𝑨𝒃𝒅𝒊𝒕𝒐𝒓𝒚 [ Experiencia de RD]

31. 𝗦𝗣𝗥𝗜𝗡𝗚 𝗘𝗤𝗨𝗜𝗡𝗢𝗫 [+18]

𝐒𝐩𝐫𝐢𝐧𝐠 𝐞𝐪𝐮𝐢𝐧𝐨𝐱

Le pregunté a Perséfone,"¿Cómo pudiste llegar a amarlo? Él te llevó de las flores a un reino dónde ni un solo ser vivo puede crecer"
Perséfone sonrió."Querida, cada flor de tu tierra se marchita. Lo que Hades me dio fue una corona hecha para las flores inmortales en mis huesos".

Mantuve dormido a Gellert durante 24 horas para que su cuerpo retomara fuerzas y purificara aquellos rastros de magia negra que no pude eliminar. Tomé su mano cuando abrió los ojos.

— Hey... — Gellert intentó levantarse de la cama a la que había conseguido moverlo, lo detuve sentándome a su lado. — Tómatelo con calma, estuviste dormido todo un día.

— ¿Qué hiciste?

— Nada que pusiera en riesgo mi vida — Gellert acarició mi rostro con una sonrisa y yo sostuve su mano, se veía tan débil.

Aquello era algo que jamás creí ver en toda mi eternidad, a Gellert Grindelwald débil ante mis ojos.

— ¿Cuánto poder usaste?

— Lo necesario para purificar tu cuerpo.

— Mía — Musitó con firmeza.

— Tal vez vomité un par de veces. — Me acomodé en la cama para arrodillarme a su lado — Pero estás bien y es lo que importa. No pude sacar toda los rastros de magia negra de tu cuerpo, vas a...

— Conozco los efectos secundarios, tendré temblores en las manos, voy a ser más susceptible al dolor y de vez en cuando tendré espasmos dolorosos. — Coloqué una mano en su pecho y empecé a masajearlo.

— Puedo quitarte eso, no será permanente pero hay un hechizo que puedo hacer y bajará los efectos de manera momentánea y puedo hacerlo cada vez que regresen. — Gellert negó con la cabeza — Déjame hacerlo, déjame cuidar de ti.

Gellert soltó un suspiro sabiendo que tarde o temprano lo convencería, siempre pensé que Gellert no se sentía merecedor de cuidados, así como no se sentía merecedor del amor.

Tomé sus manos y luego de depositar unos besos en sus nudillos empecé a susurrar.

— "Resistus maledi".— Sus manos dejaron de temblar y volví a besarlas. — Detendrá los efectos por unos meses.

— Gracias, niña.

— Gellert ¿cuánto tiempo te tuvo así?

— Horas. — Me recosté en su pecho y me detuve a escuchar el latir de su corazón y la sensación de su respiración —Traté de fingir el dolor al inicio, resistirla como sé hacerlo pero, ella lo notó después de algunas horas. Ella quería proyectarse en mi mente así que, dejé que me rompiera y se aseguró que me arrepintiera de haberla avergonzado, finalmente proyecté la imagen de Dumbledore arrebatándome la varita de sauco y se quedó satisfecha.

— Dejaste de pelear, pudiste simplemente proyectar la imagen que ella quería. — El tono de mi voz empezó a elevarse, la ira que había sentido un día anterior volvió a mí.

— Necesitaban verme sufrir para liberarme, tenía que cumplir con la imagen de subordinado.

— Dejaste de pelear, nunca más te atrevas a dejar de pelear. — Tomé su mentor con firmeza para hacer que me mirara. — Voy a matarla, va a sentir el dolor que te hizo sentir y luego de eso voy a matarla.