Capítulo 23 •Conociéndola•

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•Karol Bernasconi•

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•Karol Bernasconi•

La verdad es que estaba bastante nerviosa, Lionel era un chico super guapo, sus ojos eran de un azul intenso, su piel blanca y cabello rubio, en verdad nunca me imaginé con encontrarme a alguien así. El caminaba con elegancia y parecía bastante pensativo, en el transcurso del parque a la cafetería más cercana.

No quise interrumpir sus pensamientos, así que me limité a hablar, observe mi cámara que llevaba colgada de mi cuello, busqué algo interesante para tomar una fotografía y fue cuando vi a una pareja de enamorados frente a una fuente, la escena se me hizo muy linda, así que enfoque mi cámara hacia ellos, Lionel se detuvo ya que vió que me había detenido a tomar la foto. Cuando la tome quede satisfecha con el resultado.

—¿Puedo ver? —me preguntó el ojizul con timidez, esboce una sonrisa, me gustaban los chicos que se interesaban por lo que yo hacía y por lo tanto me gustaba que Lionel fuera así.

—Claro —me acerque a él y le mostré la foto que le había tomado a la pareja.

—¡Te quedó bellísima! —sonrió y me miró.

—Gracias —respondí—. Algún día pienso hacer una exposición con todas las fotos que he tomado.

—¿Aparecerá la mía? —me sonroje.

—Sólo si tú quieres —respondí.

—¡Me gustaría! Creo que me esperaré hasta ese día para verla —me sonrió.

Cuando llegamos a la cafetería tomamos un asiento, por suerte Lionel compartía los mismos gustos que yo, ya que prefirió el asiento que tenía vista hacía la calle, que cualquier otro.

Una mesera se encargó de tomarnos la orden, ambos pedimos chocolate caliente, otra cosa que teníamos en común.

—Sabes, es agradable conocer a alguien aquí —comentó—. Así ya no me siento tan solo.

—Me agrada que pienses eso —dije tímidamente.

—Platícame sobre ti —comentó mientras rodeaba su taza de chocolate caliente y entrelazaba los dedos de sus manos.

—Bueno, pues, como ya sabes amo la fotografía, soy muy solitaria, no tengo muchos amigos, ya sabes... —me interrumpió.

—¿Novios? —preguntó divertido.

—¿Qué? —reí—. No, no... No creo en los novios —dije francamente, Lionel me miró frunciendo el ceño.

—¿Cómo es eso? —pregunto confundido.

Solté un suspiro, no acostumbro decir mis razones por las cuales no he querido tener un novio, pero es que la verdad siempre que intento algo con alguien me sale mal, de la verga, todas las experiencias amorosas que he tenido son un fracaso, sólo me utilizan o simplemente están enamorados de alguien más y por lo tanto a mí sólo me toman como una distracción para olvidar a quienes de verdad quieren, la verdad es que mi suerte con eso de los novios no es muy buena. Pero que más da, de amor no se vive.

—Bueno, pues, simplemente odio las etiquetas, decir que alguien es tu novio o novia es una etiqueta —Lionel asintió no muy convencido—. Odio esas cosas.

—Ya veo —dijo—. No creo que sea del todo malo...

Entrar en el tema de los novios y vidas amorosas no era mi fuerte, detestaba que sacaran temas así y si Lionel por un momento me pareció guapísimo esto de la conversación le quitó puntos, simplemente porque no quiero saber nada de amor.

—¿Podemos hablar de algo más? —él asintió.

—Si, claro... Dime más cosas sobre ti —sonrió.

—Bueno, igual adoro leer, estar en casa viendo películas pero también me gusta divertirme mucho —sonreí.

Lionel soltó una risa y me miró divertido.

—Define divertirte mucho.

—Lo que una chica de 19 años puede hacer, ir a discotecas, bares, obviamente sin hacer cosas que vayan más allá de algunos tragos.

Lionel curvo la comisura de su boca y levantó una ceja.

—¡Vaya, tenemos mucho en común!

Buscando el Final FelizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora