Después de hablar más que trabajar al acabar de comer, por fin volví con Lexie a la habitación, que me saludó con un abrazo.—Rya.— dijo, algo más animada que otros días— ¿Qué tal te ha ido hoy?
—Bien, ha sido algo estresante, pero al final ha acabado bien.— dije sonriéndole de vuelta.
Aquella noche cenamos toda la comida del plato, aunque he de admitir que intenté meterle alguna que otra cucharada a Lexie en el suyo con la excusa de que estaba muy bueno y quería que ella comiera más, pero siempre me las devolvía alegando que si estaba tan "bueno" me lo comiera yo.
Yo conservaba mi delgadez habitual, pero notaba como Lexie tenía cada vez las mejillas menos regordetas, y eso me dolía, porque sabía que no estaba comiendo bien. Aunque con aquella basura en el plato, dudaba mucha que alguien comiera bien.
Y prefería no hablar del agua, que era más turbia que la del viejo río, el cual estaba lleno de basura hacía demasiados años, tantos, que el agua era entre un tono de verdoso oscuro y marrón fuerte.
Anoté aquello mentalmente para la siguiente semana: una propuesta de limpieza del río.
Quizá hasta podríamos sacar agua bebible.
Estaban recogiendo los platos cuando la voz, me habló:
"Prepárate, esta noche vas a salir de aquí."
—¿Qué? ¿Y como se supone que voy a hacer eso?— contesté en voz alta.
"Ya lo verás"
—¿El qué veré?— contesté, ya molesta. Era bastante fácil sacarme de mis casillas, he de decir— Contéstame maldito fantas...
—Dhairya, ¿con quién hablas?— interrumpió Lexie extrañada.
Salí de mi momento de trance, dándome cuenta de que estaba prácticamente hablándole al aire.
—Con nadie.— decidí improvisar— Solo pensaba en voz alta.
Un deje de decepción se mostró en su cara, pero fue interrumpido por las luces siendo apagadas.
Todo se quedó sumido en una oscuridad inmensa y en un silencio espectral.
—¿Lex?— susurré, palpando el aire.
No recibí la respuesta de la persona que esperaba.
"Dirígete hacia la puerta."
¿Qué?
No me iría sin Lexie, así que seguí yendo a tientas hasta que llegué a nuestra litera.
Palpé la cama de arriba con las manos, sorprendiéndome al encontrar que ella ya estaba tumbada ahí.
Decidí tumbarme también, todo y que aquel movimiento me pareció muy extraño, incluso viniendo de Lexie.
"Dhairya, levántate"
La voz siguió molestando un rato más, pero al ver que sus intentos de convencerme habían fallado paró.
No puedes ganar a la más cabezota del mundo, voz fantasma.
Había pasado aproximadamente una hora cuándo empecé a tener sueño, así que me di la vuelta en el colchón, e intenté dormir algo.
Por supuesto, aquello no fue posible.
"Rya, levántate, ahora."
Eso me hizo abrir los ojos de nuevo, la voz ahora sonaba enfadada.
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La Isla
Mistero / ThrillerDhairya vive en una isla en la que es imposible entrar o salir de ella, pero en esta, casi nadie muere por una causa natural. Supuestamente, por la sobre población, si dicen tu nombre por los altavoces, todos irán a por ti y el primero que atrape al...