Cobardía

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Ya era domingo, tenía el día libre y no me apetecía nada más que pasarme el día descansando, así lo hice, me la pasé durmiendo como un bebé y solo me despertaba cuando mi madre me llamaba para comer o cuando quería ir al baño.

El día se pasó volando y la noche llegó, lo más probable es que Taehyung ya se encontrara en casa así que lo llamé para preguntarle si podía ir, luego de recibir una respuesta afirmativa decidí darme un baño para posteriormente encaminarme hacia su hogar, al llegar allí un risueño peligris me recibió.

-Kookie, siento que no te he visto en meses-

-Pero si a penas ha pasado una semana-

-¿Ya ves? Una eternidad-

-Parece que lo dramático nunca se te quita-

-Nunca- dijo Tae envolviéndome en un cálido abrazo.

Ambos ingresamos a su propiedad para empezar con el maratón de películas que ya teníamos planeado ver.

-¿Y tus padres Tae? ¿Puedo ir a saludarlos o están descansando?

-Ellos no están, tuvieron que viajar a una capacitación para todo el personal de salud del hospital donde trabajan-

-Ah entiendo, entonces ¿qué película quieres que veamos?-

-Pues no sé, hay muchas opciones en Netflix, quieres de acción, comedia o romance?-

-Nada que tenga que ver con romance, por favor- dije soltando una risa

-¿Por qué? El romance es mi género favorito-

-Porque no me gusta dejar salir mi lado cursi, yo quiero de acción pero para que sea justo lancemos una moneda y que la suerte decida-

-Está bien, cara o sello, elige-

-Sello siempre-

-Va, yo soy cara-

Taehyung lanzó la moneda y la dejó caer sobre la alfombra de la sala donde nos encontrábamos, armé un puchero cuando en definitiva, la cara de la moneda era la que se podía ver.

-Será de romance entonces-

-Kim, eres un romántico empedernido y no te soporto-

-Oh, claro que lo haces- contestó entre risas

Pasaron 15 minutos mientras esperaba que él se decidiera, al final optó por una película titulada  "Call me be your name", ambos empezamos a verla en total silencio, a medida que los minutos transcurrían empecé a entender de qué iba el rollo. Nada más oportuno que una película romántica gay.

El ambiente era un poco sofocante, decidí ir a la cocina y asaltar la nevera, saqué algunas sodas y las galletas que Tae siempre guardaba en la alacena. Al tener todo volví y se las entregué para que también comiera y bebiera.

Mientras la película continuaba ambos comíamos como dispuestos a subir 10 kilos en una noche, nos terminamos todo y al no tener más soda, la cerveza fue nuestro comodín. Una, dos, tres... no nos dimos cuenta de en qué momento ya eran seis las que se encontraban en el suelo.

Ni Taetae ni yo somos de beber demasiado, en lo particular la cerveza no me gusta pero la bebo por mero capricho.

Cuando la película mostró escenas subidas de tono, donde ambos protagonistas se dejaban llevar por el placer el ambiente se pudo sentir más tenso, sentí un calor expandirse rápidamente por todo mi cuerpo, recorriendo cada rincón hasta llegar como una punzada a mi entrepierna.

Aunque no te des cuentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora