𝑨𝒃𝒅𝒊𝒕𝒐𝒓𝒚 [ Experiencia de RD]

𝟭𝟱. 𝗙*𝗖𝗞𝗜𝗡𝗚 𝗛𝗢𝗚𝗪𝗔𝗥𝗧𝗦.

𝐅*𝐜𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬

"Qué belleza guardan aquellos que no encuentran su lugar entre tanta gente; no es soledad, es un privilegio no encajar."

Era mi último día en Grimmauld Place y todo se sentía como la calma antes de la tormenta. Aquella noche no pude dormir por más que intentaba. Me pegaba al cuerpo desnudo de Gellert tratando de que su calor me arrullara, pero nada parecía calmar la velocidad en la que latía mi corazón.

Era una de esas noches en las que mis piernas no dejaban de moverse tratando de liberar la ansiedad que sentía en el pecho. Las voces en mi cabeza no dejaban de presentar millones de escenarios que me perturbaban.

Me levanté con la mayor cautela posible para vestirme con la camisa de Gellert que se encontraba en el suelo, rebusqué entre sus cajones buscando algún cigarrillo y salí de la habitación buscando algo de calma.

Hice lo que siempre me relajaba cuando trataba de calmar todos estos sentimientos.

Bebí un poco de leche helada pero no era suficiente, empecé a fumar en la cocina sentada en la mesada; podía sentir que no era la única inquieta.

Aquella conexión que tenía con Harry podía ser abrumadora, apenas podía lidiar con todo lo que pasaba en mi cabeza y sus demonios eran tan fuertes como los míos. Sus miedos tampoco se callaban y sus inseguridades siempre rondaban en cada pensamiento, creí haberme acostumbrado a eso, pero, esta vez él también parecía abrumado.

Tuve la sensación de que él me buscaba así que lo esperé en la cocina mientras le preparaba una taza de té de durazno sabiendo que era su favorito.

- ¿Noche complicada? - Musitó al entrar a la cocina.

-Sí- Me limité a contestar mientras le extendía la taza de té - ¿Qué tan grave sería no volver a Hogwarts y quedarnos aquí unas semanas más? -

-Dudo mucho que Remus nos deje quedarnos más de lo debido, teniendo en cuenta la misión de Dumbledore- Traté de no tensarme al escuchar aquel nombre así que di una profunda calada a mi cigarro tratando de despejar aquel pensamiento.

-Oh, vamos, podemos jugar la carta de depresión porque nuestros padres están muertos. Siempre funciona. - Harry río de manera ligera, las bromas sobre nuestros padres muertos solo estaban permitidas entre nosotros y, por más turbio que sonaba solíamos hacerlas constantemente.

-Yo creo que sí agregamos el hecho de que vi morir a tu novio y Voldemort ha tratado de matarme múltiples veces si nos dejarían quedarnos- Esta vez yo fui quien rio.

-Exacto, esa es la actitud- Harry se sentó al lado mío y ambos nos quedamos mirando un punto fijo en la oscuridad.

- ¿En verdad no quieres volver? - Preguntó después de soplar un poco el contenido de la taza para poder enfriarla.

-No, no tengo ganas de volver al estrés de tener que estar detrás de Slughorn o caminar por los pasillos mientras todo el mundo me recuerda que tengo unos cuernos tan grandes como Rusia- Volví a dar una larga calada a mi cigarro.

No había pensado en lo que sería volver a ver a Draco en especial cuando la última vez que había visto a una versión de él, aquel rubio se encontraba dejándome sola en lo que era nuestra casa para no volver de manera indefinida.

-Al menos tú no tienes que lidiar con las amigas de Cho- Voltee a ver a Harry sorprendida, mi hermano no era ese tipo de personas que se sentaba a echar cizaña de los demás, a no ser que sea Draco. -Ya tengo muchas cosas en las que pensar y no tengo ganas de lidiar con todo ese drama femenino-