𝑷𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒈𝒐 | 𝑶𝒄 X 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒐 𝑻𝒐𝒅𝒐𝒓𝒐𝒌𝒊

¿𝑲𝑭𝑪?

Algo que descubrí fue que cuando estás mal emocionalmente las cosas a tu alrededor dejan de tener importancia.

En unas semanas era el examen para que nos dieran nuestra licencia provisional y que solo la mitad de los que presentaban el examen lo acreditaban.

¿Y que estaba haciendo yo? Llendo a hurtadillas a la cocina para tener un atracón de comida. ¿La razón? Me sentía culpable por no estar entrenando como mis compañeros y trabajar en nuevas habilidades, pero en vez de ponerme a entrenar para cambiarlo solo ocupaba la comida para escapar.

Con un nudo en el estómago abrí el refrigerador expectante de que podía comer sin hacer ruido, hasta que escuche como unas pisadas se iban haciendo más y más fuertes. Con pánico cerré de un puertazo el refrigerador haciendo que las cosas en su interior tambalearan y el ruido aumentará.

     —¿Quien es? —logre escuchar una voz femenina y bastante adormilada, que segundos después me di cuenta de que era Mina.

No pude decir nada, la vergüenza de que me encontrarán con las manos en la masa hizo que no dijera ni una sola palabra, tal vez con la esperanza de que pensará que solo era un ruido aleatorio y volviera a su dormitorio. Pero no fue así, ella prendió la luz y gracias al cambio repentino de iluminación tuve que parpadear muchísimas veces para poder enfocar algo de lo que tenía enfrente.

     —Todoroki-kun, ¿que haces? —pregunto con la voz un poco más ronca y tallando uno de sus ojos mientras se sentaba en la pequeña isla que había en la cocina.

     —Eh... Nada, solo baje por... —empece a ver por toda la cocina algo que me sirviera de excusa para poder escapar de esta situación—, ¡Una manzana! —dije con una emoción vacía.

     —¿Una manzana?... ¿A las tres de la mañana? —dijo y por el tono de su voz sabia que no había creído una palabra de lo que había dicho.

     —Lei en una revista que ayudan con el insomnio —dije a la defenciba mientras mordía efusivamente mi manzana roja.

     —Shoto... —dijo suavemente mientras se bajaba del banco de la isla y se colocaba a mi lado—, de todos, eres al que más le afectado el coma de Seto, y me puedo imaginar porque, ella y tú, comparten una conexión especial, algo que nadie externo podrá entender, pero... —hizo una pausa y después de un suspiro se quedó contemplando la lámpara que estaba sobre nosotros.

     —Pero —la insiste a qué continuará.

     —Te está consumiendo —me dijo viéndome directo a los ojos—, no creas que no me he dado cuenta de que hay días en los que no comes, pero hay días, como este momento que comes hasta que quieres vomitar, Shoto... Estamos preocupados por ti y de verdad...

     —Ashido, aprecio tu preocupación, pero estoy bien, y no tengo ningún problema con la comida. Así que preocupate por tus propios problemas y deja que yo me encargue de los míos.

No sé porque me puse a la defensiva, pero en ese momento me ofendió que pretendiera que mis problemas de verdad le importaban, si le hubieran importado me hubiera ayudado a dejar de atacarme y poder seguir la dieta que me había dado Recovery Girl, si de verdad hubiera querido ayudar me acompañaría al hospital y me ayudaría a cepillar el cabello de Seto, pero no. Lo único que hacía era decirme que no debía sentirme así, y que debía comer.

No comí nada en los siguientes dos días, no podía, cada vez que tenía un alimento enfrente de mi recordaba las palabras de Ashido y el estómago se me revolvía, aunque para no tener problemas con Bakugo, comía todo lo que me hacía y luego en mi cuarto vomitaba.

Me sentía tan a la deriva, sin ninguna motivación de seguir adelante, el examen se acercaba, si. Pero, ¿después de eso que? ir de nuevo a pasantías, exámenes, vacaciones, de nuevo pasantías y todo esto se repetía hasta que nos graduaramos.