Ausencia que duele

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Medio año más había pasado, y el error de ambos jóvenes, tontos y enamorados fue callar, ocultar su tristeza y dejar solo en pensamientos los miles de "Te extraño" que querían pronunciar.

Ni Taehyung ni Jungkook se atrevían a decirse en voz alta la mucha falta que se hacían, desde ese cálido reencuentro otros seis meses habían pasado sin verse y era difícil.

Es sumamente difícil tener a la persona que más amas lejos de ti, no poder estar a su lado cuando te necesita y que tampoco esté a tu lado cuando tú la necesitas.

Ambos por cuidarse y no causarse dolor callaban lo frustrados que se sentían por tener que estar así, aunque seis horas de distancia no era gran diferencia, sus horarios sí que lo eran, muchas veces habían planeado sorprender al otro antes de lo previsto pero por juegos del destino, nunca se podía.

Estaban cansados pero no querían soltar la soga que los mantenía unidos, no se iban a rendir e iban a seguir luchando por lo que tanto les costó, aunque se estén lastimando uno al otro con su ausencia, preferían eso a renunciar a su amor.

El ahora castaño y el desde siempre azabache, se se sentían reconfortados porque su esperado reencuentro estaba cerca, era cuestión de esperar solo unas horas más y podrían verse, abrazarse y besarse como tanto deseaban, incluso iban a poder pasar las festividades y las vacaciones juntos, eso era algo que ya habían planeado y emocionados esperaban.

"Amor, avísame cuando estés cerca para ir a recogerte"

Un sonriente Kim Taehyung envió ese mensaje a su lindo novio, mientras se arreglaba lo mejor que podía.

El castaño salió de su casa para pasar a buscar a su adorado conejito, ya en el camino decidió comprar flores para recibir contento a quien ya esperaba por él en la parada de autobuses.

Su celular emitió el sonido de un mensaje entrante y él sonrió emocionado al leerlo.

"Amor ya estoy aquí, te esperaré"

Aceleró el auto lo más que pudo hasta que el pelinegro entró en su campo de visión, estacionó junto a él y contento abandonó el vehículo para envolver el cuerpo del contrario entre sus brazos, un cálido abrazo que ambos deseaban.

Sus brazos se estrechaban fuertes contra la cintura ajena, estaban felices y sus sonrisas lo demostraban, al separarse el menor miró embobado a su mayor, quien lo veía igual, el tan anhelado beso también llegó.

Ambos juntaron sus frentes, cerraron sus ojos, se dejaron envolver con sus aromas y unieron sus labios en un suave compás.

-Te he extrañado tanto mi amor- dijo el lloroso pelinegro mientras repartía muchos besos en todo el rostro de su hermoso novio.

-Por fin estás aquí, he comprado esto para ti- acercándose a la puerta del automóvil le tendió las flores a su conejito quien agradeció con un fugaz beso -sube al vehículo iremos a pasear-

Felices disfrutaron esa noche, una deliciosa cena, muchas tonterías, palabras bonitas y besos robados calentaron el sufrido corazón de ambos jóvenes.

Ese día sería para ellos, solo para ellos. Al día siguiente habían acordado llegar a casa, ese día sería solo de los dos. Al terminar la noche decidieron ir a un hotel donde podrían descansar hasta el día siguiente.

No hace falta decir que al llegar allí dieron rienda suelta a sus desenfrenados deseos, besaron cada lunar existente en el cuerpo contrario, acariciaron la piel ajena con devoción, se despojaron de sus prendas llevándose con ellas, muy lejos, todo lo negativo que había causado el sentimiento de añoranza.

-Te amo tanto... joder, tanto- con la piel desnuda y bañada en sudor el castaño apresaba entre sus brazos el cuerpo del menor, entrelazando sus piernas y oliendo el suave aroma que desprendía su cabello.

-Taetae tengo algo que decirte- el tono de voz y la ausencia del brillo en los ojos del contrario, lo hizo incorporarse preocupado.

-¿Qué pasó cariño? Me estás asustando-

-No es algo malo, bueno para mí no lo es, pero tampoco es demasiado bueno-

-No te entiendo-

-La universidad le cede beneficios a los alumnos más destacados, en mi carrera a los diez mejores los unen a talleres extras de capacitación, allí se dictan cursos avanzados y se refuerza lo aprendido, además se contará con la presencia de psicólogos reconocidos, algunos de ellos serán posibles tutores con los que podremos realizar prácticas y simulaciones-

-Pero eso es genial amor ¿has quedado dentro verdad? Adivino ¿Primer lugar?-

-Segundo en realidad, pero ese no es el problema amor, de por sí estoy feliz porque es algo muy bueno que me ayudará en mi carrera, lo malo es que los talleres se realizarán a partir de enero hasta marzo, terminados esos meses comenzará de nuevo el periodo universitario pero añadido a esto tendremos las tutorías y prácticas como horas extracurriculares-

-Lo que estás intentando decir es que...-

-Solo podré quedarme a las festividades, recibiré el año nuevo contigo y nuestra familia pero luego tendré que volver, sé que habíamos planeado algo distinto, yo tampoco me esperaba esta noticia-

-¿Cuando te lo dijeron?-

-El último día de clases, esperaba que estemos en persona para poder decírtelo-

-Lo entiendo-

El corazón afligido del castaño se estrujó más al saberse solo en las vacaciones y no como esperaba, ¿Que él podría ir a Seúl y estar con su conejito? Oh cuánto quería, pero no podía, su trabajo en la clínica era algo a lo que no podía renunciar, también era parte de su carrera y de sus sueños, y lamentaba tanto que sea así.

Si tal vez tuviera horarios fijos podría escaparse algunos días, incluso podría gastarse todo su dinero comprando boletos de avión con tal de estar a su lado por unas cuantas horas, pero era difícil.

Decidió callar y no decir nada más, le dio la espalda al lindo azabache que ya había comenzado a llorar, Jungkook buscando consuelo se apegó a su espalda y rodeó su torso apoyando su frente en la nuca del contrario.

El azabache también se sentía triste y desolado, tenía amigos, claro que sí. Pero ni un millón de amigos podía llenar la ausencia que sentía al no verse rodeado por los fuertes brazos de su amado novio, él lo único que quería y necesitaba era estar así, como en ese preciso momento, abrazándolo. Llenándose de su esencia, oyendo su voz, sintiéndose tan suyo y él tan de él.

-Lo siento cariño, lo siento-

Ambos derramaban lágrimas porque aunque no querían aceptarlo verse algunos pocos días y dos veces al año estaba siendo doloroso, ambos sentían que no duraría mucho más, pero ambos lloraban porque sabían que no serían capaces de soltarse.

No iban a soltarse, no cuando se amaban tanto.





































Espero que les guste este capítulo, ya estamos en la recta final.

Preguntita porque hace mucho dejé de hacerlas.
Si pudieran ir a su realidad deseada, ésta cómo sería???

Con amor
~ Noe

Aunque no te des cuentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora