O31

226 31 1
                                    

YoonGi fue sacado a la fuerza de esa espeluznante oficina con olor a muerte, no le cabían dudas en la cabeza, el Director Kim es un carnívoro, un loco que quiere adoctrinarlos para hacerlos volver a la misma faceta de sus inicios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

YoonGi fue sacado a la fuerza de esa espeluznante oficina con olor a muerte, no le cabían dudas en la cabeza, el Director Kim es un carnívoro, un loco que quiere adoctrinarlos para hacerlos volver a la misma faceta de sus inicios. Ser un animal es desagradable, sin embargo, parece ser la única manera en que saldrá de esa, estando con sus muecas aprisionada entre dos o más Instructores, el joven rubio siente sus huesos tronar, el método de cambio es doloroso, por eso nunca volvió a intentarlo después de la primera vez. Entre gritos de dolor, las garras salen, sus ojos con pupilas redondas se vuelven en una línea recta.

—¡Paralicenlo! —decían alarmados, pero ya era tarde.

El Min se liberó de sus cadenas y aulló a la noche sobre su cabeza, se había convertido en un lobo enorme para su edad, tan alto que los Instructores dieron tres pasos atrás, por más que sacaran sus garras, era imposible poder derrotar a un animal de su tamaño. La sed de sangre del menor era capaz de todo, estaba molesto. Los Alfas que lo sostenían vieron su final gracias al enorme hocico de lobo hambriento, sus dientes se clavaron por sobre la cabeza del hombre, y la arrancó con total facilidad, sangre salio disparada a su pelaje grisaceo, casi negro.

Extremidades cayeron sobre el césped, los había descuartizado entre las filosas garras y colmillos. YoonGi estaba eufórico, entre sus dientes tomó los pantalones tirados en el suelo junto una zapatilla y corrió directo a la frontera. Con su fuerza derrumbó todo lo que quisiera retenerlo allí; se ocultó detrás de los árboles, tratando de retomar su apariencia humana. «Tranquilo, tranquilo» Ha tenido muchos ejercicios de autocontrol para esas situaciones, pero pareciera que ninguna toma valor.

Una vez teniendo dos manos y dos piernas con las que pudiera luchar, se colocó los pantalones del uniforme escolar. El plan que pensó durante meses comienza a verse cercano, sonriendo el césped seco bajo sus pies suspiró en el –posiblemente– último momento de paz que le queda; entre sus manos tomó el zapato y le quitó los cordones. Sentándose, vio la vegetación a su alrededor y buscó con la mirada las cosas que necesitaba, no tuvo que tardar mucho, porque todo estaba allí. Con una rama blanda en el suelo, sobre dos piedras a cada extremo, pasó la fibra por debajo del trozo de árbol y fue dando tirones con fuerza, primero de un lado, luego del otro, generando la ficción apta.

Jadeó cuando la primera llama nació, dio pequeños suspiros en su dirección tratando de que crezca. ¡Eureka!

Sostuvo entre sus manos la rama de árbol incendiada.

Nunca creyó posible que ese instante llegará a su vida, la última oportunidad de ser libre, de poder huir de aquel infierno al que sus padres lo sometieron en medio de su ignorancia. Extendió su brazo a lo largo, y entre las hojas verdes posicionó la rama, el fuego pasó al árbol. Camino al siguiente e hizo lo mismo, en los próximos diez minutos toda la zona estaba en una flamante naranja, el humo se expandió y las alarmas sonaron.

Del otro lado, MinHee despertó con un peculiar aroma adentrándose a sus fosas nasales.

—¡Yi Xan, SoYoung! —sus ojos se abrieron, y vio a un costado donde sus amigas se encuentran acostadas. Ambas chicas se sentaron en la cama exaltadas— ¡Fuego, huele a fuego!

—¿Fuego? —la castaña parpadeo.

PAF. La puerta de la habitación fue abierta de un sopetón, ShinWa estaba allí junto a su compañero de habitación, las observó con una expresión desesperada.

—Es ahora. —dijo— ¡Salgan!

()

Hoseok chasqueó su lengua, no lo podía creer. ¿Fuego? ¿Ese era su plan? El edificio comenzó a quemarse cuando una hilera de llamas llegó a la instalación, los Instructores les advirtieron que debían quedarse en sus cuartos, pues podían regular la situación. Pero no iba a ser así, si mezclas a adolescentes desesperados por irse, más la furia y el deseo de sangre, pues podrías generar un caos perfecto. Y eso es lo que hizo YoonGi, los encargados de poner control en la Academia vieron su final bajo los mismos lobos que obligaron a volverse salvajes.

—¿A dónde vas? —corrió por el pasillo hacía la salida, separándose de su grupo de amigos, entonces NamJoon lo tomó del hombro, giró.

—Mi padre, él podría…

—Hoseok. —suspiró— Tu padre es uno de ellos, quiere mantenernos aquí aunque nuestras vidas corran peligro.

—¡Es mi familia! —su voz tiembla— M-Mi única familia.

—... bien. —aceptó que nada de lo que él pueda decir haría que ese lazo de padre e hijo se rompa— Busca a tu padre, llevaré a la manada hacía la puerta principal, e intentaré tranquilizar a los niños.

—Suerte. —sus cuerpo se pegaron, era un abrazo honesto, y los dos soñaron con que el resto de sus amigos también podrían estar ahí.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 14, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

acendrado  ➵ ʙᴛs;; omegaverse [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora