Juguemos a ser novios

Capítulo 15

Yuu regresaba a casa sintiéndose como la mierda. Le molestó que Mika se portara de esa manera con el pero lo que terminó haciéndolo enojar fué que besara a Yoichi enfrente suyo, más aún cuando tenía sentimientos por el rubio pero obviamente no iba a decírselo, menos cuando trataba de deshechar todos esos sentimientos sabiendo que el rubio no le correspondería (de hecho no tenía ni idea del por qué Mika parecía molesto si de todos modos no sentía nada por él)

Llegó a casa, arrojó su mochila hacia alguna parte de su desordenada habitación y azotó la puerta para luego dejarse caer en su cama e intentar dormir para así intentar calmar todas esas intensas emociones. Esto fué notado por cierta chica de baja estatura que entró a la habitación para ver qué le pasaba a su mejor amigo.

Platicando con Yuuichiro se enteró que tenía una novia (o bueno, eso era lo que quería que todo mundo pensara) y que Mika había besado a Yoichi por un arranque de celos, y como si esto no fuera suficiente también le dijo que sólo lo buscaba cuando tenía ganas de tener sexo. Shinoa entendía el por qué Yuu se encontraba tan molesto (básicamente porque ella también lo estaría. Es verdad que durante la relación también había tenido sus peleas con Mitsuba pero nunca pasaba de un simple malentendido que resolvían en menos de una hora) y entendía lo que sentía, pero una parte de ella también sospechaba que se trataba de algo que podían resolver sin mucha dificultad. Es decir, ella sospechaba que ambos chicos se atraían mutuamente (más desde aquella vez que los vió besándose afuera de la casa) pero jamás se lo confesaron al otro, realmente esperaba que pudieran tener una bonita relación aunque ahora eso sería casi imposible.

Shinoa y Yuu estuvieron hablando un rato más hasta que Yuu pudo desahogarse, platicaron de tantas cosas que la pelea con Mika había quedado en un segundo plano.

Por otro lado, Mikaela también regresaba a casa con el corazón destrozado, sintiéndose horrible por dentro. Odiaba saber que su amado Yuu chan ahora salía con una chica que apenas conocía pero se odiaba más a sí mismo por haber tratado a Yuu de esa manera, por haber dicho todas esas cosas horribles y por haber besado a su amigo delante suyo (y peor aún, haber hecho eso había provocado una pelea entre él y el novio del castaño) sólo por querer hacerlo sentir celoso

¡Eres un idiota! ¡vete a la mierda, cabrón hijo de puta!

Eran las palabras que resonaban en su mente una y otra vez, seguidas del rostro de decepción del azabache. Tal vez Yuu no lo sabía pero el había podido notar cómo sus preciosos ojos de esmeralda comenzaban a acumular algunas lágrimas que querían escapar y deslizarse por sus mejillas, lágrimas que seguramente el chico trataba de retener y evitar que Mika notara esas emociones.

Ese día Krul no se encontraba en casa, tenía muchas cosas que hacer y llegaría tarde por lo que Mika no tendría compañía esa tarde. Esos días eran en los que Yuu se quedaba en su casa a comer y hacer tareas, pero esta vez el azabache no estaría con él así que se sentiría un poco solo sin las risas y estupideces de su amado Yuu chan, sin esa radiante sonrisa que le sacaba más de un suspiro.

Al estar solo en casa decidió mandar todo al carajo y escribió una carta para Yuu. Era una carta muy linda pero que tristemente jamás llegará al azabache... ¿O tal vez si?