Takami Seto es la hija de dos de los héroes más importantes de todo Japón, al crecer rodeada de héroes supo que esa era la vida que quería. Ser igual de querida y reconocida como lo eran sus padres, pero el destino opera de maneras confusas.
Con tan...
Era jueves en la tarde y estaba cansada, pero a la vez aburrida, estaba vagando en mis redes sociales hasta que me salió recomendado un video de una chica que se estaba pintando el cabello a negro y hacía que todas sus facciones resaltaran más.
En un impulso me puse a investigar cómo era que funcionaba todo el tema de teñir el pelo y me di cuenta de que como mi cabello era de color castaño claro, no tenía que teñirlo, solo tendría que poner el tinte según como indicaran las instrucciones.
Empecé a considerar la idea de hacerme un cambio radical y me gustaba más y más, así que me levante, me cambie de ropa, ya que seguía teniendo el uniforme, cuando me asome en mi ventana vi que comenzaba a hacer frío, me dirigí a mi closet para sacar una sudadera de Izuku y así comenzó mi aventura para ir al supermercado.
Cuando me estaba poniendo mis zapatos en la entrada mamá me pregunto a donde iba a ir, así que le dije que iba al supermercado y ella aprovechando mi viaje me pidió unas cosas que necesitaba, mientras que las anotaba en mi teléfono fue a su cuarto y me dijo que la esperara, segundos después regreso y me dio dinero para todo lo que me había pedido.
No tarde mucho en llegar al supermercado y primero que hice fue ir por las cosas que me habían pedido, para después ir a la sección donde estaban los tintes.
Aunque había investigado un poco aún seguía siendo una inexperta en el tema, así que me tome mi tiempo leyendo las etiquetas de cada uno de ellos, compare, precios y todas las cosas que prometían. Cuando me elegí por uno me levante para regresar a donde había dejado mis cosas, pero había estado tan concentrada en lo que estaba haciendo que no me di cuenta de que a mi lado derecho se había colocado un joven que también estaba viendo los tintes, así que por acto obvio choque con el tirando mi tinte en el proceso.
Al verlo era mucho más alto que yo, tenía el cabello completamente negro y tenía unas grandes marcas moradas por debajo de sus ojos y aunque quería ver más de su rostro, su cubrebocas me lo impedía, pero mientras levantaba mi mirada fue atraída por la suya, unos ojos completamente azules que se conectaron con los míos.
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—Disculpe, fue mi culpa —levante el tinte del piso y le di una reverencia, pidiendo perdón.
Solo me escaneo de arriba hacia abajo y sentí como el pánico se apoderaba de mi cuerpo, pero cuando su mirada llegó hasta mis manos este regreso la mirada a la estantería que tenía delante de él.
Agradecí que el momento incómodo se hubiera acabado y me podía ir, estaba a unos cuantos pasos de poder tomar mi canasta e irme, pero me tomo del hombro haciendo que me girara.
—Este es mejor —me dio otro tinte y me quito el que tenía—. Es un poco más caro, pero los resultados duran más tiempo.
—Ah... Muchas gracias —lo tomé y de nuevo le di una reverencia—. Con permiso —me estaba yendo de nuevo, pero su voz me hizo voltearme de nuevo.
