𝟰. 𝗖𝗔𝗡 𝗜 𝗦𝗧𝗔𝗬 𝗧𝗛𝗘 𝗡𝗜𝗚𝗛𝗧?

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𝐂𝐚𝐧 𝐢 𝐬𝐭𝐚𝐲 𝐭𝐡𝐞 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭?










"El alma descansa cuando echa sus lágrimas; y el dolor se satisface con su llanto. «Tú me haces sentir... tú me haces sentir » dijo en voz baja con fiereza « y no me gusta. Quiero que se detenga. Ahora"








*𝑨𝒈𝒐𝒔𝒕𝒐 𝒅𝒆 1995*

Me desperté agitada después de volver a ver aquella imagen en mi cabeza, su cuerpo inmóvil en mis brazos y los llantos de sus padres me seguían retumbando los oídos.

Bajé a la cocina con las esperanza de que un vaso de leche calmara la taquicardia que estaba sintiendo. Antes de poner un pie en la cocina las lagrimas empezaron a caer por mis mejillas ocasionando que el llanto dificultara mi respiración.

Una y otra vez su muerte no dejaba de atormentarme.

Me senté en una esquina del lugar sabiendo que no podría hacer nada más que llorar, llorar y ahogarme en el tsunami de emociones que estaba experimentando. Sentía que, perfectamente, pude haber muerto en ese instante.

-No de nuevo- Musité con dificultad

Agarré mi pecho con la intención de calmar mi respiración, empecé a clavarme la uñas en la palma de mis manso sin embargo, ni siquiera el dolor era capaz de opacar todo lo que  sentía.

-Niña- Susurró con sorpresa aquel hombre de cabello blanco parándose en frente de mí -¿Qué tienes? - Ninguna palabra fue capaz de salir por mi boca, solo pude mirarlo llena de terror. No podría afirmar si aquel hombre se encontraba nervioso al encontrarme en ese estado pero era notoria su deseo por ayudarme - Llamaré a tus padres - Objetó con la intención de salir del lugar, antes de que se apartara pude tomar su mano para detenerlo.

-No- Dije entre jadeos - Quédate conmigo- Era cociente de que necesitaba ayuda, tal vez él no era capaz de dármela correctamente pero no podría resistir estar sola un segundo más.

Gellert asintió sentándose a mi lado.

Comencé a ver de manera borrosa, necesitaba que todo se detuviera.

Empecé a arañar mis brazos de manera inconsciente, unos brazos rodeando mi cuerpo me obligaron a detenerme. Aquel rubio empezó a contenerme mientras los latidos calmos de su corazón ayudaron a que el mío dejara de correr.

-No estás sola- Murmuró pegándome más a su cuerpo logrando que, poco a poco, recuperara la cordura.

Cuando estuve menos alterada, Gellert me ayudó a levantarme y me posicionó en frente de la chimenea para luego volver a la cocina.

-Lavanda y valeriana - Me extendió una taza de te, se sentó a mi lado nuevamente y empezamos a beber mientras veíamos el fuego en silencio.

Volví a llorar en silencio.

Las lagrimas parecían interminables aunque, su compañía hacía parecer todo más sencillo.

-Gracias- Dije para romper el silencio incomodo.

-Tienes que dejar de actuar como si no sintieras - Su voz pesada, firme me prohibieron mirarlo a los ojos.

-No lo hago, no soy capaz de sentir con normalidad - Musité conteniendo algunos sollozos.

-Mientras más bloquees el sentimiento y lo mantengas encerrado, más doloroso será el momento de liberarlos. Eso que acaba de pasarte es una grieta en que muro. Empieza a hablar, niña, porque no siempre vas a tener a alguien para abrazarte en tu llanto-

𝑨𝒃𝒅𝒊𝒕𝒐𝒓𝒚  [ Experiencia de RD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora