Carta a Chris

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Mentiría si dijera que se siente bien, su dolor es incomparable e inexplicable, sentía morir en vida, había perdido a su amigo, a el pequeño Sunggie que conoció siendo un niño, aún recordaba como se habían conocido.

Flashback.

Estaba molesto, no podía culpar a su madre o a su trabajo pero estaba molesto de que se tuvieran que mudar, dejar su antiguo hogar, escuela y amigos, a pesar de que todo mundo le decía al pequeño Chris de 7 años que era un ser que irradiaba paz, tranquilidad y comodidad a él siempre le costaba demasiado hacer nuevos amigos, por eso es que ahora se sentía frustrado de tener que comenzar de nuevo, sabiendo lo crueles que a veces pueden ser los niños.

Era el primer día de clases y no se sentía muy emocionado, sin embargo no había tenido ningún percance hasta ahora, se encontraba almorzando sentado en el pasto del patio mientras se cubría de los rayos del sol con un gran árbol, pero su momento de tranquilidad se vio interrumpido por unos niños no muy agradables cerca de él.

—Vamos pequeño cerdito come del suelo— dijo un niño algo alto, con ropas finas y egeocéntrico.

—Pero está sucio y no quiero— contesto un pequeño niño, de cabellos completamente negros, algo delgado pero lo que llamaba la atención de su físico eran unas regordetas mejillas, a los ojos de Chris eso era sumamente adorable.

—No me importa.

—¿Has visto tu cara?— hablo otro niño con la misma aura.

—Exacto, pareces un cerdo con esos cachetes, así que ahora traga lo que está en el piso pequeño cerdo.

El pequeño de cabellos negros no supo cuándo pero sus mejillas se comenzaron a humedecer por las lágrimas que escurrían en silencio.

Chris no muy lejos de ahí se estaba conteniendo de ir a levantar al pequeño y golpear en sus tontos rostros a los otros tres chicos, a pesar de que su mamá le había dicho que la agresividad no solucionaba nada esta vez solo quería golpearlos y olvidarse de aquello.

El trío de chicos se había burlado del menor y aburrido de solamente verlo sollozar así que simplemente se fueron, amenazando con regresar en cada momento.

Chris pensaba que todo había acabado, pero se equivocó, su corazón se vio roto por aquellas palabras.

—Soy un monstruo, soy horrible y asqueroso, si tan solo no tuviera estas estupidas mejillas podría tener amigos, seria mejor si... si... jamás hubiera nacido.

Esas palabras bastaron para que se levantara de su lugar y caminara hacia el pequeño que se encontraba sentado, abrazando sus propias piernas mientras hundía su rostro en las rodillas y lloraba.

—A mi me parecen adorables— dijo el pequeño castaño, sonriendo.

—Largo, no quiero comer nada solo para que te burles de como se ven cuando mastico— contesto el pequeño sin levantar la vista.

Chris se sentó frente a él y estiró una de sus manos para dejar suaves caricias en aquellos cabellos negros.

—Esos niños son unos tontos, tus mejillas a mi me parecen adorables y preciosas— eso bastó para que el pequeño levantara su rostro y se encontró con una enorme sonrisa de ese chico, una que hacía curvear sus ojos y mostraba los hoyuelos aún lado, le pareció encantadora y le dio seguridad.

"Love Photography" ~[Minsung]~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora