Juguemos a ser novios

Capítulo 11

El fin de semana había llegado, los seis se reunieron en casa de Mika y de ahí partieron a su lugar de destino: un parque que estaba como a media hora en autobús. Sería un día normal entre amigos pero Yuu poco se imaginaba que a partir de ese día nuevos pensamientos sobre el rubio invadirán su mente...

Partieron en un autobús que los llevó a su lugar de destino. Durante el camino Yuu se quedó dormido y como era Mikaela quien se había sentado a su lado terminó por recargarse en el hombro del rubio. A Mika le parecía una escena increíblemente tierna, tanto que no pudo evitar abrazar al azabache por los hombros para que este quede recargado en su pecho, Shinoa vió esto y tomó unas cuantas fotos prometiendo que después se las enviaría a Mika.

Yuu se despertó diez minutos antes de llegar, sólo para darse cuenta que estaba acurrucado en el pecho de Mikaela. Al principio se sonrojó a más no poder y pensó en apartarse inmediatamente pero decidió quedarse así al sentir una extraña y agradable sensación de calidez al estar tan cerca de Mika así que se quedó ahí un rato más fingiendo que dormía. Llegaron, Mika despertó a Yuu (que aún fingía dormir) y bajaron del autobús.

Llegaron al parque en el que acordaron estar, colocaron algunos manteles en el suelo y se sentaron a comer. La conversación era agradable y el ambiente muy alegre, Mika y Yuu no dejaban de conectar sus miradas y esto hacía que el corazón de Yuu se acelere y sus mejillas se tiñieran de un lindo color carmín (cosa que sus amigos notaron pese a los múltiples intentos que hizo para ocultar sus sentimientos). Mika notó esto, sonrió y comenzó a mirar más seguido al azabache, así como a rozar sus manos o abrazarlo durante la comida, todo con tal de ponerlo nervioso.

Durante la comida Yoichi comentó sobre una pista de cuatrimotos que había visto al llegar y que quería montarse en una así que cuando todos terminaron de comer guardaron en una mochila todas las cosas que traían y fueron a la pista. A decir verdad, ni a Mitsuba ni Kimizuki les interesaba subirse a a las motos así que ellos se quedaron cuidando las cosas mientras Yoichi, Shinoa, Mika y Yuu se subían a las motos: Shinoa con Yoichi y Mika con Yuu.

- Deberías ir atrás, Yuu chan

- ¿Eh?

- No sabes conducir un auto, menos sabrás conducir una moto - Mika habló muy seguro de lo que decía.

- ¿Y tú? - Yuu se quejó - tampoco te he visto conducir una.

- No te preocupes por eso. Tú sólo deja que yo conduzca y sujétate fuerte - Mika le regaló a Yuuichiro una sonrisa encantadora, haciéndolo sonrojar pero también transmitiendo confianza - confía en mí, ¿de acuerdo?

Ambos chicos se subieron a la cuatrimoto, Mika conduciendo y Yuu sujetándolo por la cintura. Yuu sujetaba con fuerza a Mika para evitar caerse pese a que este no conducía a muy alta velocidad, confiaba en él y sabía que no le pasaría nada mientras el estuviera al volante. El chico con esmeralda en la mirada se dejó llevar por aquella experiencia y recargó su cabeza en la espalda de Mikaela mientras cerraba los ojos; su corazón latía a gran velocidad y el rojo se le subió a las mejillas, estaba disfrutando bastante la sensación de tener a Mikaela tan cerca suyo, aprendía a disfrutar de su calor y de la sensación de sentirse protegido mientras el estuviera presente.

Después de un recorrido en cuatrimoto y un largo paseo por aquel lugar los seis tomaron el autobús que los llevaría de regreso a casa. Nuevamente Yuu se acurrucó entre los brazos de Mika (esta vez por querer disfrutar de su calidez) y se volvió a dejar llevar por el sueño.

No tardaron mucho en llegar a la estación de autobuses. Bajaron y se despidieron prometiendo avisar cuando estuvieran en casa, pero antes se que Yuu se fuera Mika lo tomó del brazo y lo alejó un poco del grupo para hablar con el en privado.

- Bueno, ya no hay nadie escuchando, ¿que era lo que querías decirme?

- Más bien, preguntarte - Mika suspiró, tomando valor para hacer la pregunta - Yuu chan... ¿Quisieras tener una cita conmigo el viernes?