— Se va a enfadar — resoplo cruzándome de brazos, miro seriamente hacia mi izquierda—. Me da igual que me quieras matar con esos ojos, Sabela, no le va a hacer gracia que estés aquí — chasqueo la lengua frunciendo el ceño.
— Estoy bien, ya he pasado lo que tenía que pasar, estoy en perfectas condiciones — sonrío al ver cómo gira rápidamente hacia mi—. Además me traje todas las medicinas, los médicos me dijeron que no había problema.
— Tienes diecinueve años y no estabas coaccionada por nadie para pedir el alta voluntaria, qué te iban a decir — me encojo de hombros.
— Si me estuviera muriendo habrían insistido.
— Sabela.
— Eric... — le digo en un tono suave, él suspira derrotado—. Si es que al final estás tan contento como yo de que esté aquí.
— ¿Pero yo he dicho lo contrario?
— No, pero por todas las trabas que estabas poniendo...
— Porque no pienso aguantar a tu novio diciendo que cómo se me ocurre hacerte caso— ríe, yo lo imito—. Eres una inconsciente, Sabela — él me lo dice con un tono gracioso.
— Eso mismo me lo va a decir Nico en cuanto me vea, ¿cómo vas del golpe?
— Tengo una pequeña molestia, pero nada importante, con suerte en un par de días empiezo a entrenar otra vez — asiento con una sonrisa, él sonríe de esa manera tan característica de él.
— Mejor, si quieres paracetamol o ibuprofeno, te paso sin problema — le guiño un ojo con gracia, él suelta una carcajada—. Te lo digo en serio, eh, no sé cuantas cajas me metió Irina en la maleta.
— Es que nos diste un susto importante, Sabela, ¿cómo no dices que tienes problemas respiratorios?— me encojo de hombros y niego.
— Fue una gripe.
— ¡Podía haber sido peor si Irina no te lleva al médico! — pongo una mano en su pierna y lo miro fijamente.
— Fui al médico, me tuvieron ingresada una semana, con medicación. Si no me encontrase bien, tampoco vendría, ¿eres consciente de ello? — asiente, siento que el estómago me da un vuelco al ver varios coches y cámaras a las afueras de la ciudad deportiva— ¿Por qué hay tanta gente?
— Porque entrena el primer equipo, Sabela, que tú no nos conozcas no significa que no seamos importantes — suelto una carcajada nerviosa, suspiro y trago saliva.
— ¿Es muy tarde para salir corriendo?
— Si quieres que te aborden y te pregunten por qué sales del coche de Eric García, hazlo — chasqueo la lengua y niego—. ¿No querías darle una sorpresa a Nico? Una a lo grande, vas a salir en todos los lados.
— Ay, cállate — le doy un golpe en el hombro con una sonrisa—. Van a relacionarnos a ti y a mi, en ved de a Ainhoa y Nico — Eric se encoge de hombros.
— Puedes ser mi tapadera, y yo la tuya — me guiña un ojo, abre la guantera y veo ahí unas gafas de sol—. Póntelas, anda, no es necesario que os agobien.
— Gracias — le sonrío colocándomelas—. Una pregunta, ¿cuánto tienes de miopía? Porque...
— ¡Sabela! — me corta con una carcajada, gira hacia la derecha y sonríe a los periodistas con esa sonrisa arrebatadora, resoplo girando la cabeza hacia el lado contrario.
Abren las barreras para que entre. Sube una cuesta y sigue el camino que hay. Veo varios coches aparcados pero, como siempre, no conozco ninguno. Para en un parking que hay casi al final de la carretera a mano izquierda.
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Firefly · Nico González
FanficF | FIREFLY (Dream Teen #1) "¿No has intentado alguna vez explicar una sensación? Cuando hay una parte de ti que quiere soltar el pedal, tú sigues acelerando. No sabes porqué pero parece que te sientes vivo. Aunque no estés en el mismo lugar, tú cre...