Teddy: Mi bebé Grey Parte II

Capitulo 1. "Bienvenido Teddy"

Capitulo 1.

-Christian, ¿Dónde está Teddy? - le pregunto alterada al ver que no tiene a nuestro bebé en brazos.

Me encuentro aún en la habitación del hospital, tengo mi bata puesta y la herida de la cesárea aun duele, pero no me importa. Me levanto para ir hacia donde esta Christian.

-Christian, mírame a los ojos y respóndeme...- tomo su cabeza entre mis manos, tiene sus ojos apretados fuertemente para evitar que las lagrimas salgan.

Después de unos minutos al fin los abre y las lagrimas recorren sus mejillas, algunas caen por mis manos.

- ¿Qué es lo que sucede? - pregunto insistentemente. -Responde de una vez...- le pido elevando mi tono de voz.

-Ana... Quiero que seas fuerte...- al fin me habla pero con un tono de voz muy suave y apenas audible.

- ¡¿De qué me estás hablando Christian?! - retiro mis manos de su rostro y mis piernas comienzan a debilitarse. Todo mi cuerpo comienza a temblar. -¡Habla de una vez! - exijo.

Christian me toma del brazo y me lleva de nuevo a la camilla, se sienta a mi lado y se queda observándome hasta que al fin decide hablar.

-El... Teddy... Nuestro bebé... murió. - Me quedo impactada al escucharlo.

- ¿Qué? ¡¿Mi bebé Christian?! No me mientas - empiezo a alterarme aun más. Las lágrimas inundan mis ojos.

-Quisiera fuera una mentira, pero no lo es Anastasia...

- ¿Pero cómo? ¿Cuándo? Dime que le sucedió, el estaba bien. -

-La doctora Greene me lo informo hace como una hora, tu dormías tranquilamente y no quise despertarte para que supieras algo así.

-Pero, ¡No Christian! Nuestro bebé... - mi voz comienza a debilitarse.

-Lo sé, Ana... pero esto no se quedara así, haré que el hospital y la doctora Greene paguen por esta negligencia tan estúpida. Pagaran por la vida de nuestro hijo. - me acurruco entre sus brazos llorando la perdida de mi hijo. De mi bebé que conocí por tan solo unas horas.

-Quiero verlo...

-¿Qué?

-Quiero verlo Christian, por última vez, a mi pequeño Teddy...

-Ana, no sé si sea buena idea...

-Por favor... - le suplico viéndolo a la cara.

Me da un beso en la frente. - Iré a arreglar todo para que puedas ir y verlo.

Asiento y espero a que regrese.

Quince minutos después regresa con una silla de ruedas a la cual no pongo objeción si hace que me lleve con el cuerpo de mi hijo más pronto.

Entramos a una habitación, es fría y completamente blanca. Al fondo esta un pequeño cunero cubierto con una manta blanca.

Me levanto de la silla, soy un vistazo atrás hacia Christian quien asiente y camino despacio hacia el cunero.

Levanto poco a poco la manta...

-Ana...nena... - escucho la voz tranquila de Christian llamarme.

Abro mis ojos y me doy cuenta de que todo había sido una pesadilla, la peor pesadilla de la vida.

-Mamá... tengo hambre...-vuelvo a escuchar la voz tranquila de Christian.