Un año ha pasado desde que Jin Ling asumió el liderazgo de la secta Lanling Jin.
"Arreglar lo que otros hicieron", en esto se resumía su año.
Y no había tenido problemas tan graves... bueno, solo hasta ahora.
- "Joven amante", cuando te llamo de esa...
Entre casamenteras hay secretos que rara vez salen a la luz y listas negras sobre los solteros que no merecían tener a su disposición el tiempo de estas valiosas mujeres.
Por ejemplo, es de dominio público que uno de los hombres más destacados en estas listas negras era Jiang Cheng.
El Líder de la secta de Yunmeng, quinto en la lista de jóvenes amos y poseedor de una belleza inigualable, ocupaba nada más y nada menos que el primer lugar entre él desprecio de las celestinas.
Aunque también entre las doncellas había una que otra oveja negra que se resistía a los matrimonios.
Nie Qing-Sue era uno de esos pequeños corderos.
Con tan solo 30 otoños transcurridos y siendo discípula principal de la secta Qinghe Nie, esta bella chica era la completa definición de un espíritu indomable.
Obstinada, sarcástica y poco refinada... esas y muchas más cualidades venían acompañadas luego de su nombre en las listas negras. Poco les importaba su gran sentido del humor, su gran corazón y la conmovedora sonrisa que se escondía detrás de sus "defectos".
La primera vez que la mujer tuvo una cita bajo el pedido de sus padres con un prospecto de prometido, terminó en tragedia. El relato de lo que ocurrió esa noche es un secreto entre los antes adolescentes y sus familias, pero lo que se sabe con certeza es que el hombre terminó con una jarra de licor quebrada sobre su cabeza y un serio trauma por las discípulas de Qinghe Nie.
Después de todo, pensaba el hombre perturbado, jamás se podría saber con certeza si todas serían igual o peores que Qing-Sue.
Luego, las historias sobre las citas siguientes tenían un desenlace parecido.
Cinco, solo les tomó cinco intentos a las casamenteras para que se rindieran completamente con Nie Qing-Sue.
Y estuvo bien, Nie Qing-Sue tenía otros planes en su vida que no implicaban ni en sus mejores días a un esposo o incluso pequeños niños llamándola "madre".
No se sorprendió cuando por el pueblo se rumoreaba que era una de las peores opciones para desposar. Ni siquiera lo hizo cuando sus compañeras entre el júbilo de una futura boda se compadecían de ella por su mala suerte en el amor.
No, no le interesaba.
Podría vivir otros 30 años sin ningún problema, siguiendo su rutina de enseñar a las discípulas y destacar entre las cultivadoras mayores.
Estaba tan bien con esa idea... hasta que el plan se arruinó.
Ni siquiera recuerda como pasó, pero terminó siendo prometida del líder de Yunmeng. Lo más aterrador en esto fue que no le desagradaba la idea aún cuando era todo lo contrario a lo que había imaginado para ella.
Jiang Cheng y Nie Qing-Sue serían la sensación tan pronto como el compromiso se anunciará y ambos estaban de acuerdo con eso.
¿Que podía salir mal?.
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