Capítulo 1

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Era una linda mañana de verano, nuestra parejita adorada se encontraba en su hogar disfrutando de la compañía del otro y de aquella tranquila mañana. Yuuichiro tomaba un café mientras Mikaela comía cereales y miraba tiernamente a su esposo. Pero, ¿cómo llegamos a esto? Bueno, déjame contarte la historia de este par de tortolitos.



Todo comenzó cuando Yuuichiro y Mikaela estaban iniciando su último año en la preparatoria, que venía lleno de emociones y nuevas experiencias. Aquel nuevo año escolar había iniciado como cualquier otro pero desde una semana antes de que las vacaciones de verano terminen Mika notaba algo raro a Yuu, como si algo le estuviera pasando pero por más que preguntaba el azabache jamás respondía o le daba la vuelta a la pregunta.


Ese día no era la excepto y Yuu seguía algo pensativo. Mika aprovechó la hora del almuerzo para pedir hablar con el a solas, Yuu aceptó.

Caminaron juntos por los pasillos de la escuela hasta llegar al patio trasero perteneciente a los chicos del club deportivo. Generalmente había mucha gente pero a la hora del almuerzo el lugar se encontraba prácticamente vacío así que era buen momento para hablar a solas.



- Bueno, ya estamos aquí. ¿Qué era lo que querías decirme?

- Yuu chan ha estado actuando raro estas semanas - Mikaela miraba fijamente a Yuu mientras este trataba de desviar la mirada y ocultar su leve sonrojo, pues la mirada rubí de Mika lo hacía sentirse nervioso - ¿quieres contarme qué te pasa?

- No me pasa nada - mintió - ¿ya puedo irme?

- Mentiroso - el rubio se acercó peligrosamente al rostro del azabache. Lo tomó del mentón y acercó su rostro como si lo fuera a besar - hay algo que no quieres decirme. Somos amigos, Yuu chan, puedes contarme lo que sea y sabes que no voy a juzgarte.

- B - bien - Yuu estaba sonrojado a más no poder - t - te lo diré pero aléjate, ¡estás muy cerca, idiota! - haciendo caso a lo que Yuu pedía Mika se alejó y volvió a mirara fijamente al azabache. Este suspiró y procedió a hablar - si te burlas te mato... Verás... Es nuestro último año en la preparatoria y... Me preocupa no haber tenido novia ni haberme acostado con nadie antes de entrar a la universidad.




La mirada y las expresiones faciales de Mika lo decían todo, estaba tratando de contener su risa pero no lo logró. A los pocos segundos comenzó a reírse, ganándose varios reclamos por parte del azabache.

- ¡Oye! Prometiste no burlarte, idiota.

- Lo siento Yuu chan - Mika hablaba aún entre carcajadas - me sorprende que hayas estado así por una estupidez.

- ¡No es una estupidez! - Yuu reclamó - me preocupa no estar viviendo mi juventud como es debido.

- Bueno, bueno, no te moelstes - Mika lo miró por unos segundos, había tenido una idea - ahora que lo pienso... Hay algo que pueda hacer por ti, perl tendrás que esperar a estar en mi casa para decírtelo, no creo que en público sea muy cómodo hacerlo.





Aquel día transcurrió lentamente para ambos (sobre todo para el azabache, quien constantemente era regañado por no prestar atención en clases. Finalmente el día terminó y los estudiantes regresaron a casa.


Cuando ya se encontraron en dicha habitación Mikaela cerró con seguro la puerta para evitar que su madre los escuche.

- Y bien... ¿Cuál es ese plan maestro del que tanto hablas? - Yuu cuestionó.


El rubio no sabía decir lo que tenía en mente. Oh pero al carajo, le gustaba mucho aquel chico con esmeraldas en los ojos y aprovecharía cada oportunidad para mantener cualquier tipo de contacto con el.

- Como sabrás, soy popular entre las chicas y he tenido algunas novias a escondidas - lo último era mentira, llevaba diez años enamorado de Yuu - por lo que tengo experiencia con las mujeres. Te propongo que juntos practiquemos coqueteos y otras cosas que hacen las parejas, así sabrás lo que debes hacer cuando estés con una chica.


Yuuichiro lo miró fijamente, luego cubrió su rostro para ocultar su sonrojo ante la indecorosa propuesta de Mika. Su corazón se aceleró y sentía sus mejillas arder.

- ¡¿Eres idiota?! ¡Claro que no!

- ¿Por qué no? - Mika hablaba tranquilamente, como si eso fuera cosa de todos los días - somos chicos así que no pasará nada, además somos mejores amigos desde niños, nos tenemos mucha confianza, ¿no es así?

Estas últimas palabras hicieron pensar a Yuu. Es verdad que deseaba mucho conseguir un chica y experimentar eso a lo que llaman "primer amor" pero ¿hacer esas cosas con Mika? Sería un poco incómodo pero al tratarse del rubio no pensaría en eso (o bueno, no mucho) debido a que llevan diez años siendo amigos. Finalmente y después de pensarlo por unos cuantos minutos aceptó con la condición de no contarle a nadie sobre la conversación que acababan de tener ni sobre la clase de cosas que harían en privado. Es aquí cuando comienza esta alocada historia de amor...


































Juguemos a ser noviosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora