11

935 99 23
                                    

El ritmo era constante pero gentil, cómo si tuviera miedo de lastimarme en el proceso. Sus manos apretaban con cariño me cintura y sus labios repartían besos por todo mi rostro.

-Mmh.... Hongjoong -le gemía al oído.

Las estocadas iban subiendo a la par de los jadeos y el agarre en mi piel también, lo que agregaba más satisfacción al momento. Con una mano acaricié su pecho y él me sonrió de costado -Toca todo lo que quieras, cielo.

Mordí mis labios ante su comentario y él acarició mis cachetes -No sabes -estocada -lo hermoso -estocada -que te ves -estocada.

Estaba jugando y no me iba a quedar atrás. Levanté más mis caderas y le guiñé -Tu tampoco sabes lo tentador que te ves.

¿DE DÓNDE HABÍA SACADO YO TODA ESA CONFIANZA? NO LO SÉ.

-Mi Seonghwa, tu tampoco sabes lo apretado que estás -dijo antes de tomar una de mis piernas y elevarla hasta su hombro. El grito se quedó en mi garganta cuando volvió a unir nuestras bocas en un salvaje pero necesitado beso. No dejó de penetrarme en ningún momento, ni cuando lo mordí causando que su labio sangre o cuando tiré de algunos de sus mechones. Cuando me vine, él me siguió. Estábamos jadeando, sin fuerzas, pero aún así me tomo en brazos y me llevó hasta la bañera. Cuando la llenó de agua tibia, se metió adentro conmigo.

Mientras yo lavaba mi cuerpo, él me hacía masajes en la espalda -¿Por qué me trajo directo al baño?

-Se que el Rey ama la limpieza -contestó.

Me dí vuelta para mirarlo frente a frente, pero su labio cortado -Dios mio ¿yo hice eso?

Los lamió -Si ¿cómo te atreves Seonghwa?

-No fue mi intención lastimarlo..... Pero no es el más indicado para hablar Majestad. No sabe lo que me va a doler todo mañana.

Ante mi reproche, el pelinegro solo rió divertido -Lo siento. Me dejé llevar. Debí haber sido más consiente de que era nuestra primera vez juntos.

-Está perdonado -le dí un beso -Ahora, si me lo permite, déjeme lavarle el cabello.

Tomé mucha espuma y se la quería poner encima -Ohhh, Yoon Seonghwa -gritaba Hongjoong entre risas.

Los días siguientes el Rey visitó constantemente mi Pabellón y envió varios tipos de hilos de calidad como obsequio. Invité a las concubinas para que eligieran uno y se lo llevaran.

Kira pensó que se utilizaban para atar barriletes/cometas así que Sandara eligió para ambas unos de color dorado y azul. Mientras la mayor le explicaba a la menor cómo se usaban, Ji Hee se acercó -Son todos muy bonitos, Su Alteza. El Rey debe apreciarlo mucho para enviarle estos regalos.

-Gracias Concubina Ji. En realidad, Su Majestad quiere compartir alegrías con todo el harem y, como hace poco estoy aquí, estoy recibiendo estos ahora -sonreí.

Ella asintió y escogió uno color rosa pastel. -Ah ¿se enteró de las visitas que recibiremos mañana?

-No ¿a quienes tendremos el honor de acoger en el palacio?

-A la Princesa de Arabia.

-¿De verdad? Pero ¿cómo? Creí que ellos no querían ni vernos.

- La Princesa ha formado un Comité de Paz entre ambas naciones para intentar arreglar las cosas. Aun que todos sabemos por que lo hace realmente.

◇SOY TU REY◇  HonghwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora