𝑷𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒈𝒐 | 𝑶𝒄 X 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒐 𝑻𝒐𝒅𝒐𝒓𝒐𝒌𝒊

¿𝐐𝐮é 𝐟𝐮𝐞 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐡𝐢𝐜𝐞 𝐦𝐚𝐥?

En el tercer día, nada fue diferente al anterior, calentaba en las horas que me lo tenían permitido y de nuevo me escapaba para poder seguir con mi entrenamiento. En el tiempo de reposo que tenía entre el desayuno y comida, Shoto trato de entrenar conmigo, pero lo mande de regreso, ya que si Aizawa-sensei venía a ver cómo iba con su progreso se daría cuenta de que yo estaba ahí.

En cuanto a mis habilidades había retomado toda condición física que había dejado desde el accidente, era bastante impresionante lo que mi cuerpo podía hacer con motivación y dos días de entrenamiento.

Después de la hora de la comida se me ocurrió la idea de encapsular mi gas para poder lanzarlo directamente a alguien, el único problema es que mi quirk necesitaba mucha exposición para que pudiera hacer efecto, así que después de unos intentos abandone la idea.

Para cuando cayó la noche las pussycats nos hicieron saber que habría un juego recreativo, con el propósito de que el grupo A y B convivieran, el juego era una prueba de valor en el que un grupo trataría de espantar al otro.

Cuando llego la hora de hacer equipos Shoto pidió estar conmigo, de principio me pareció extraño que casi exigiera que le tocara conmigo, pero cuando me dirigió una mirada diciendo «no te preocupes, tengo todo bajo control» supe que estaba tramando algo, así que yo también hice lo posible para que me tocara con él.

Gracias a una rifa nuestro grupo fue el primero en ser espantado, por lo que le dieron tiempo a la clase B para que se acomodaran, mientras pasaba eso Ragdoll acomodo las parejas que se habían formado y fuimos saliendo progresivamente. En primer lugar, salieron Uraraka y Tsuyu, de Tokoyami y Shoji, después siguió Bakugo e Izuku.

Era el momento en el que Bakugo tenía un momento a solas con mi hermano y aunque este quisiera irse no podría, así que si no me enteraba de que hacía algún movimiento, el discurso que ayer me dijo serían puras palabras vacías. Los siguientes en pasar fuimos Shoto y yo.

Antes siquiera de que me preparara para seguir a Shoto por el oscuro sendero que tenía enfrente de mí, sentí como la silla de ruedas comenzó a moverse por sí sola. Me tomo segundos darme cuenta del que me llevaba era Shoto.

Aunque iba a un paso considerablemente lento, podía sentir las irregularidades del terreno y esto hacía que poco a poco me fuera resbalando de la silla y tuviera que pedirle que parara, porque me estaba cayendo. Él comenzó a preocuparse mientras buscaba una manera en la que el viaje me fuese de lo más cómodo, pero cuando intento un cinturón de hielo y termine con todo el abdomen mojado se dio por vencido.

Estaba a punto de hacer un cinturón con mi materia oscura para que me mantuviera sujeta a la silla cuando Shoto giro bruscamente hacia la derecha, le reclame, pero él me ignoro y solo siguió ahora más rápido.

En mi intento de no caer me aferré a los descansa brazos, como veía que Shoto no se iba a detener, le grité que se detuviera, él lo hizo.

     —¿Qué es lo que haces? —pregunte mientras me sentaba bien y me colocaba un cinturón hecho de mi materia oscura en la cadera y otro en las piernas, solo por precaución.

     —La salida está justo del otro lado, si sigues el camino a pie va a ser mucho más cómodo para ti, y cuando estemos a punto de llegar a la meta de nuevo te sientas en tu silla.

Era un plan bueno, pero había olvidado el hecho de que nuestros compañeros de la clase B también sabían que no podía caminar, así que sería casi un milagro el que pudiera caminar de un momento al otro.

     —Eh Shoto... —dije levemente-, recuerdas que ellos también lo saben, ¿no?

Puedo jurar que se vio como su cabeza hizo clic, era lindo que se preocupara con mi comodidad, pero era algo inimaginable que estuviera caminando libremente por ahí como si nada