¿𝐏𝐨𝐫 𝐪𝐮é 𝐦𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐨?

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No puedo creer que aceptara entrenar con Izuku, no sabía en qué momento se había transformado en esta máquina de hacer 100 abdominales y después mover un refrigerador como si no pasara nada, habíamos entrenado desde la mañana en la playa que quedaba cerca de casa, al principio me extrañó que quisiera entrenar aquí, ya que la última vez que pase por aquí todo el lugar estaba repleto de basura, seguramente alguna empresa limpió la playa.

Desde que se nos había anunciado que teníamos unas semanas para prepararnos para el festival deportivo, todos comenzamos a entrenar como locos para mejorar nuestras habilidades lo más que pudiéramos, por mi parte no había tenido mucho avance, cosa que me frustraba a más no poder, seguía sin poder superar el límite de las balas que podía disparar sin sentir que me iba a desmayar, mi otro don era aún más inútil que el primero, no lograba hacer una nube lo suficientemente densa como para dormir a una cigarra, era inútil, me sentía inútil a lado de todos.

Por lo que habían estado hablando mis compañeros, todos estaban mejorando a una velocidad increíble, Kaminari podía sacar más de 1000 volteos sin quedar «idiota» como él decía, Uraraka podía hacer levitar más cosas, incluso Hagakure descubrió algunas habilidades y me contó que su condición física estaba mejorando demasiado, era frustrante ver cómo todos avanzan y tú te quedas en un banco de arenas movedizas, que entre más te muevas, más rápido te hundes.

Estaba tirada sobre la arena, no podía moverme, tenía todos mis músculos entumidos y en cuanto hacía un poco de fuerza, mis brazos y piernas temblaban como gelatina, quería tener una ventaja sobre todos, pero ya todos sabían mis dones, era casi imposible sorprenderlos con algo, a menos de que... Logrará ocupar dos dones a la vez. Con trabajo me senté y en mi mano derecha desenfundé mi arma, para con la izquierda tratar de generar un escudo con mi materia oscura.

Por mucho que me concentrara no lograba hacerlos trabajar en conjunto, si me concentraba en uno el otro desaparecía y si lograba mantenerlos no eran estables y parecían hologramas. Cansada aún más por ese esfuerzo, me tumbé de nueva cuenta en la arena, adoptando una posición de estrella, el ruido de las olas me comenzó a arrullar hasta que Izuku me llamo para que fuéramos a casa, terminando así con el entrenamiento del día.

Al día siguiente no entrené con Izuku, quería estar yo sola para no poner a nadie en riesgo por si las cosas se ponían feas, como el evento era por parte de la escuela, teníamos acceso a la mayoría de las instalaciones y después de hacer un poco de papeleo pude reservar el gimnasio para mí sola por tres horas, comencé con unos calentamientos y mientras los hacía pensaba en cómo llevar a cabo mi plan, empezaría con lo que sentía que era lo básico, generar mi arma y una pequeña pelota de materia oscura, eso tendría que funcionar.

Llevaba más de media hora intentando esto y no lo lograba, sentía mi respiración entrecortada y como el sudor bajaba por mi frente, me estaba llevando al límite, pero eso era lo que quería, una vez que estuviera ahí podría dar un paso adelante, desesperada de mí grite con todas mis fuerzas haciendo que el arma en mi mano izquierda se generara y al mismo tiempo una esfera del tamaño de una canica se formara en mi mano derecha.

Grite de felicidad y corrí como loca al ver lo que había logrado, cosa de la cual me arrepentí al instante, ya que sentí cómo todo mi estómago hizo el intento de sacar mi almuerzo, imposible de controlarlo, termine vomitando a un lado mío, después de limpiar mi desastre no quise llevarme al límite de nuevo así que solo trabaje en mi puntería y el poder disparar más rápido.

Las tres horas habían pasado más rápido de lo que me imaginaba, de un momento a otro me encontraba levantando mis cosas y limpiando el espacio, estaba tan concentrada en mi tarea que no me di cuenta de que Shoto había entrado al lugar.

     —Seto —dijo llamando mi atención.

     —Shoto, ey, no sabía que ibas a ocupar el gimnasio —dije mientras me colgaba mi maleta en mi hombro izquierdo y evitaba verlo, ya que traía una playera negra con los hombros descubiertos, haciendo que sus musculosos brazos quedaran al descubierto y cada que mis ojos lo espiaban sentía un calor en mi cara.

𝑷𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒈𝒐 | 𝑶𝒄 X 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒐 𝑻𝒐𝒅𝒐𝒓𝒐𝒌𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora