𝐍𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐞𝐥 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨, 𝐲𝐨 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫𝐞́

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No era fácil recuperarse de esta manera, el yeso me picaba todo el tiempo y de verdad no podía hacer; ni entrenar, ni tomar de manera natural mis pertenencias, para todo tenía que tener ayuda, y poco peor, gracias al plan de alimentación que me dio Recovery Girl, Bakugo se lo tomo como si estuviera a punto de morir y se convirtió en mi chef personal, asegurándose de que comiera todo, y si me descubría comiendo algo fuera de la dieta prescrita tenía por seguro una explosión en alguna parte de mi cuerpo.

Pero no todo podía ser malo, mis chequeos eran en el mismo hospital en el que estabas internada, así que podía pasar más tiempo del habitual contigo, en uno de los tantos días en los que me quedaba pude conocer a tu papá. Era muy parecido a Midoriya, aunque por supuesto, estaba claro que se parecía más a tu madre, él tenía unas grandes ojeras y la barba crecida de varios días. Con pena me presenté como tu amigo y me dispuse a dejarlo a solas contigo, pero él me detuvo.

Aún con todo ese cansancio hizo el esfuerzo de interesarse en la vida de sus hijos, y me pregunto desde hace cuando te conocía, claro que no tuve que engañarlo, que te conocía desde que habíamos entrado a la UA y le dije la verdad, que éramos amigos de la infancia, diciendo claramente de quien era hijo. Él parecía más y más interesado, me preguntaba pequeños detalles de como era tu comportamiento de pequeña y yo con vacíos en mi memoria trate de darle una respuesta lo más digna posible.

Cuando termine de contar nuestro reencuentro tu papá parecía consternado, no sabía por qué estaba así, ni porque lo que le conté le afecto tanto, pero esto empezaba a ser incómodo, hasta que para mi suerte entro tu mamá a la habitación.

     —¡Todoroki-kun! ¡Oh no! ¿Qué le paso a tu brazo? —pregunto mientras se acercaba y me tocaba con cuidado mi brazo enyesado.

     —Un pequeño contratiempo en entrenamiento, pero no se preocupe, estoy bien.

No pareció muy convencida, pero no hizo ningún otro intento para hablar de ello, en su lugar se dio cuenta de la poca energía de su esposo y con cariño le masajeo la espalda. Y le susurro algo que lo hizo sonreír levemente. La habitación de nuevo sucumbió ante el silencio, y lo único que se podía escuchar era la máquina que seguía los latidos de tu corazón.

     —¿Les han dicho algo de su condición? —pregunté tratando de hacer la plática.

     —Nada Shoto —dijo su padre y las manos me sudaron nada, más el escuchar como me había llamado—, lo último que nos dijeron es que está estable, hay actividad cerebral, pero su cuerpo entro en coma, y no saben cuando va a despertar, podría pasar días, semanas e incluso años —pude escuchar como se le quebró la voz con la última parte.

     —Entiendo, no quiero molestarlos más y quiero dejarlos pasar tiempo con su hija, que tengan un excelente día —dije para después hacer una reverencia y salir de la habitación.

«Incuso, años» esas dos palabras se repetían en mi mente mientras iba de camino a la academia, no tenía la menor idea cuando ibas a despertar, pero lo que sí sabía es que te esperaría el tiempo que fuese necesario, no me había sentido así con nadie más y no quería sentirlo con nadie más si no eras tú.

Para cuando llegue al patio de la residencia pude ver como en el fondo había un punto resplandeciente de color rojo y uno que se perdía en la oscuridad gracias a su color negro, Aizawa-sensei y... El viejo.

Tarde bastante tiempo en darme cuenta de que me había quedado inmóvil, ¿qué era lo que él hacía aquí? ¿Acaso se había enterado de lo débil que estaba y vino a asegurarse de que estuviera de nuevo en forma para poder ser el número uno? O acaso venía a regañarme por estar concentrado en otras cosas que no fueran ser el mejor de la clase.

Con lentos pasos y los pensamientos a mil por hora me fui acercando, incluso consideré el entrar por una de las ventanas con tal de no verlo, pero sabía que tenía que hacerlo, incluso si con todas mis fuerzas no lo quisiera.

     —Shoto —escuché la dura voz de mi padre—, ¿por qué no me habías hablado del accidente que habías tenido? -dijo sin redondeos.

     —No entendí la razón de decírtelo, era mi problema y ya lo resolví.

Sabía en cada fibra de mi ser que eso lo iba a hacer enojar y lo pude comprobar cuando las llamas que salían de su cuerpo lo hicieron con mayor intensidad, pero no me pudo decir nada, ya que sabía que tenía la razón, por otro lado, solo me dijo que lo mantuviera al tanto de como iba mejorando y sin decir nada más se fue.

     —¿Por qué no le dijiste de lo mal que te sientes? —pregunto Aizawa-sensei a mi lado mientras veíamos como se iba alejando.

     —Hoy descubrí que no le importa mi vida, solo le importa que cumpla su sueño frustrado de superar a All Might. Nada más, si se preocupara por mi vida, haría el intento de interesarse un poco en lo que me pasa emocionalmente.

     —¿Y estás bien con ello? —dijo mientras ponía una de sus manos en mi hombro y hacía que voltera a verlo.

     —¿Está mal si digo que sí? —pregunte con el miedo de ser mal hijo por no querer a mi padre y quererlo lo más lejos de mi vida.

     —No, las relaciones se forman con tiempo y atención de ambas partes, no le debes eso a alguien, incluso si son tus familiares.

Ninguno de los dos volvio a hablar de lo que habia pasado esa noche, pero con el pasar de los días podía notar que algo habia cambiado, Aizawa-sensei junto con Bakugo se preocupaban de que comiera todas mis comidas y que no evitara comer, Aizawa-sensei tambien se paseaba todas las noches por mi piso varias veces y podia escuchar como se quedaba en la puerta, hasta que hacia algun ruido y se marchaba.

Ninguno de los dos volvio a hablar de lo que habia pasado esa noche, pero con el pasar de los días podía notar que algo habia cambiado, Aizawa-sensei junto con Bakugo se preocupaban de que comiera todas mis comidas y que no evitara comer, Aizawa-s...

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𝑷𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒈𝒐 | 𝑶𝒄 X 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒐 𝑻𝒐𝒅𝒐𝒓𝒐𝒌𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora