Juguemos a ser novios

Capítulo 7

La "cita" había sido todo un éxito, los ahí presentes (exceptuando a Yuu y Mika) estaban felices y regresaban a casa con una notoria sonrisa en sus rostros. Mika acompañó a Yuu hasta su habitación, cerró la puerta con seguro y se acercó a donde estaba el azabache para posteriormente tomarlo de la cintura y besarlo de una forma lenta pero sensual, beso que tuvieron que terminar por falta de aire.

- Aún eres un poco torpe para los besos - Mika rió - aunque debo admitir que no lo haces tan mal.

- ¿A qué va todo esto? - Yuu respondió tratando de recuperar el aliento y ocultar su sonrojado rostro - recuerda que no tengo tanta experiencia como tú, idiota.

Mika no pudo evitar reir ante esto por lo adorable que se veía Yuu en ese momento. Volvió a besarlo pero esta vez cargó a Yuu entre sus brazos, lo recostó en la cama y comenzó a colar su tacto por debajo de la piel del azabache, haciéndolo soltar algunos gemidos.

- M - Mika... D - dentente... Aún no estoy listo para...

- ¿Crees que por ahora no estás listo para ensayar esta clase de situaciones - Yuu lo miró y negó con la cabeza - bien, entonces me detendré - el rubio dejó de besar y tocar al azabache, acomodó un poco sus ropas y se dispuso a irse - si crees estar preparado para esto no dudes en llamarme, vendré inmediatamente y te enseñaré cómo complacer a una chica en la cama.

Cuando te veo mi corazón se enciende...

Algunos meses habían pasado desde que ambos chicos iniciaron ese juego del amor, meses en los que Mika se enamoraba aún más de Yuu y en los que el azabache dudaba si realmente era correcto tener esa clase de "relación" con el rubio.

Después del segundo mes Yuuichiro comenzó a tener el mismo sueño noche tras noche. Un sueño en el que abrazaba a Mika mientras detrás de ellos había un letrero en llamas en el que se podía leer la palabra "fate" mientras que todo a su alrededor también se incendiaba. Yuu despertaba de golpe sin saber lo que realmente significaban esos sueños, y probablemente seguiría sin obtener la respuesta por un largo tiempo.

Por otro lado, Mikaela también soñaba con Yuu, sin embargo sus sueños eran totalmente diferentes. En los sueños de Mika el se encontraba en una habitación alumbrada únicamente por las luces tenues de las velas, con su amado Yuu chan gimiendo su nombre mientras lo penetraba.

A diferencia de Yuu, los sueños de Mika eran más indecentes, el moría por poder enamorar al azabache y tener largas noches de pasión.

Era un día como cualquier otro, con una jornada escolar agotadora y con un chico con mirada esmeralda esforzándose por no quedarse dormido mientras cierto rubio no podía parar de mirarlo pensando que sus expresiones somnolientas lucían demasiado lindas.

Cuando por fin sonó la campana todos los estudiantes de aquella preparatoria salieron de sus aulas para regresar a casa. Esta vez nuestra parejita se las arregló para evitar a los amigos del azabache y poder regresar juntos y solos a casa (con la excusa de "continuar practicando situaciones románticas" según Mikaela)

Caminaban tranquilamente bajo un cielo teñido con los colores del atardecer, charlando y soltando unas cuantas risas en algunas partes de la conversación. Hablaban de lo que cada uno quería hacer en el futuro: Mika quería continuar trabajando junto a su madre y Yuu aún no estaba del todo seguro (debía apresurarse a decir, ya había pasado más de la mitad de su último semestre y debía apresurarse en tomar esa decisión)

Sólo una caricia tuya basta para aturdirme, me llevas más alto de lo que nunca he conocido...

Caminaron un buen rato hasta que se detuvieron un momento frente a la fuente de un parque que estaba bastante solitario. Tomó a Yuu de la cintura y lo acercó a el para posteriormente juntar sus labios en un beso que Yuu correspondió, al principio era lento y cariñoso pero que en pocos segundos se convirtió en un beso más apasionado. Mika mordió el labio inferior de su contrario para así introducir su lengua en su cavidad bucal, obteniendo unos cuantos jadeos por parte de Yuu, finalmente se separaron por falta de aire y siguieron con su camino.

- Nada mal, comienzas a mejorar - Mika le dedicó una mirada y sonrisa pícara a Yuuichiro, haciendo que este se sonroje.

- I - idiota... - el chico desvió la mirada tratando de ocultar su sonrojado rostro y sintiendo los latidos de su corazón acelerándose - n - no vuelvas a hacer eso... Si vas a besarme de esa manera que sea en tu habitación o en la mía, no en un lugar público.

- De acuerdo - Mika sonrió - si eso te hace sentir más cómodo entonces lo haré.

Mika y Yuu siguieron su camino hasta que llegaron a casa de Yuu. Se despidieron y el chico con esmeraldas en los ojos se disponía a entrar a aquella casa hasta que...

- Yuu chan...