Antes del encuentro en el hospital.
Recostado en su cama observando detenidamente cada parte de su techo, desde donde se encontraba el foco hasta el pequeño mosquito que planeaba su ataque en cuanto el sol se terminará de ocultar, sus pensamientos no dejaban de detenerse preguntándose —¿Cuándo acabará todo?— antes de adentrarse en sus sueños tan profundos.
Han Jisung es la clase de chico que realmente te agrada la primera vez de conocerlo, su sonrrisa "parece" sincera, pero en realidad tiene demasiados problemas luchando contra sus propios pensamientos oscuros, tratar de no hacerse y daño y sumado a todo lo anterior el echo de haber sido muy enfermiso desde que recuerda.
Un sonido estruendoso hizo casi brincar de la cama a Jisung, quien aun adormilado tallaba sus ojos con sus pequeñas y delicadas manos, mientras abría la boca ampliamente para terminar de bostezar.
—¡Buenoooooos diaaaaas sunggie!— su madre ya había entrado sin permiso a la habitación, haciendo molestar un poco al pequeño.
—¿Es sumamente necesario que vaya?— preguntó el adormilado joven.
—Claro que es necesario ¿O a quién piensas que revisara el doctor?
Odiaba la sola idea de asistir al médico para su chequeo semanal.
—No me he sentido mal, sabes que mi cabeza ahora funciona bien—, lentamente se sentaba en la orilla de la cama mientras su mamá sacaba ropa del armario.
—Cariño ya hemos hablado de esto, aunque te sientas bien no dejaremos de hacer el chequeo ¿O te recuerdo nuestro trato?— salió de la habitación sin dejarlo siquiera formar una oración para responder.
Jisung había nacido con bajas defensas y desde que el recuerda siempre se enfermaba con la más insignificante cosa, además de que toda su niñez se la paso encerrado, en visitas a doctores y tomando variedad de medicamentos, cuando este fue creciendo comenzó a tener dolores de cabeza que cada vez se volvían más fuertes, todo esto lo llevo a una parte oscura de sí mismo que ni él conocía, sus padres llegaron a insistir para llevarlo con un especialista y hacerle una resonancia, Jisung con apenas 16 años le tenía un gran miedo a esa "máquina" o al menos así era como él la llamaba, había llegado a un acuerdo con sus padres, si él asistía a revisiones médicas cada semana además de que también tenía la condición de asistir a un especialista para controlar su ansiedad y atender su depresión, ellos no harían la resonancia y así fue como un año después el trato sigue estando en pie.
—Bien Jisung, al parecer tu nariz y pulmones se encuentran saludables además de que no has presentado dolores de cabeza, así que no hay nada de qué preocuparse, solo recuerda...— el doctor no terminaba de hablar cuando el chico lo interrumpió con una sonrisa en el rostro.
—Abrigarme bien en temporadas de frío y no estar mucho tiempo expuesto al calor sin tomar agua, ya lo sé de memoria— el doctor soltó una leve carcajada y revolvió los cabellos del menor, para luego dirigirse a su madre.
—Señora Han todo está bien, no suspenda sus vitaminas y tendremos resultados favorables cada vez más seguido— esta tenía una cara de completa alegría al escuchar esas palabras.
—Gracias doctor Kim, gracias.
—¿Qué quieres almorzar? preguntó la señora Han al menor mientras fijaba su mirada en el camino para evitar chocar.
—Pizza— lo único que alegraba a Jinsung de las consultas era que al salir, su mamá siempre lo consentía.
—Es muy temprano para comer pizza ¿No lo crees?— provocando un leve puchero en el menor.
—Escuchaste al doctor Kim, ¿No me vas a felicitar por estar sano?— la señora Han sonrió levemente.
—¡Comeremos pizza!
Al llegar a casa en la puerta se encontraba una pequeña melena rubia, con unos ojos brillantes y un chico alto y muy atractivo, los únicos amigos de Han son Felix y Christopher o como él prefería llamarlos, su pequeño Sunshine y Chris, tenían la costumbre de esperar a que llegara Jisung después de cada cita médica para subirle el ánimo cuando las noticias no eran buenas, pero también cuando eran buenas se quedaban a su lado.
El menor corrió al ver detenerse al auto, —¡Jisung!— pego un grito tan adorable que Chris no pudo evitar sonreír.
—¡Sunshine!— respondió el mencionado con una sonrisa en el rostro, respondiendo al abrazo dado por el menor.
—Vamos chicos, entremos— dijo la señora Han mientras subía las escaleras para abrir la puerta de entrada. Los chicos entraron detrás de la mayor, siendo Chris el último.
Ya instalados en la cocina mientras la señora Han servía vasos de agua que a su vez fue dando a cada uno de los chicos, el menor no soportaba la intriga.
—¿Y cómo te fue?— pregunto el rubio, con los ojos agrandados.
—¡Bien!— la mujer no tardó en responder, sin siquiera dejar hablar a su hijo.—Me fue muy bien chicos, gracias— Jisung volvió a responder sonriendo y mirando a su madre con orgullo.
—Pues mas te vale que sigas asi sunggie— respondió Chris soltando un pequeño golpe en el brazo al mencionado, el cual soltó una pequeña risa sintiendose bien por tener a sus amigos a su lado.
Pasaron las horas mientras los chicos platicaban de cualquier cosa, disfrutando de la compañía y por supuesto comiendo chucherías, llegó la tarde y antes de que se oscureciera ambos chicos decidieron retirarse, despidiéndose de su amigo con un gran abrazo.
Al caer la noche Jinsung ya se encontraba acostado en su cama mirando el techo como de costumbre, estaba cansado y no solo fisicamente, estaba cansado mentalmente de todo el dia tener una sonrisa en rostro y mentirle al psicólogo diciendo "cada dia me siento mejor", una vez estando a solas se odiaba, se despreciaba y se daba asco, cada noche se sumergía en su depresión y en sus lágrimas, mientras mordía sus uñas hasta brotar sangre de ellas, tambien mordia sus labios provocando hinchazón y pequeñas fisuras en ellos, sin darse cuenta mientras más crecía, más era el daño que se provocaba.
Y así una noche más se ahogaba en su propia oscuridad para despertar con una sonrisa falsa al siguiente día.
Ira un poco lento la historia, disculpen si no es tan buena :c
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"Love Photography" ~[Minsung]~
Fiksi PenggemarHan Jisung es un chico que padece de trastornos mentales, la depresión y una incontrolable ansiedad que no puede manejar, una sonrisa es suficiente para fingir ante una sociedad rota. Cuando intenta atentar contra su vida, encuentra a Lee Minho, e...