Nuestro pequeño mundo(NPM#1)-Terminada

Capítulo 28-Emma

Qué os parece el nuevo tráiler de la novela?? Está arriba.

Querido diario:
Ya estamos a 31 de diciembre. El tiempo pasa demasiado rápido. Parece que fue ayer cuando decidimos ir a la Warner y acabé saliendo con Alv.
Estamos todos en nuestras habitaciones ahora, pero por la noche nos vamos a una discoteca que han abierto aquí, para celebrar el año nuevo.
Será raro en mí, pero no tengo ganas de ir. Sólo quiero quedarme bien a gusto acostada en mi cama. ¿Es tanto pedir?

Guardo el diario y me tumbo en la cama. Estoy sola, porque las chicas estaban de compras, y los chicos han ido a esquiar antes de la fiesta. Todos se han vuelto en mi contra...

Se abre la puerta de mi habitación y entra un sonriente Álvaro. Lleva demasiadas capas de ropa. Empieza a quitarse ropa, y ropa, y ropa... Se queda con una camiseta de manga corta y unos vaqueros. Se tira cual largo es a la cama.

—Estoy agotado...—suspira y se da media vuelta, mirando al techo igual que yo.

—Seguro que si somos dos, nos dejan quedarnos.

—No lo intentes, que a mí esto se me pasa. Lo tuyo es vaguería crónica.

—Mala gente...

Apoyo la cabeza en su pecho y él me pasa la mano por la cabeza. Adoro que me la acaricie.

—¿Cuánto quedará para que pasen a buscarnos?

—Ni idea. Acabamos de terminar de esquiar. Dales una hora o dos.

—Yo les doy un año si quieres.

—¿Y a ti qué mosca te ha picado? ¿Por qué no te quieres venir? Si tú eres siempre la que convence a María de que venga.

—Es que hoy no tengo ganas. Déjame aquí, porfa...

—No, cariño—me besa la cabeza—. Te vienes con nosotros. No te quiero dejar en la habitación sola.

Casi olvido decir que la compartimos. Y casi nos matan por ello. Hablo de mi hermano, por supuesto.

—Además, ¿no habíamos estado hablando sobre intentar que Carlos y Patri acaben juntos?

—No vale que me hagas chantaje. Sabes que adoro meterme en esos temas.

—Por eso, yo no puedo solo. Tienes que ayudarme a que estén juntos.

—Encárgate tú por una vez. Yo quizá vista bien a Patri para que esté espectacular. Tú los juntas.

—Muy bonito, eh... Dejarme a mí lo difícil.

—Los difíciles son los rubios y los cabezotas—"Dani y María" y "David y Alba", para que lo entendáis—. Juntar  a los locos es sencillo.

—Si es sencillo, lo haces tú, guapa.

—Uy, no, no... Yo es que estoy vaga últimamente.

Y entonces Álvaro dice las palabras que ningún español puede evitar:

—No-hay-huevos.

Me levanto de un salto y me coloco encima de él, con una pierna en cada lado.

—Eso es lo que tú te crees.

—No eres capaz de hacerlo. Eres una gallina—imita el sonido de gallina.

Me pongo roja. Me ha tocado el lado sensible.

—¿Apostamos?

—Vale, si tú consigues juntarlos, te doy diez euros. Si lo consigo yo, me los das tú.