𝟵. 𝗟𝗨𝗝𝗨𝗥𝗜𝗔 [+18]

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𝐋𝐮𝐣𝐮𝐫𝐢𝐚


"En mi cama el olor a lujuria quedó y por las noches, mientras sueño, tu aroma a perdición me acaricia haciéndome recordar los días en los que era feliz..."








Dormir a su lado era la cosa más placentera del mundo, tener su olor impregnado a mi cuerpo y sentir su calor era completamente envolvente de una forma en la que no deseaba salir de ahí. Gellert se había vuelto mi lugar seguro de una forma desprevenida.

Esto era diferente a cualquier obsesión, quería estar a su lado verdaderamente y no por el simple hecho de cumplir un capricho; en especial porque él no era un soma, él me hacía enfrentar mi realidad y amigarme con ella. Me hacía llorar frente a él para que pudiera levantarme al siguiente día.

Abrí los ojos cuando la luz que entraba por la ventana empezaba a molestarme, al hacerlo me encontré con los ojos brillantes de aquel rubio que se había convertido en mi compañero.

-Buenos días- Musitó este al ver que ya estaba despierta.

-Buenos días, Don Freezer- Contesté de manera delicada ya que, aun seguía adormitada.

-¿Podrías explicarme lo que eso significa?- Preguntó el rubio acomodando mi cabello para poder ver mi rostro con más claridad.

-Cuando era niña veía una programa con mi madre donde un hombre rico había perdido a sus padres y se encargó de criar a sus hermanos pequeños, ese hombre tenía un corazón de hielo pero, un día conocido a una chica que veía al mundo como si fuera un campo de flores y ella lo llamaba de esa forma- Empecé a acariciar la mejilla de Gellert sintiendo la suavidad de su piel, tracé la forma de su nariz y luego sus labios. -Tu eres mi Don Freezer aunque yo no veo el mundo como un campo de flores-.

-Y yo no tengo un corazón de hielo, niña- Dijo con una ligera sonrisa en el rostro como si estuviera apreciando aquel momento.

-¿Ah no?- Dije sarcástica mientras lo empujé contra la cama para sentarme a horcajadas en su abdomen, puse mi mano en su pecho y desee desgarrarle la camisa de seda que usaba de pijama al sentir lo trabajado que este estaba. Claramente estaba nerviosa por hacer eso, en especial cuando me miró sorprendido porque no esperaba esa acción de mi parte pero estaba disfrutando aquel momento al máximo.

-Lujuria- Musitó el rubio -Me miras con lujuria- Agregó de forma provocativa. Joder, necesitaba quitarle la camisa en ese mismo momento.

Aunque sea algo que todavía no les haya contado a ustedes, yo recordaba cómo se sentía el sexo con aquel hombre y, definitivamente, quería que él me volviera a tocar de esa forma. El simple hecho de pensar en volver a sentir su calor, la forma en la que se introducía en mi sexo y como tocaba mi cuerpo ya me excitaba lo suficiente para desesperar mis deseos.

Sin decir palabra alguna me lancé a sus labios de manera agresiva y el rubio colocó sus manos en mi cintura apretándola ligeramente creando una fricción entre mi intimidad y su abdomen. Mordí su labio inferior tan fuerte que Gellert soltó un gruñido que solo logró excitarme mucho más. Apreté su pecho siendo en realidad su cuello lo que quería tener entre mis manos pero aun no me atrevía a hacerlo.

-Detente- Gellert me apartó de él en el segundo que solté el primer botón de su camisa. Otra cosa que recordaba era lo mucho que le gustaba someterme a la abstinencia hasta que pierda el control y no pueda detenerme.

-Gellert- Dije suplicante, esto era más que simple lujuria, necesitaba volver a sentirlo. Ahora que aquel rubio por fin era mío nuevamente, necesitaba que vuelva pertenecerme completamente. -Quiero saber como es hacerlo sin miedo a sentir ¿podrías otorgarme eso?- Pregunté aunque por dentro suplicaba que me cogiera de la forma salvaje en la que solo él sabía hacerlo.

𝑨𝒃𝒅𝒊𝒕𝒐𝒓𝒚  [ Experiencia de RD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora