◇SOY TU REY◇ Honghwa

26

Realmente su existencia estaba arruinando mi día.
No podía pensar en una mejor forma de expresar mi disgusto hacia su persona, realmente la odio. Solo estar en el mismo lugar que ella me genera gran malestar.

-¿Para qué nos querías ver?

La castaña nos miró -Rey Kim, ha pasado un tiempo. No ha cambiado nada.

-Ji Hee, para de hablar estupideces. Deberías aprovechar el poco tiempo que te queda.

-Wow, sigue teniendo tal porte. Me siento un poco encantada si quiere saberlo.

El ambiente se volvió tenso. La muy maldita sonrió.

-¿Estás sonriendo?- Mi voz salió lo más gélida posible.

-Al fín llegó, mi Rey.

Me acerqué tranquilamente a ellos. -Ji Hee, realmente tienes el valor de mostrarnos tu cara.

-Perdóneme, su Majestad. Debería haberme quedado quieta, ja ja. -al parecer le divertía la situación.

Después de tantos años escondida, apareció en Rusia y fue arrestada en la frontera. Según los guardias del aeropuerto, se veía feliz.

-Ya basta. Serás condenada a la pena de muerte en unas horas. Yo que tú, empezaría a rezar.

Una carcajada -Bueno, después de todo, en algún momento pasaría. Solo una cosa.... Rey Kim ¿le contó a su esposo sobre nuestro hijo?

La mirada del nombrado se endureció y yo fruncí el ceño.

-Ah, no lo hizo. Pues, sorpresaaaa.

Todos nos quedaron viendo y yo me sentí como un idiota. No podía estar hablando en serio.
Me dí vuelta y salí del galpón, siendo seguido por el pelirrojo.

-Esa mujer... solo sabe hablar estupideces.
-¿Por qué no dices nada amor?..... Joong ¿está mintiendo cierto?

Sin respuesta.

-Hongjoong ¿de qué bebé está hablando?

-Ocurrió solo una vez.

Un pitido se escuchó en mis oídos y mi estomago comenzó a revolverse.

-No, eso no es cierto. No ¿cómo podrías... Maldito infeliz.

-Hwa, fue solo una vez. Yo estaba borracho y ni siquiera lo recuerdo bien.

Sus palabras no lograban encajar en mi cabeza.. -¿Me estás diciendo que dormiste con ella? Tú, quién nunca tocó a Sandara o Kira y ¿encima la embarazaste?

-Amor, lo sé. Fue un error, pero fue hace años.

-Eso no me importa. Sabes Kim, no me interesa que hayas tenido sexo con ella. Pero si esperaba que, luego de casi 10 años de matrimonio, me lo hubieras dicho.

Él mantuvo su cabeza gacha.

Suspiré y revolví mi cabello -Y ¿qué pasó con el bebé?

-No logró nacer. Fue una complicación en el sexto mes.

Negué con la cabeza -¿Cómo fue que no me enteré en todo este tiempo?

-Luego de que perdiera al bebé, Madre decidió que nadie dijera nada. Era una forma de proteger las relaciones amistosas entre Corea y Turquía.

-Todo fue arreglado de manera magnifica. Ja, no me sorprende que ella nos odie tanto. -hice una pausa- Tú deberías haberme contado, soy tu esposo.

-Lo siento, nunca pude hablar de mi hijo con nadie más. Su fallecimiento.... es algo que no puedo superar.

Sus expresiones eran sinceras -Lo amabas.

-Era mi hijo. Aún si fue una equivocación entrar en ese cuarto esa noche, era mi descendencia.

-Bien, entiendo.

-¿Estás... enojado conmigo?

-Decepcionado, más bien. Pero, no puedo juzgarte con una herida así.

Tomó mi mano -No quise ocultartelo. Yo solo... me sentí demasiado impotente con eso y no quería... no quería que tú también me vieras así.

-Rey Kim -me solté de su agarre -yo no soy quien para considerarlo de esa manera.

-Seonghwa -sus ojos se empañaron.

-No hay ningún problema. Ya que esta situación salió a la luz, como cabeza del harem debo investigarlo.

Me fuí de allí, dejando al de menor altura con las palabras en la boca.

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Retrasé la condena de Ji Hee unos días mientras investigaba el caso. Según descubrí, ese día era el cumpleaños de Hongjoong y estaban celebrando. Al parecer, él terminó muy embriagado. Fue ahí que entró por "equivocación" a su Pabellón.

Si estaba borracho ¿pudo haberla obligado? Dios mio, no. Él no es capaz de eso. Pero, debo mantener la mentalidad abierta. Aun que ella sea un ser horrible, no perdonaré un acto depravado.
Sujeté mi cara entre mis brazos, odiando la idea de que eso pudiera haber ocurrido.
Por un lado, quiero cuidar al hombre que amo. Pero, por el otro, debo ser justo. Sea cual sea la respuesta, me mantendré recto.

Yunho entró a la oficina con un sobre y me lo entregó.

-¿Averiguaste lo que te pedí?

-Si. Hablé con el personal de ese tiempo. Aun que fue complicado ya que muchos estaban trabajando en otros lugares pertenecientes al Palacio.

Asentí -¿Y bien?

-Confirmaron los hechos.

Cerré mis ojos al escucharlo. No, no, no.

-El Rey había consumido mucho alcohol con los invitados y, al parecer, sí pasó la noche con la Concubina Ji.

Lo miré extrañado -¿Al parecer?

-Uno de los guardias de ese día dijo algo extraño: que el Rey fue conducido hacia allí, pero que al parecer ni siquiera podía caminar por sus propios medios. Según lo que vió, el Caballero personal de Su Majestad lo ayudó a ingresar.

¿Qué? No podía ser -¿San?

-No, lo corroboré con los registros imperiales y San no estaba al servicio del Rey todavía.

Algo no encajaba.

-¿Quién era su Caballero entonces?

-Eso es lo raro. Era Lord Sung.

-¿Quién?

-Lo estoy investigando. Su nombre no aparece en ningún otro registro.

¿Quién demonios es ese tipo?

-Mi Rey ¿deberíamos preguntarle a Su Majestad?

-No. Ahora estoy trabajando como la cabeza del harem, no como su esposo. Si quiero ser parcial y encontrar la verdad, no debo contarle. Por ahora, seremos prudentes. ¿Entendiste?

-Sí.

Esto se estaba volviendo aún más complicado. Si Joong.... si el Rey de verdad hizo algo indebido ¿cómo lo hizo si ni siquiera podía caminar solo? Y, aún si lo consiguiera, ¿por qué cambió de Caballero de repente? ¿Será que quería ocultar los hechos?
El dolor de cabeza aumentó con todo el lío que se armaba en mi mente ¿De verdad mi esposo podía hacer algo así? O ¿es solo un malentendido?

Yoon Seonghwa, mantente fuerte.