Segunda Temporada de la historia "Hijo de la Luna"
Después de la muerte de Karol Sevilla las cosas cambiaron demasiado.
Tal vez el destino le tenía preparada una sorpresa a Ruggero, una sorpresa que nadie esperaba.
¿Será posible que ahora Ruggero...
—¡Nada!, sólo estaba viendo como coqueteabas con ese tipo. ¿Por qué aceptaste salir con él? ¡No me agrada para nada! —me habló molesto, abrí la boca ante lo que me acababa de decir.
—No tengo porque estar dándote explicaciones, Ruggero, ¡es mi vida!, yo puedo salir con quien quiera y cuando quiera —hablé de igual forma.
Ruggero comenzó a respirar rápidamente, de verdad estaba molesto pero no me iba a intimidar, las luces de mi habitación comenzaron a hacer cortocircuito, observé a Ruggero, me observaba furioso y apretaba los puños.
—Ruggero, para, por favor, vas a quemar los focos, por favor, para —dije tratando de sonar tranquila, mis padres no me perdonarían si los focos de la casa se fundían.
El ruloso hizo caso omiso y continuo haciendo parpadear las luces de toda la casa.
—¡Ruggero! —exclame—. ¡Mis papás están durmiendo, vas a despertarlos, necesitan reposar! —al decir eso él paró.
—¡Es que no puedo creerlo! ¡Estoy enamorado de ti! —me apuntó con su dedo índice—. ¡Mierda!
Abrí los ojos a más no poder, ¿me estaba hablando en serio?
—¡No digas eso!... Por favor —me gire y le di la espalda.
—¿Por qué no?, es lo que siento, Karol, por favor —posó su mano en mi hombro, pero la quite rápidamente y camine unos pasos lejos de él
—Tú no me amas... —susurre—. A la que amas es a otra comprende, Ruggero.
Ruggero se volvió a acercar a mí, sus ojos cafés reflejaban desesperación, quizá estaba pensando que también me iba a perder a mí como perdió a Sevilla.
—No, Karol, en serio que no —me dijo acunando mi rostro entre sus manos—. Te adoro, por favor... Aceptame.
Las manos de Ruggero temblaban, sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, estaba destruyéndose gracias a mí, mis ojos comenzaron a picar, debido a las lágrimas que amenazaban con comenzar a salir.
—Nunca me había sentido tan vulnerable... Desde que ella murió —habló.
Tomé sus manos que aún se posaban en mi rostro, cerré mis ojos ante el tacto.
—Escúchame, Rugge —dije mientras acariciaba sus nudillos con mi pulgar—. Vas a ser muy feliz, confía en mí.
—No puedo ser feliz mientras observo como sales con alguien más...
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Narrador omnisciente.
En medio del bosque se encontraba Lionel sentado en una roca, al escuchar como las ramas crujían debido a que alguien se acercaba a donde estaba se puso en forma de defensa y cuando se dió cuenta que era su nuevo amo, soltó un suspiro.
—¡Hola, angelito! —habló Lucifer con burla.
—Deja de llamarme así —habló con seriedad.
—Lo lamento, es que aún te recuerdo con alitas blancas... Pero, bueno... ¿Qué me traes de noticias? —dijo paseándose frente a Lionel.
—Nada —dijo con tranquilidad, mientras subía los hombros restándole importancia al asunto.
—¿Qué estás diciendo, idiota? —habló enojado—. ¡Dos malditos días y no me has conseguido información! ¡Te vi hablando con Karol Sevilla! ¡No seas imbécil!
Lionel soltó una risa y miró a Lucifer, quien literal, sacaba lumbre por la boca.
—Lo siento, pero no tengo nada —dijo con burla.
Lucifer se acercó a él y le dió un fuerte golpe en el estómago.
—Consígueme la maldita información, necesito saber cómo es que sobrevivió.
Dicho esto Lucifer desapareció, dejando a Lionel con un terrible dolor en el estómago.
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—Se acerca el día, linda, el día en el cual volveré a ver a mi hijo y tú podrás reencontrarte con él... —habló la luna mientras cepillaba el cabello de Sevilla.