𝑷𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒈𝒐 | 𝑶𝒄 X 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒐 𝑻𝒐𝒅𝒐𝒓𝒐𝒌𝒊

𝐅𝐞𝐬𝐭𝐢𝐯𝐚𝐥 𝐃𝐞𝐩𝐨𝐫𝐭𝐢𝐯𝐨 𝐒𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞

Para cuándo nos acercamos con Midnight-sensei de nueva cuenta sentía esta atención sobre mí, sé que esto era el fin del festival, pero aun así la atención de muchas personas me ponía nerviosa.

     —¡Bien! Después de esa emocionante carrera viene el segundo juego que es... —espero que la rueda gigante que apareció detrás de ella girase—. ¡Carrera de caballerías!...

     —¡UN MILLÓN DE PUNTOS! —grité sorprendida al saber cuántos puntos tenía, sentía las miradas de todos en mi nuca, era como si fuese un cordero y estuviera rodeada de hambrientos lobos.

Cuando nos dieron el tiempo para hacer equipos no recurrí a Izuku, con la cantidad de puntos que tenía sería muy fácil que termináramos descalificados si nos quitaban nuestras cintas. En cambio, me dediqué a deambular por la arena esperando ver un buen equipo al que pudiera unirme.

Un chico con el pelo morado y ojeras marcadas se acercó a mí preguntándome si quería hacer equipo con él, en cuanto quise contestarle sentí unas manos que me cubrieron la boca evitando que hablara, él parecía confundido, ya que yo peleaba con algo que él no veía para poder quitarle el control de mi boca y tan solo decir una palabra.

     —Bien... No usaré mi quirk contigo, puedes hablar sin temor —dijo después de unos segundos en los que yo seguía peleando, cuando dijo estás palabras automáticamente me quito las manos de mi boca haciendo que diera una bocanada de aire.

     —¿Acaso lo sabía?... Imposible, no tenía manera de saberlo —pensé mientras que le decía que si al que se presentó como Shinso.

Después de platicarlo por un rato, Shinso y yo haríamos equipo necesitando a dos personas más, quedamos en que reclutaríamos a una persona cada quién, yo por mi parte convencí a Aoyama para que fuese de nuestro equipo y Shinso convenció a Ojiro, respecto al tema de las bandas de puntos me puse la de Shinso en la frente cuidando que el número estuviera al revés, la mía estaba en el cuello también al revés, Aoyama y Ojiro tenían las suyas en la frente, también al revés.

Eso nos daría el suficiente tiempo para que si alguien trataba de robarlas no supiera por cuál ir y en medio de la confusión nosotros pudiéramos o bien atacar y quitar más cintas o bien escapar.

El tiempo que nos habían dado para hacer equipos había terminado, para la posición de la caballería, yo era la que estaba arriba, Shinso estaba enfrente mío, Aoyama a mi izquierda y Ojiro a mi derecha, en cuanto dieron inicio a la prueba la mitad de los equipos fue a por Izuku que estaba al otro lado de la arena y la otra mitad vinieron a por nosotros, era algo que ya nos esperábamos así que los chicos corrieron hacia el otro lado mientras yo advertía por donde teníamos que ir para evitar que nos rodearan, cuando podía disparaba balines a las piernas de los otros equipos, balines que fueron creados por el grupo de ingeniería hace unos días, ya que al no poder crear otra cosa que no fueran balas mi quirk era inútil si peleaba con compañeros, a lo que ellos me dieron la solución de crear balas de gomas.

El primer cartucho se había acabado, pero había derrumbado a dos equipos dándoles en puntos muy específicos, justo cuando iba a cargar de nueva cuenta los chicos dieron un giro muy rápido haciendo que este saliera volando de mis manos, estaba por reclamarles cuando una explosión me hizo levantar la mirada.

Enfrente nuestro el equipo de Bakugo y el de un chico rubio se estaban enfrentando, no pude poner mucha atención en lo que estaba haciendo, ya que evitaba que me quitaran mis cintas, de repente sentí cómo detrás de mí una lengua venía hacia mí, involuntariamente generé una pared de materia oscura que salió de mi espalda rompiendo por la mitad mi uniforme.

Evite que la lengua de Tsuyu me quitara mi cinta, pero a cambio mi uniforme se fue deslizando hasta mis hombros, prácticamente quede en brasier deportivo. Trataba de cubrirme, pero no podía, ya que mis dos manos estaban ocupadas en alejar a los demás equipos, resignada, me concentre en lo que estaba haciendo, importándome poco que mi cara pareciera un tomate por la vergüenza de estar en televisión nacional semidesnuda.