le cojo la mano y salimos del estadio. La gente canta, está feliz, pero ninguno de sus compañeros sale.

El camino hacia mi casa se hace pesado. Vamos de la mano, pero estamos distantes. La tontería de Clara nos ha tocado fondo. Aún tengo que hablar con ella.

Entramos en el ascensor, pulso el botón de la cuarta planta y se cierran las puertas. La cosa sigue incómoda.

Entonces, Álvaro se acerca a la paleta de botones y pulsa el botón de bloqueo. El ascensor hace un ruido y se para.

-¿Qué haces?

-Esto.

Me coge de la mano y me besa con fuerza. Pone ambas manos en mis mejillas, que ya están rojas. Yo dejo mis manos moverse a lo ancho y alto de su pecho.

No sé cuanto llevamos así, hasta que me coge de la cintura y enrollo las piernas alrededor de su cintura. Me estampa contra la pared.

Apoya nuestras frentes, está jadeando. Se le nota nervioso, ¿hasta dónde llegaremos esta vez?

Pulsa el botón del ascensor y llegamos en diez segundos a mi piso. Abre la puerta a duras penas, me alegro de que lleve mi llave, así no perdemos tiempo.

Entro de espaldas, mientras él me conduce por el salón, y posteriormente el pasillo. Se separa y me mira. Sus ojos tienen ahora un color oscuro.

-Ahora es cuando tienes que decidir si continuamos o paramos.

Él jamás me haría daño a propósito. ¿A qué espero entonces? Mi hermano perdió la virginidad hace dos años, ¿por qué yo no soy capaz de...?

-Lo siento, Alv, pero no puedo. No aún...

Asiente y respira hondo.

-Gracias por ser sincera-me da un dulce beso.

-Lo siento. Soy de lo peor.

Nuestro pequeño mundo(NPM#1)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora