*Noche anterior al confrontamiento.* HONGJOONG
Suspiré cansado, no sabíamos que hacer y el ambiente pesado nos abrumaba.
Miré a los presentes, cada uno con muecas de concentración. Tal como yo, querían encontrar una solución.Mi celular sonó y no quise atender, pero luego de varios tonos lo hice -¿Hola?
-Rey Kim -esa voz me resultaba conocida.
-¿Caballero Soobin?
Los ojos de los demás se clavaron en mi -¿Estás solo? -preguntó.
-Estoy con la familia de Seonghwa ¿por qué me llamas?
-Cierre las puertas y ventanas, asegúrese de que no haya nadie más que ustedes escuchando.
Hice unas señas y así lo hicieron -Ya está. Te puse en alta voz.
-Bien, voy a ser directo. El Rey Yoon intentó quitarse la vida hoy.
Nos asustamos al escucharlo -¡¿Qué? ¿Cómo está?!
-Afortunadamente, estaba con él y se lo impedí. Está sedado ahora.
Eso no me sonó nada bien, pero no era el momento para celos estúpidos.
-¿Qué quieres? ¿Nuestra rendición? -consultó S.coups.
-Ja, no. Yo quiero que hagamos otro tipo de trato.
-Si vas a amenazarnos con la vida de mi primo o siquiera te atreves a herirlo, obtendrás nada más que la muerte.-
Jungkook hervía de furia y no podía estar más de acuerdo con él.-Calmese Rey Jeong, lo que menos quiero es dañar a Seonghwa. Deseo la paz entre ambos reinos.
Nuestra confusión era notable -¿La paz?
-Si.
-Pues tus gobiernos no opinan lo mismo.
Se escuchó un suspiro de su parte -Las decisiones de los actuales líderes no son lo mejor para el pueblo. Esta guerra, está dejando a muchas personas sin trabajo o alimento y demasiadas vidas se perderán.
-¿Pero que puedes hacer tú?
-Trabajo para la Princesa Rena, es muy amada en nuestras tierras. Como deben saber, ella está totalmente en desacuerdo con todo esto, mucho más con tener al Rey Yoon aquí.
Nuestras dudas percistían -Aún así ¿cómo pueden hacer para frenar esta locura y devolvernos a Seonghwa?
Silencio.
-Nos revelaremos contra los Reyes de Occidente.
Eso era una locura, un suicidio perfecto.
-¿Estás demente? Morirán antes de si quiera planearlo. Las tropas militares de sus naciones son muy grandes. -Jimin lo contradijo.
-Lo sabemos. Por eso es que ya hablamos con ellos. La mayoría está dispuesto a no pelear mañana, siempre y cuando puedan volver a casa a salvo.
No era sorpresa de que esta disputa era sin sentido y, por lo tanto, los ciudadanos estaban poco convencidos del accionar.
-¿Nos apoyarán mañana? -cuestionó Jeonghan.
-Sí, ya me lo confirmaron.
-¿Y cómo nos llevaremos a Seonghwa? - hice la tan esperada pregunta.
-Eso es más difícil. Cada Rey tiene una milicia de élite y seguramente estarán al lado de su esposo todo el tiempo. Más aún por que piensan en él como la ventaja para su victoria. No dejarán que se lo lleven vivo, aún si tienen que matarlo para ello.
Apreté mis nudillos hasta que se veían blancos.
-Entonces, la única forma de desconcentrarlos y dejarlos desprevenidos es... haciéndoles creer que no les importa su muerte.
-¿Perdona? ¿Insinúas que dejemos que lo maten? -debía ser una broma, una muy pesada y horrible.
-No digo que dejen que lo maten. Estoy diciendo que lo mate usted mismo, Rey Kim.
Mi cuerpo entero tembló ante sus dichos -Estás loco.
-Es la única manera en que se lo van a creer. Así, tendremos tiempo para sacarlo y unir ejércitos.
-No, no voy a hacer eso -negué con vehemencia. Los demás solo miraban un punto fijo de la habitación. -No voy a asesinar a mi esposo con mis propias manos. Dios, ni siquiera me atrevo a tocar uno de sus cabellos.
La respiración y los latidos se me agitaban, podía jurar que dejaban de funcionar.
-No digo que lo asesine de verdad. Creo que puede dispararle en frente de todos, pero sin dañar su vida.
-A... ¿a qué te refieres? -Jeonghan habló.
-No les va a gustar. Hay unos músculos entre el hombro y el brazo, que no están cerca de ningún órgano vital pero que sí sangran mucho. Si la bala impacta ahí, todos creerán que murió.
-Pero... le dolerá demasiado.
Hizo una pausa -Sí, pero podrá volver con ustedes y conservar su vida.
Me dejé caer sobre la silla, exhausto.
-Sé que lo que digo es absurdo. Yo tampoco quiero verlo así, mucho menos si no puedo hacer nada para ayudarlo. Además, nuestros soldados también tienen familias a las cuales quieren volver a ver. -Soobin sonaba sincero. No era secreto para mí que él estaba enamorado de mi esposo, pero este ni cuenta se daba de los sentimientos de su amigo de la infancia.
Aún así, no escapabamos de la dura realidad y así lo expresó Seungcheol. -Estarías arriesgando tu propia vida.
Oímos una risa ligera del contrario -Le estaría devolviendo el favor a Seonghwa.
Sonreí ladinamente, realmente lo amaba.
-En fin, mañana llámenme si aceptan la idea. Estaré esperando.
Cuando cortó, la sala se quedó en completo silencio. Nunca se nos hubiera ocurrido lastimar al peligris, ni en nuestras pesadillas más locas. Sin embargo, esta parecía ser la única solución.
Esa noche, no pude dormir. Los pensamientos de que, quizás en un par de horas, debía dispararle a el amor de mi vida no me dejaban respirar.
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◇SOY TU REY◇ Honghwa
Fantasy-"Seonghwa, te he tratado bien siempre." -"Si, me haz tratado con respeto.... como si solo estuvieras tratando con un ciudadano más". -"¿Y cómo debería hacerlo entonces? ¡Soy El Rey!" -"¡Y YO TU ESPOSO!" Dónde Seonghwa es el segundo esposo del Rey...