Cap. 18 EL RESCATE

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Por otra parte, el equipo de Alina estaba a minutos de salir de velocidad luz, pero antes de eso, Diner comenzó a explicar el plan a todo el grupo.

-Una vez que abramos la escotilla del transbordador tendremos que actuar rápido. Los soldados de hierro se encuentran en estado de reposo ahora, es su modo de ahorro de energía, pero cuando la escotilla se abra la computadora les avisará de una entrada no autorizada. Desde el punto en el que ellos están, hasta llegar a la escotilla nos da el suficiente tiempo para rodear por otra dirección. El rastreador muestra que Cónfer está en la celda nueve, sección tres.

-¿Cómo abrimos la celda? -preguntó uno de los soldados que los acompañaban.

-Yo me encargaré -contestó Diner-. Mientras un grupo se dirija hacia la ubicación de Cónfer, el otro me apoyará para llegar a la sala de control, solo desde ahí podré abrir su celda.

-Entrar, liberar a Cónfer, y salir del transportador, tratando de evitar a toda costa un enfrentamiento con los soldados robots -resumió Alina.

-Esa es la idea. Usaremos las armas como último recurso para defendernos si algo sale mal -contestó Diner-. ¿Entendieron todos?

-Si -respondieron.

Una vez fuera de velocidad luz, En poco tiempo ya podían vislumbrar al frente de su nave el transbordador en dónde llevaban a Cónfer. Diner tomó control manual, y con cuidado ensambló la escotilla de la nave a la escotilla del transbordador. Una vez enganchados, Diner fue hacia otros controles y colocó unos códigos para abrir la escotilla, mientras caminaba hacia la misma dijo a todo el grupo.

-No lo olviden, actúen rápido, y comuniquen a los demás si tienen problemas.

En ese momento la escotilla se abrió, y de uno en uno fueron ingresando al transbordador con sigilo y cautela, y por supuesto, con sus armas en mano.

Estaban caminando todos juntos por un pasillo, cuando de pronto comenzó a sonar una sirena, y la vos del sistema de seguridad habló.

-¡Violación de seguridad, acceso no autorizado en el área cinco! -se repetía la misma oración una y otra vez mientras unas luces rojas se encendían por toda la nave.

El equipo apresuró el paso, ya que sabían que los soldados de hierro iban para allá.
Al llegar a una intersección, el grupo de Alina siguió por la derecha, camino al punto de ubicación de Cónfer, mientras que el grupo de Diner tomó el pasillo de la izquierda, rumbo a la sala de control.
Alina y los dos soldados Cowanos llegaron al área de celdas. Ella seguía la señal del dispositivo de rastreo. Dió unos pasos más y el dispositivo le alertó que ya estaba en la ubicación de Cónfer, ahí se detuvieron y uno de los soldados dijo.

-¡Debe estar aquí! ¡Ésta es la celda nueve!

Alina se paró frente a la entrada completamente sellada, deseando por un segundo tener aún el poder Váizon para así poder abrir la puerta fácilmente. Ahora les quedaba esperar a que Diner la abriera.
Por su parte, él, Alicia y el otro soldado Cowano acababan de llegar a la sala de control, para su suerte, esa área no era custodiada, solo tenían que lidiar con el avanzado sistema de seguridad, pero claro que eso no era ningún problema para Diner. Él sin dificultad, ingresó unos códigos en la placa de la puerta, y ésta se abrió sin problemas.

Una vez dentro, fueron directo a los controles. Diner rápidamente buscó el área de celdas en la computadora, y una vez encontrada la celda nueve, presionó el botón de abrir.

Por su parte, Alina en ese preciso segundo escuchó como las cerraduras de la puerta se desactivaron. Ella volteo, viendo como la celda se abría. Caminó unos pasos en su interior y en el primer vistazo vio a Cónfer, parado en el centro del lugar, totalmente sorprendido.
Cuando ambos cruzaron miradas, inmediatamente corrieron el uno hacia el otro y de abrazaron con fuerza.

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