◇SOY TU REY◇ Honghwa

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Muchas cosas han cambiado: los Reinos desarrollaron diversos comercios y tratados, la Princesa Rena se convirtió en Reina, mi hermano y su esposo construyeron una escuela Real para que todos los niños y jóvenes tengan las mismas oportunidades; Jungkook y Jimin adoptaron una niña llamada Lena, Yunho y Mingi se casaron, Woo y San se comprometieron.... un montón ha pasado en los años siguientes a la Guerra. Lo importante es que abunda la paz.

Tengo 30 años ahora y me siento realizado. Tengo una hermosa familia y un trabajo que me encanta. Además, los malos momentos fueron superados con paciencia y amor, por lo cual me he fortalecido. Ojalá la Reina pudiera verme ahora, ver al Rey y ver a sus niños, sería muy feliz al presenciar estos momentos.

Miré con cariño a los chicos corriendo, siendo seguidos por los cachorros que Yunho les regaló. Realmente acertó con el regalo.
Me fijé en las demás personas a unos metros de mí y sonreí. Jimin cargaba a su pequeña en brazos, mientras mi primo le cantaba a ambos. Jeonghan, a su costado, le enseñaba a S.coups como volar un barrilete/cometa y sus 11 aprendices observaban anonadados.

Saqué mi celular y comencé a grabar todo, desde el cálido sol hasta la sonrisa del pelirrojo. Bajé el movil y lo miré, tan enamorado como siempre.

-Mi señor ¿desde cuándo ha estado parado a mi lado?

-Solo hace un rato. Estabas tan concentrado que no me atrevía a molestarte.

Sonreí -Solo estaba admirando nuestro hermoso lugar.

-Mmm, coincido en lo de hermoso pero no precisamente en el lugar.

-¿Por qué? Ah, ya sé. Cree que nuestro Reino es mejor.

Este río -No, no. Para mi, lo más hermoso que mis ojos han visto no es un lugar. Es una persona.

-Ahhhh, claro. Sus hijos ¿verdad?

Su expresión de burla se hizo presente -Yo hablé en singular, no en plural.

-Pues, no lo sé entonces.

-Realmente eres tonto a veces.

-Hey, ¿tonto? Kim Hongjoong ¿cómo puedes hablarme así? Soy tu rey.

-Y yo tu esposo.

Reímos por la extraña sensación conocida, como si ya hubiéramos dicho tales oraciones.

-Eres tú. Tú eres lo más hermoso que mis ojos han visto.

-Lo sé. En mi caso, tú eres como el Sol.

El de menor altura frunció el ceño -¿El sol?

-Sip, iluminas mi vida entera.

Al escucharme, sus ojos brillaron -Demasiado tierno. Déjame besarte.- me abrazó e intenté soltarme, aun que la verdad que no me opuse mucho.

-Estamos en un lugar público.

-¿Y eso qué? Somos un matrimonio.

Asentí con una sonrisa y correspondí su abrazo. El lugar donde me siento seguro y protegido, fuerte y cómodo a la vez, es este. Mientras entierro mi rostro en su cuello, él se encarga de acariciar mi cintura con delicadeza. Cierro mis ojos para disfrutar del momento, deseando que no termine.