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Un pie tras otro, una respiración agitada y cabellos volando en el aire...

JEONGHAN! Debes prepararte ya.

Mi hermano mayor me miró y paró de correr. Intentando recuperar el aliento, me respondió -Solo estaba jugando en el jardín, si me hubieras esperado yo no hubiera huido.

-¿Acaso escucho una queja? ¡ESTÁS LLEGANDO TARDE A TU BODA!

Era increíble. Faltaba solo una hora, y él todavía no estaba ni siquiera peinado.

Riendo, se acercó -¿Por qué te estresas? Yo soy el que se va a casar a miles de kilómetros de casa.

-Pero lo haces por que estás enamorado.

-Mmm, ¿quizás? -sonreí ante sus ocurrencias.

-Ya basta de juegos, El Rey nos matará en cuanto vea que lleguemos atrasados.

-Ja, que se atreva... voy a matarlo en la noche de bodas -dijo el rubio mientras se sentaba frente al espejo.

Efectivamente, llegamos tarde. Pero, mi ahora cuñado estuvo feliz al verlo llegar. Mientras los miraba bailar, amé su amor. Jeonghan conoció a su esposo en una cacería y  fue amor a primera vista por parte de ambos. Él, había hecho hasta lo imposible para que su familia aprobara la pedida de mano oficial y hasta estuvo dispuesto a renunciar a su trono por mi hermano, mientras el rubio rechazaba una y otra vez todos sus pretendientes.

Aun que extrañaré a mi compañero de juegos, estoy feliz de su felicidad.

HEY! SEONGHWA, LA FOTO.

Corrí hacía los recién casados -Jeonghan, eres el novio. No es apropiado que estés gritando en tu propia boda.

-No me importa. Es mi boda, así que mejor que todos se acostumbren -me contradijo con dramatismo.

-Nuestra boda amor, nuestra -le resaltó el hombre a su lado.

-Si si, por supuesto que nuestra Seungcheol.

El fotógrafo llamó nuestra atención antes de tomar la foto, rompiendo su momento.

Al cansarme de bailar, tomé asiento. No podía creer la energía que tenía el nuevo matrimonio. Debo decir que las coreografías que diseñaron los hermanos de S.coups son magnificas, pero ya he terminado con mi parte. Gracias a Dios.
Estaba a punto de tomar una copa de vino cuando por la sala se escuchó -La Reina Madre Kim ha llegado.

Anunciaron de manera baja pero imponente a la mujer de no más de 45 años. Mientras la mayoría nos inclinabamos, Ella saludó respetuosamente al Rey Choi y al nuevo rey Yoon, título recién adquirido de mi hermano. Todos nos quedamos deslumbrados con su presencia, Era bien sabido que desde que falleció su esposo, no ha salido mucho de su Palacio.
Es muy bella, tal como su hijo. Los había visto en las noticias, justamente en la coronación del príncipe heredero. La belleza corría por sus venas. El cotilleo y la música volvió una vez que ella se sentó a conversar con los suegros de Jeonghan. 

Ya estaba por terminar todo, cuando ocurrió una situación desagradable.

-¡ERES UNA MALDITA LADRONA!

-Mi señora, yo no he sido.

Los gritos atrajeron mi atención, así que me dirigí hacia ella. Al llegar, ví como una invitada le gritaba a una chica que parecía ser una trabajadora allí.

-Te ví con mis propios ojos, no mientas. Todas las chicas como tú son iguales. Te voy a...

-¿Qué está pasando? -intervine.

Ambas me miraron, y la joven se arrodilló -Mi señor, le juro que no he robado nada.

-¿Me estás llamando mentirosa? Yo claramente ví cuando me robaste el dinero de mi bolso.

Así que ese era el problema.

-Señora, por favor, entremos e intentemos resolver esto adentro -cuando le hice una señal a uno de los meseros para que levante a la chica, la mujer enloqueció aún más - ¡NO DEJARÉ QUE SE LA LLEVEN. ¿NO SABES QUIÉN SOY? -me dió una bofetada.

Me quedé inmovil -¿Y usted no sabe quién es él?

Miramos a la voz que se hacia presente y de inmediato bajamos la cabeza -Rei...reina Kim -habló la señora tras de mi.

-Usted, ¿qué cree que está haciendo? -preguntó.

Nadie respondía.

-Acabo de ver todo. Señora, ¿no es usted la Duquesa de Japón? ¿Cómo puede tratar así a sus mayores?

-¿Mayores? -inquirió con preocupación la Duquesa.

-Si. El joven al que acaba de abofetear es el hermano del nuevo Rey.

Los ojos de la mujer se agrandaron al escuchar eso. -¿Usted es....?

Levanté la cabeza de forma cansada-Soy Yoon Seonghwa, 2 príncipe del Reino de China.

Su boca cayó y no sabía que decir. Y con razón. Si hablamos de relaciones familiares, ella es mi mayor al ser la tía de mi cuñado. Pero en jaranquía, ella es una duquesa y yo soy un príncipe real, soy su mayor. Solo por esto, podría ser castigada.

-Lo... lo siento tanto Príncipe, no lo había reconocido -intentó excusarse.

Suspiré -No se preocupe. Este asunto puede resolverse mirando las cámaras de seguridad. Mientras tanto -tomé la mano de la empleada y la levanté del suelo -dejemos que la fiesta termine en paz. 

-Como usted lo desee -dijo antes de hacer unas reverencias y caminar hacia la sala de seguridad.

-¡Gracias mi señor! -me dijo la joven.

-Ve. Enseguida subo y arreglaremos esto.

Al darme la vuelta, la Reina Madre me estaba sonriendo. Intenté pasar por alto esa acción -Muchas gracias por su intervención hoy.

-De nada, no hice mucho igual.

Sonreí -Su sola presencia ya nos infunde calma y orden.

-Ah, gracias. Por cierto -la miré -¿por qué no revelaste tu identidad desde el principio?

Su pregunta me tomó de sorpresa, así que solo respondí lo que sentí primero -Quería ver como trataban cada una de ellas a los demás. Aun que no parezca, nuestras acciones y dichos revelan lo que hay en el interior. Yo creo que la verdadera persona de uno se ve claramente cuando no hay clases sociales de por medio.

Su mirada denotó mucho interés.

-Debo irme. Lamento que haya tenido que presenciar esto. Le mandaré las delicadezas florales de mi Reino como una disculpa formal -hice una reverencia y me retiré.

-Muy interesante -pensó para sus adentros la mujer.

◇SOY TU REY◇  HonghwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora