◇SOY TU REY◇ Honghwa

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¿Recuerdan la sonrisa feliz y tierna de Joong? Cuando se le inflan las mejillas,sus ojitos se vuelven una fina línea y sus dientes brillan; hermosa en todo contexto. Pues, ese Hongjoong no existe ahora. Con su arma en la mano, camina sobre cadáveres. Sus orbes prendidos fuego, su cara manchada de sangre y su risa maquiabelica son los adornos de su ser.
Miro atónito pero no sorprendido la imagen: cuerpos tirados por doquier, gritos de almas en pena y aquel líquido carmesí que me toca los zapatos. Sin embargo, logro reconocer a cada uno de ellos. El castaño a mi derecha fue uno de los que me ató, el de mi izquierda fue el que me colgó en el mástil, quien le sigue me había abofeteado cuando me negué a tranquilizarme, y así sigue la lista. Todos estos eran parte de mi ataque y secuestro.

Él no mintió cuando dijo que crearía un infierno. Los mató junto con San, Yunho, Mingi, Jungkook y S.coups. Sus tácticas consistieron en sorprenderlos en su escape por los valles, atarlos y torturarlos. La mirada sanguinaria de mi esposo al mirar lo poco que quedaba de ellos, me producía escalofríos.

-Seonghwa ¿qué haces aquí? -se acercó el pelinegro -Te hará mal ver esto.

-No te preocupes. ¿Estás bien? ¿No están heridos? -dirán "oh, que maldad" pero sí, ninguno de los muertos me causaba lastima, cavaron su propia tumba al ir contra nosotros.

-Estamos bien -me respondió. Quiso tomar mi rostro, pero ocultó su mano al verla manchada.

-Hey, está bien -me saqué el pañuelo del cuello -No tengas miedo de tocarme -la limpié-No le tengo asco a la sangre.

Sus ojos se iluminaron y me sostuvo de la cintura -Lo sé, eres un guerrero. Pero quiero cuidarte.

-También lo sé -deposité un casto beso en sus labios.

-Ya, ya. Cuñado, ustedes pueden demostrarse cariño pero Jeonghanii ni siquiera me deja dormir en la misma cama con él todavía.

-Eso es por que apestas -Jungkook le dijo sin más, provocando risas de todos.

-Ay Jungkook, mejor no hables. Ya todos sabemos que el Rey consorte no te permite ni tocarlo desde que esa concubina te abrazó.

Ambos comenzaron a pelear, necesitando que Joong intervenga. Si bien era puro juego, lo que decían era verdad. Mi hermano sigue "ofendido" con su marido luego de que este le dijera que no le quedaba muy bien el cabello rosa. Por otro lado, Jimin se enojó mucho cuando la concubina de mi primo se atrevió a arrojarsele en frente de él. Así que todos andábamos en abstinencia. Y ¿por qué digo todos? Sí, nosotros también. Resulta que los doctores me prohibieron cualquier esfuerzo hasta que la herida se cicatrice por completo. De eso, ha pasado un mes. Sin embargo, mi sexy y fuckboy esposo no quiere ni tomar mi mano con fuerza por miedo a lastimarme. Honestamente, siento que me estoy muriendo.

De repente, un tipo salió corriendo pero no llegó muy lejos ya que Yunho fue más rápido en alcanzarlo.  Cuando vi su rostro, recordé quién era. -Oh, lo conozco.

Me miraron -Este idiota me manoseaba todo el tiempo que estaba atado.

Las expresiones de los presentes al escucharme eran diversas, pero solo una era aterradora. -¿Tú hiciste qué?

-N..no señor, fue un error. Yo... yo me equivoque. Le ruego que me perdone.

Sus ruegos parecían importarle nada al pelinegro en frente suyo, quién con la mirada anunciaba sus pensamientos. -¿Te atreviste a ponerle un dedo encima?

-No... yo... lo siento mucho rey. Por favor -sus palabras fueron cortadas con un profundo grito, producto del cuchillo que ahora atravesaba su pierna.

Sus gritos me aturdieron -Primo, creo que no deberías presenciar esto -Jungkook se acercó a mí.

Sabía lo que estaba por pasar, así que solo atiné a mirar con pena fingida al pobre hombre desangrándose en el piso y me encaminé hacia la salida.

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Han transcurrido varias semanas desde la rendición de Occidente y sus reyes fueron cambiados o renunciaron voluntariamente por la opinión nacional. La Princesa Rena nos ha comentado que sus ciudadanos se están preparando para elegir ellos mismos a sus propios gobernantes y todo parece indicar que ella es una gran candidata al puesto de Reina. Soobin también se ha convertido en el Comandante de la Fuerza Arábiga, por lo que le hemos mandado muchas felicitaciones.
Parece que todo está recobrando orden, si no fuera por una simple rata traidora. Y sí, Ji Hee todavía no ha sido ubicada luego de su huida. Hemos pedido cooperación de países vecinos con su paradero, pero simplemente desapareció. La furia que siento de solo recordarla hierve en mi interior, más aún sabiendo que ella fue responsable del intento de asesinato de Joong y mio. Planeó tan bien mi muerte, pero se encontró con mi esposo como daño colateral y casi me deja viudo y a mis hijos sin su padre. Que le ruegue a Dios morir en otro lado y no en mis manos.

-Hey, cariño. Ya dormí a los niños, puedes descansar tranquilamente -entró el pelinegro a la habitación. Lo miré de arriba a abajo, deteniéndome en sus glúteos. Me levanté sigilosamente de la cama y, sin previo aviso, golpeé aquella zona. Con un pequeño salto y una ceja levantada, este se dio vuelta -Kim Seonghwa ¿qué haces?

-Discúlpeme Rey, no pude evitar el impulso al ver su parte trasera.

-Okey, te perdono. Pero no lo vuelvas a hacer o reaccionaré de manera diferente. -me dio la espalda.

¿Me estás desafiando acaso?

Intenté tocarlo pero fui atajado por el dueño del cuerpo -¿Qué te dije?

-Que me amas.

-Si, lo hago. Pero lo que te acabo de decir.

-Ah, si. Que no lo haga. Me confundí ¿era orden o pedido?

Sonrió ladinamente -¿Cómo puedo ordenarle a un Rey?

-Mmm, aún así me disculpo. Solo que... realmente extraño tu cuerpo.

-Amor, el doctor dijo que...

-Si si, que nada de esfuerzos. Pero cielo, hoy ya se hacen 2 meses y la cicatriz está complementamente sana. Mira -me bajé la tira de la blusa -ni se vé casi.

Él pasó sus dedos delicadamente por aquella piel -Ójala yo tuviera esa cicatriz en vez de tí.

-Tu ya tienes una por mi -toqué su estomago -Recibiste una bala por mi. 

-Es diferente. Tu no me disparaste, yo sí.

Suspiré al oír sus palabras. Este tema seguía siendo muy delicado pese a mis vanos intentos de convenserlo de que no había tenido otra opción y que estaba totalmente perdonado. -Okey Kim Hongjoong, no hablemos más de esto. En vez de eso, hagamos algo más divertido.

Sujeté su cuello hacia arriba y besé su nuez de Adán. Al instante sentí como su piel se erizaba. Lo que le siguió a eso fue a mí en cuatro.