lies 1.18

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TE AMO


 

    Era increíble mi manera de seguir la métrica de sus ojos, cuando en estos no había más que un hórrido sentimiento de ira, de cualquier forma, no podía solo rehuir de él, no cuando me sostenía del alma sin siquiera él saberlo. Tampoco es que deseaba soltarlo, aun así, no eludía el miedo pese que en el fondo sabía que su intención no era hacerme daño. Estaba muy segura de ello.

—Suéltame ¿Sí? —rogué notoriamente asustada y es que, esconderlo era totalmente imposible, sin embargo, por el momento eso a él no parecía importarle y pese a ello yo seguía creyendo que no me haría daño. En un segundo intento, traté de zafar sus dedos de mi antebrazo, pero no estaba resultando creo que la furia lo hacía aún más fuerte—. Yo no... no te hice nada.

—¿NO? —apretó su agarré más de lo que pensé que podía y entonces temí por mí. ¿Qué tan capaz era, de hacerme daño?

—Me estás lastimando —gemí del dolor y a él seguía sin importarle.

—Siempre será así, te lo aseguro —una esquina de las comisuras de sus labios se estiró. Ironizando su sonrisa como usualmente lo hacía cuando tenía algo oscuro en mente. Algo para nada bueno porque él lo acabó de decir. Su sonrisa se consumió y su agarre desapareció. Comenzó a irse, pero se detuvo tras haber escuchado la voz de Chanyeol llamando por mi nombre.

—Ayleen —retorné a verlo —. ¿Puedes venir conmigo un momento?

Dudé, pero terminé accediendo, después de todo creo que con Chanyeol me sentiría más segura que con Jungkook.

Solo di un paso. Un pequeño y dudoso paso en su dirección y volví a estar sujetada por Jungkook caminando en dirección contraria. Jalada hasta su auto y obligada a subir en el mismo sin mi previo consentimiento. Aunque tampoco hice nada para impedírselo, estaba lo suficientemente turbada como para hacer una escena de oposición.

Desde el interior del auto miré a Jungkook hacer un par de señas a Chanyeol como advirtiéndole de algo que no podía escuchar. Tomé mi hábito de morder mis uñas entre tanto giraba a ver a Chanyeol, quien le dedicó una sonrisa mofa y un par de palabras a Jungkook el cual no quiso escuchar porque entró y comenzó a conducir casi de inmediato.

—Colócate el cinturón de seguridad —ordenó y así lo hice. Permanecí media hora en silencio con un incómodo dolor en el pecho, los nervios desbordados y un mal hábito de hacer movimientos repetitivos con mi pie. Estaba ansiosa y asustada a la misma vez —. Cálmate —murmuró colocando su mano sobre mi pierna, parando mi frenética inquietud con su forma deficiente de tranquilizarme. Dejé de mirar por la ventana para poner mi atención en él. Sostuvo su mirada sobre el camino a dónde iba por un diminuto tiempo y luego retornó a verme. Sonrió como si fuera el mejor método de anestesia a mi estado crítico emocional y volvió a concentrarse en el camino aun sin quitar su mano de mi pierna —. Lo siento, no quería hacerte daño.

No quise hablar así que solo asentí volviendo a dedicar mi atención hacia la ventana, hacia los edificios que se quedaban atrás a medida que el auto seguía su curso a un lugar desconocido para mí. Entramos a un sitio dónde las casas y grandes edificaciones comenzaban a tomar aspectos desgastados y demasiado obsoletos. Un par de minutos más y el auto se detuvo en el aparcamiento dentro de un edificio con la misma apariencia o peor que los demás.

—Mírame —exigió sutil, colocando su mano bajo mi mentón y obligándome a mirarlo —. ¿Me tienes miedo? —seguí la cadencia de sus ojos entretanto meneaba mi cabeza en negación. Honestamente si le tenía miedo —. Entonces deja de mirarme así y habla.

lies | Jeon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora