I was screaming your name trough the radio - Soukoku

Let's Take This (Shit) Show On The Road -VI

Principios de junio, siete meses para el lanzamiento de Corrupción. 

Chuuya intenta salir del estado de ánimo extraño en el que ha estado desde que habló con Arthur Rimbaud, pero es difícil. Se siente fuera de lugar, como si solo estuviera interpretando el papel de Chuuya Nakahara, empleado de Port Mafia Records. Ha trabajado muy duro para eliminar toda esta mierda de su pasado con su madre, y ahora parece que no puede escapar.

Se fueron de Tokio a Yokohama, y ​​Chuuya pasó los últimos dos días recorriendo la ciudad solo. Necesita algo de tiempo a solas, para pensar sin que la gente demasiado observadora con la que trabaja lo mire. No está seguro de a quién está evitando más, si a Kouyou, Hirotsu o Dazai. Cualquiera de ellos sería capaz de decir que algo estaba pasando al instante.

Terminó deambulando por los muelles, el océano le recordaba a Los Ángeles en cierto modo. Es extrañamente pacífico, a pesar de que hay gente gritando y trabajando a su alrededor. Está sentado en el borde sobre el agua, observando la escena que tiene delante. No sobresale como lo haría normalmente, se deshizo de su traje por un par de jeans que encontró enterrados en la parte inferior de su ropa y una sudadera vieja y andrajosa.

Apoya la cabeza en una de sus rodillas. Ha pasado mucho tiempo desde que sintió esto... »vacío» es la única manera que sabe cómo describirlo. Llenó los últimos dos años de su vida con energía y personas constantes. Había mantenido la sensación a raya. Se pregunta si alguna vez otras personas se sintieron así, si se miran en un espejo y se preguntan qué clase de criatura les devuelve la mirada. Él espera que no lo hagan. No le desearía esto a nadie.

—¿Así que aquí es donde has estado desapareciendo?— dice una voz por encima de él, asustándolo. Levanta la vista para ver a Dazai. Está vestido de la manera más informal que jamás lo haya visto, también con jeans y una camiseta de manga larga azul oscuro. Es raro, como ver a un personaje de dibujos animados con un atuendo diferente.

—¿Cómo diablos me encontraste?— pregunta Chuuya, sin calor en su voz, no tan sorprendido.

—Rastreé tu teléfono— responde Dazai rotundamente, sosteniendo su propio teléfono.

Normalmente,  le gritaría a Dazai por no respetar su privacidad, pero él solo asiente y vuelve a mirar el agua. No puede encontrar la energía para luchar contra él, para preguntarle qué quiere, para cumplir su papel en su estúpido proceso, sea lo que sea que sea esto. Solo una vez, desea que Dazai le crea cuando pide que lo dejen solo.

Dazai se sienta a su lado, colgando sus piernas sobre el agua. Chuuya espera que diga algo, que se burle de su elección de ubicación, que se queje de que Chuuya lo está evitando, que trate de llevarlo a otro lugar «menos aburrido» Sin embargo, no hace nada de eso, permanece en silencio, luciendo despreocupado mientras observa el agua tal como lo había estado Chuuya.

Chuuya no está seguro de cuánto tiempo pasa. Aunque se siente largo. Se queda mirando el agua la mayor parte del tiempo, tratando de despejar su mente de todas las cosas que lo están atascando en este estado de ánimo. La presencia de Dazai es de alguna manera útil, era difícil sentirse como nada cuando alguien que te conocía más que la mayoría de los demás estaba mirando.

Eventualmente, Chuuya tiene que preguntar, con voz áspera después de no hablar durante tanto tiempo
—¿Por qué me seguiste?

—Me aburrí— dice Dazai, sin reaccionar en absoluto cuando Chuuya rompe el largo silencio. Se aparta del agua para encararlo, rostro impasible.

—¿Y no crees que esto es aburrido?— pregunta Chuuya, sonriendo a su pesar.

—No, en realidad lo hago— confirma Dazai sin dudarlo—Sin embargo, es menos aburrido que trabajar.