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En la habitación no había rastro de sueño, sus ojos estaban abiertos en grande observando el techo

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En la habitación no había rastro de sueño, sus ojos estaban abiertos en grande observando el techo. No podían pegar un ojo, pues los momentos de hace solo una hora las corrompían en sus memorias. Yi Xan soltaba lágrimas disimuladas, estaba nerviosa, ¿Y si se enteraban que ellas habían estado ahí? Sería su fin, su padre la mataría de mil formas, los Instructores la buscarían... no, no podía terminar de esa cruel forma. Ella quería ayudar a sus amigos Alfas, poder liberarlos, así como los Betas y los Omegas pueden tener tranquilidad, deseaba que los más fuertes también tuvieran de lo que ellos gozaban hasta hace poco. 

El día afuera seguía brillando en esa mañana tan espeluznante, faltaban minutos para que alguna supervisora entrará avisando que era hora de cambiarse y comenzar el día. SoYoung fue la primera en levantarse de la cama, siendo observada por sus dos mejores amigas caminó hasta el centro de las habitaciones y la miró fijamente. MinHee se enderezó entre sus sábanas para poder saber qué es lo que le ocurría a su castaña amiga, con sus ideas locas de un segundo a otro.

—¿Qué sucede?—preguntó la pelinegra.

—Nos escaparemos.

—¿Qué? —aturdida la Park ladeo su cabeza sin comprender.

—Lo haremos, cuando logremos liberar a todos lo primero que haremos será huir de aquí, estoy segura que esto que hacen con los Alfas no es legal, y nuestros padres no estarían de acuerdo. ¡Por eso saldremos de cualquier forma de aquí! No me importa la manera, yo tomaré mis cosas y me iré.

Sus palabras que eran tan seguras al hablar que habían hecho suspirar a sus amigas. Ciertamente, las tres tenían un gran miedo interior que les hacía preguntar si es que esto que ellas hacían era lo apropiado, pues no era nada seguro, pero tal vez era lo correcto. Siempre habría uno caminando en dirección contraria al resto de la manada, y ese eran ellas, caminarian de forma diferente para salvar a todos sus amigos del sistema que las estaba controlando. 

Acendrado debía caer de cualquier forma. Toda sus vidas habían estado allí dentro, las apartaron del resto de la sociedad, con apenas una carta al mes por parte de sus padres, sin nada más que la naturaleza y libros rodeándolos, reprimidos por adultos que parecían máquinas sin mentes propias. 

—Sí, lo haremos.—sonrió MinHee.

—Tengo mucho miedo, pero ya no quiero estar aquí.—asintió Yi Xan.

Pocos segundos después la puerta de la habitación había sido abierta por una supervisora, las observo y sin más les indico que ya debían estar listas. No tardaron más de diez minutos en cambiarse, pero MinHee estuvo un poco más debido a que se metió en la ducha, con agua fría lavó su cuerpo raspando cada parte llena de asco. 

acendrado  ➵ ʙᴛs;; omegaverse [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora