acendrado ➵ ʙᴛs;; omegaverse [✔]

OO9

Habían quedado estáticos en sus lugares al notar el moderno edificio frente a ellos, parecían ser más de siete pisos y alrededor de este estaban los vehículos donde traían estudiantes del exterior. La garganta de MinHee se sacó al recordar la primera vez que llegó, a diferencia de algunos otros estudiantes, a ella sus padres la habían traído junto a JiMin, había entrado al edificio, pero en ese momento jamás noto algo raro.

El lugar estaba frente a la salida, con un camino directo, era tentador, poder huir, volver a sus vidas, aunque ya habían perdido una ahí, podrían volver a ser alguien. NamJoon jadeó, sintiendo las lágrimas asomarse, siempre había deseado estar así, tan cerca de la salida, era el deseo de años, el de su hermana, el de su Hyung...

―H-Hay que avanzar. ―Yi Xan tomo la mano de SoYoung, quien había quedado paralizada.

Estaban frente a lo que tanto temían, en la noche, cerca de una salida directa al exterior, con un edificio lleno de misterios donde los cientos de profesores e instructores yacían, siguiendo el juego. Hoseok suspiró, apretó el puño al rededor de la linterna y tomo a NamJoon, obligandolo a reaccionar.

MinHee avanzó, siendo posiblemente la más tranquila, o en un vano intento de aparentarlo. Sus pasos fueron mudos mientras se acercaban al edificio, el Kim notó la entrada principal cerrada. Con una señal de manos les apuntó a sus compañeros la vuelta del edificio, donde seguramente había otra entrada de escape ante incendios o medidas drásticas. Corrieron hacia ese lado, con sus respiraciones aceleradas por el cansancio y el sudor cayendo por sus frentes.

El césped bajo sus pies que era pisado pasaba a ser opaco en segundos, las flores se rompían para así caer mientras el cielo destella con las estrellas en el y la Luna brillando. La hermosa noche era tapada por mentes cansadas y cuerpos a punto del colapso, aún así ninguno de los adolescentes determinaba el poder rendirse.

Frente a la puerta, Hoseok la toco con su palma abierta para sentir la resistencia del material, un duro roble negro con cerradura resistentes, sonrió ladinamente para así tomar la mochila de NamJoon y sacar la herramienta de esta.

―¿Puedes abrirla sin hacer ruido?

―Puedo abrirla, pero no soy un mago.―respondió, con su vista fija en la cerradura.

Metió la palanca con punta filosa entre medio de la puerta en la parte baja, haciendo un espacio este está, dejando la media abriera en está parte, sostuvo el picaporte, comprobando que ese estaba duro. Tomó el martillo y con fuerza lo estrelló en el material, haciendo que cayera al suelo.

―Hoseok, ¿Qué mierda?―el joven moreno gruñó, pero al ver como el chico seguía sonriendo bajo su vista― Pensé que harías algo super asombroso...

―Es magia. ―empujó la puerta, abriendola completamente.

―Eres genial, ¿Pero cómo lo hiciste? ¿Cómo sabías que iba a funcionar? ―a su lado MinHee lo observaba con asombro.

―No sabía que iba a funcionar, sólo lo hice y salió bien, vi a mi abuelo hacer esto muchas veces cuando era pequeño porque siempre se olvidaba las laves de casa adentro y no había manera de entrar. Supongo que es una tecnica que aprendí de él con el tiempo, rompiendo eso y forzando la parte de abajo hice suficiente presión como para que la traba saliera y así se abriera.

―Muy bueno genio, pero ahora qué haremos con este maldito picaporte. ―SoYoung lo mostró en su mano.

―Yo me encargo en la salida antes de irnos.―NamJoon lo metió dentro de su mochila, al instante se levanto, observando su alrededor― Así que estamos adentro...

―Hay que llegar a donde dejaron a los chicos.

Yendo adelante, la rubia avanzaba con paso, guiando el camino sin temblar por el pasillo blanco, el lugar tenía una apariencia a un hospital moderno, con diferentes puertas que llevaban a habitaciones, deducieron que eran las de profesores, por las iniciales colgando que montaban su rango, desde Alfa, Beta y Omega.

―Ese es el lugar donde me dijeron que era Omega. -MinHee señaló la habitación con la puerta abierta, equipada como una consultorio de clínica― Cuando era recién llegada.

―Yo también estuve aquí.―asintió la pelinegra― Recuerdo un inspector que me trajo, él no parecía agradable.

―Ninguno es agradable.―concluyó la rubia, siguiendo el camino con su mandíbula tensa y ojos perdidos.

El doloroso recuerdo de cuando fue separada de su hermano a la fuerza sólo por ser de razas diferentes, parecían ser sólo objetos para ellos, luego cuando vio de esa forma a JiMin, supo que era mentira todo lo que decían, desde que los protegían hasta los casos de ataques de Alfas a Omegas en celo. Todos y cada uno parecían ser planeados, y ella pudo ser uno de esos, pero habría sido un accidente, sino los Instructores no la habrian ayudado en ese momento.

La mano de NamJoon detuvo su camino, obligándole a ver hacia arriba, notaron una luz provenir desde el pasillo del segundo piso, la estructura era tan grande en ese edificio que no dudaba en que allá arriba hubiera unas habitaciones completamente diferentes. El ascensor estaba a un costado de ellos, pero prefirieron usar las escaleras al ser sólo un piso y así evitar ruido innecesario para lobos que oyen todo.

MinHee dio la señal, haciendo que el moreno y Hoseok vayan por delante al ser Alfas, marcando el paso a las tres Omegas. Subieron las escaleras, dos en total para así dar con el segundo piso, iluminado de sobre manera, parecía un hospital con alta tecnología.

―Que puto miedo. ―SoYoung observó los cuartos que estaban en observación, cristales que te permitían ver el interior de una buena forma y así monotorear a las personas que había adentro como incubadoras― Son unos monstruos. ―confirmó pasmada en su sitio al ver a sólo un niño en una camilla llena de cables.

Parecía que estaban en revisión costante, que experimentaba con ellos, pero ninguno estaba seguro al decir porqué lo hacían o con que fin. Sus mentes se encontraban sobrecargadas en ese preciso momento, habían tantos cuartos en el piso que no estaban seguros donde estarían sus amigos.

―Este sólo es el segundo piso, arriba debe haber mucha más información.

―¿Pero como vamos a hacer? Ya debe estar amaneciendo y aún no sabemos donde están los chicos. ―MinHee jaló de su cabello exaltada, ya no podía con su propia presión a si misma, no toleraba seguir perdiendo a sus amigos y que sea su culpa por ser tan debil― Hay que encontrarlos.

―Aunque sepamos donde están es imposible llevarlos con nosotros, escapar de este internado llevara más que una idea y fuerza física, al huir estamos dejando mucho y ellos lo saben. Sabrán que tomamos a los chicos, ¿No lo pensaste? Venir aquí sólo fue para saber donde están, pero no para volver con ellos. No arriesgamos nuestras vidas.

La ferviente mirada de NamJoon estaba sobre ella, sobre cualquier movimiento.

―Eh... chicos...―la temblorosa voz de Yi Xan al fondo del pasillo los hizo voltear hacia ella, observaba fijamente el interior de un cuarto―... es Jungkook...

Un jadeo escapó de sus labios y con total rapidez fueron a comprobarlo.