Capítulo 9.

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— ¡Vamos chicas!

— Estoy empezando a odiar el acento andaluz — murmuro molesta.

— ¿Sabela has dicho algo?

— ¡Que te calles!

Escucho su risa y resoplo, Nuria agarra mi mano para seguir tirando de mi hacia el mirador en el que nos hemos propuesto ver el atardecer esta noche. Los teléfonos ya no tienen batería y nos queda otra noche en este pequeño paraíso. Ansu y Eric caminan a nuestro lado, mientras que Pedri, Nico, Gavi y Hugo se adelantan un poco más al grupo.

— ¿Y tú vives todo el año en Galicia? — el acento marcado de Eric llama mi atención, su me giro y observo como una sonrisa sincera se muestra en su rostro.

— No, estoy en San Sebastián durante el periodo escolar, estudio allí. Pero Nunu está siempre, ella estudia en Vigo.

— Eso queda aquí cerca, ¿no? — Ansu pregunta, mi amiga asiente con una sonrisa.

— Es desde donde salimos con el barco, si me avisáis cuando vengáis a jugar contra el Celta puedo arreglar algo rápido para después.

— A veces nos vamos justo después de los partidos.

— Una pena — mi amiga les guiña un ojo—, no sabéis lo que es una buena fiesta entonces.

— El Pedri si que sabe de fiestas — Ansu le da la razón a su amigo, ambos nos contaron que se conocen desde que eran pequeños por jugar en La Masía del Barça—, es increíble lo del chaval.

— Tiene pinta de gustarle el faranduleo, sí — Nuria habla antes de soltar una risa por su propia ocurrencia, los dos chicos ríen a su lado.

— ¿Y en San Sebastián mucha fiesta?

— En San Sebastián toco, estudio, asisto a cursos, vuelvo al conservatorio, salgo un poco a tomar algo con algunos compañeros y vuelvo a descansar porque no me dan las horas del día para todo lo que tengo que hacer.

— ¿Vas al conservatorio?

— Estudio el profesional de piano, sí — sonrío algo nerviosa, sintiendo la atención de los dos chicos sobre mí.

— ¿Es posible estudiar solo música como una carrera? — asiento sintiendo las ganas de reír.

— Créeme que sí, es tan malo como una carrera universitaria — río—, pero es algo que realmente te gusta; es cómo jugar al fútbol supongo, tienes que ser bueno y querer dedicarte a ello para ser el mejor. Pues aquí igual.

— Pianista... — los dos chicos se miran entre ellos, su mirada viaja hacia mis manos, que agarran las tiras de la mochila que llevo a los hombros—. Tienes unas manos preciosas — el comentario de Eric me sorprende, le respondo con una risa leve.

— ¿Alguna vez que han dicho que eres muy principesco? — él pone los ojos en blanco con una molestia fingida— Deberías intentar meterte a actor, el drama también parece algo muy tuyo.

El chico suelta una carcajada que me hace sonreír, tanto Ansu como Nuria ríen con nosotros, llamando la atención del grupo de cuatro que va un poco más adelantado. Gavi se gira serio y, a su lado, Nico lo hace completamente sonriente.

— Sois la antítesis del otro — Nuria dice eso de repente señalándolos—. Tú parece que estás enfadado todo el día, y tú solo parece que estás feliz — señala a cada uno mientras habla, aprieto los labios escuchando más aún las carcajadas de Eric y Ansu.

Gavi le replica y ella chasquea la lengua ignorándolo, pero el andaluz no se da por vencido, por lo que viene hacia donde está mi amiga. Me quedo un poco más atrás y me giro para ver todo lo que hemos subido. Inspiro profundamente y el aroma fresco del mar me inunda las fosas nasales. Meto la mano en la mochila y saco de ahí la cámara analógica, hago una foto y el sonido del carrete al pasarse me hace sonreír.

Firefly · Nico GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora