Juguemos a ser novios

Capítulo 4

¿Quieres ser mi novia?

Fueron las palabras que se escucharon en la habitación de cierta pelimorada que ayudaba al azabache con una de sus tareas.

A decir verdad Yuu no tiene esa clase de sentimientos por la chica pero tenía demasiadas ganas de estar con al menos una chica antes de entrar a la universidad y Shinoa es una de sus amigas más cercanas así que... Pensó que sería buena idea pedirle ser su novia de esa forma tan deliberada.

- ¿Qué? - la chica rió - ¿es joda?

- Bueno... Técnicamente no. Verás, sabes que jamás he tenido novia ni me he acostado con nadie así que... Pensé que podría intentar algo contigo.

- Yuu san es un idiota - la chica volvió a reir - sabes que Mitt chan es mi novia, ¿verdad?

Ante esto Yuu comenzó a reir por la vergüenza, no recordaba que sus dos amigas cercanas habían comenzado una relación hace poco más de tres meses, era vergonzosa ser rechazado de esa manera pero no tenía otra opción más que evitar insistir.

Al día siguiente le contó todo esto a Mika, quien sólo rió al escuchar eso (lo gracioso es que la pareja de chicas estaban almorzando juntas en una banca no muy lejana a donde ellos estaban así que para Mika eso fué más divertido)

- ¿En serio le pediste a Shinoa ser tu novia? - Mika no podía dejar de reir, provocando que Yuu lo mire fijamente haciendo un puchero increíblemente adorable - si que eres idiota

- ¡O - oye! No es gracioso.

Mika continuaba riendo mientras Yuu mostraba las mismas expresiones. Ante esto el rubio levantó el rostro de su contrario y depositó un tierno beso en la frente del chico (con la excusa de ensayar diferentes escenarios en pareja) haciendo que el anteriormente mencionando se sonroje.

Por otro lado, la pareja de chicas los miraba a lo lejos preguntándose desde cuando ellos dos se tratan de esa manera. Ninguna de las dos sabía si seguían siendo solamente amigos o ya eran algo más que eso.

La jornada en la escuela había sido bastante larga y algo aburrida pero finalmente (y después de varias horas) las clases terminaron y los estudiantes regresaron a casa. Mika y Yuu caminaban juntos por aquellos largos pasillos y se tomaron de las manos una vez que se alejaron algunas cuadras de la escuela (bien podían hacerlo desde que salieron de la sala de clase pero Yuu decía que le daba pena ser visto de esa manera con el rubio). Hablaban de cosas triviales y reían durante la conversación, el intercambio de miradas y los acercamientos físicos eran algo bastante frecuente durante esa caminata.

Estuvieron un rato en casa de Mikaela haciendo tareas y jugando videojuegos hasta que la noche comenzó a hacerse presente. Yuu decidió que era hora de irse y Mika lo acompañó a casa.

Sus casas no quedaban tan alejadas así que no tardaron mucho en llegar al hogar del azabache, en donde lo esperaba su familia. Mika no quería dejarlo ir antes de tener más contacto físico con el así que lo tomó por la cintura y lo besó tiernamente en los labios, un beso corto que hizo sonrojar al azabache.

- ¡O - oye! - Yuu reclamó - ¿qué fué eso?

- Lo lamento - Mika soltó una carcajada que hizo sonrojar aún más a Yuu - era un beso de despedida, es común entre las parejas.

Yuu no dijo nada al escuchar lo que Mika dijo. Estaba por entrar a aquella vivienda cuando la voz del rubio lo detuvo.

- Yuu chan... - la voz de Mika hizo que Yuu volviera la mirada hacia donde el estaba - ¿estás disponible este fin de semana?