acendrado ➵ ʙᴛs;; omegaverse [✔]

O26

Durante tres días siguientes, la Omega y el Alfa estuvieron encerrados en esa habitación sin querer salir. Aquello hizo preocupar al grupo de amigos, tuvieron que ingeniar una gran mentira para decirle a sus profesores e Instructores, según ellos, MinHee estaba con dolores estomacales y YoonGi con fiebre. Tal vez no sonaban tan verídicos, pero al menos les habían creído lo suficiente para ya no molestarlos. 

Y eso era sumamente extraño, ¿Por qué nadie parecía notarlo? Los Instructores no actúan como antes, apenas están presentes mientras los atentados parecen incrementar. En esos días, al menos unos cuatro Omegas fueron atacados en la noche, en sus propios cuartos. Los directivos dijeron castigar a los Alfas involucrados, pero no dieron más declaraciones, según ellos sabían, las víctimas estaban en Celo al igual que MinHee, y los atacantes eran alumnos que fueron seleccionados para las inyecciones. Por ende, era algo planeado. 

Probar hasta donde sus instintos los llevarían. Lo extraño era que nunca se presentaron ante el dormitorio de ellas, donde la rubia estaba siendo ayudada por el Min. Supusieron que eran por sus feromonas, pero... parecía ir más allá que eso. Obviamente, a NamJoon nada le era suficiente, así que quiso saber más. 

Frente a su grupo de amigos señala las pistas obtenidas. 

—Cuatro Omegas más: Dos machos y dos hembras. Y cuatro Alfas involucrados, uno tras el otro. ¿No les resulta raro? ¡Esto estaba planeado! 

—Sí fue el caso, ¿No te parece que también sabrían que YoonGi estaba allí? —acota Hoseok, pasando la hoja de su libro—. Él no fue nada discreto. 

—A lo que me refiero es que ellos saben todo. 

—Y con eso te refieres a que...

—Sí, sobre TaeHyung. Incluso sobre nosotros, sobre nuestra investigación, es sospechoso que no hayan venido por nosotros hasta el momento, tendrían que haber visto alguna cámara de seguridad. ¡Nuestro aroma debió haber quedado en el camino! Sin duda somos el blanco, pero estamos controlados.

—Es una jodida mierda. —el rubio ceniza se levanta de su cama, había pasado noches excelentes al lado de la chica, pero ahora es donde debe afrontar la realidad— No hay forma de huir. 

—Sí que la hay. —dice el moreno— He estado pensando en algo mucho últimamente.

—Tú nunca te detienes.

—Mi único propósito en la vida es hacerle justicia a la memoria de mi hermana mayor y mi hyung. Luego de eso, no me importa que suceda conmigo. Por eso quería poner a prueba el plan que diseñé hace unos días, es muy diferente al original, y diría que hasta muy imprudente, pero es lo mejor por el momento...

Por otra parte, en la cafetería se siente un tenso ambiente entre todos. Los Omegas en silencio, con un Instructor en cada esquina, tienen sus brazos por la espalda, y unos ojos rojos que muestran lo peligrosos que son. Yi Xan bufa, llevando los palillos con arroz a sus labios abultados de frustración. Frente a ella, ShinWa bebe de un batido con una sonrisa en sus labios. Desde que la femenina discutió con la rubia, ha estado con él, le cuesta sus preocupaciones y le confía sus más oscuros secretos.

El joven de cabello negro y labios regordetes la mira.

—¿No irás con ellas? MinHee parece mejor luego de su Celo, hasta diría que… no sé, más linda. 

—¿Más linda? —sus ojos viajan a la mesa del fondo de la cafetería, sus amigas estaban juntas almorzando, y la Park era quien ganaba las miradas de todos, desprendía un brillo naturalmente atrayente, cada una de sus sonrisas eran… hermosas. Pero negó, no creyendo ser capaz de admitirlo— No, no lo es. 

—¿No crees que sea linda?

—Puede mostrarse perfecta físicamente, pero su interior está podrido. 

ShinWa rió, entretenido. 

—Eres genial…

( … )

MinHee bira los ojos, molesta.

—No entiendo cómo se enojó, ni siquiera es capaz de venir y hablarlo, actúa como una tonta. 

SoYeong niega— Deberías tratar de entenderla, la situación es muy abrumante y tú…

—¿Y yo? —jadea— Yo no he hecho más que darlo todo por ayudar, no solo a mi, sino a todos, incluyendolas. ¿Qué importa si algunas personas sufren en el proceso? Todo es por nuestro futuro. 

Viéndola, la castaña no comprende quién es la persona a quien le habla. La MinHee con quien creció no es igual a esta, con furia en sus ojos y desagrado hacía las personas, cegada por sus metas no se da cuenta de sus errores. Suspiró, levantándose de la mesa con su bandeja. 

—Creo que esto también te afecta, MinHee. Y espero que te des cuenta de lo que haces antes de que sea tarde. —se había ido, dejándola.

La Park estrelló su puño contra la mesa y gruñó ganando la atención del resto. ¡Joder! ¿Es que nadie ve sus esfuerzos? Sólo… quiere salir de allí, con su hermano y amigos. Haber tirado al fuego a esos Betas era necesario, de todas formas son Betas, a ningún Instructor le servirían más que para trabajos de fuerza o científicos, los cuerpos de ellos no eran iguales, no le inyectaron nada porque eran inútiles. En cambio, JiMin era útil, muy útil. 

Ella desde hacía unos días, después de su Celo, estaba atravesando lo que era ser el centro de atención, la gente se le quedaba mirando en los pasillos y algunos profesores le sonreían más que antes. Extraño, pero lindo. Le gusta ser atendida de esa forma. Aunque extraña a Min YoonGi, quien se fue de su habitación al terminar la tarea asignada, y desde entonces no la volvió a contactar. Lentamente empieza a sentirse peor que antes, y más sola que nunca. Ni toda la atención de la escuela puede compararse al afecto de sus seres queridos.