OBSESIÓN
Golpeé repetidas veces su dorso, pero no se inmutó ni un poco solo siguió caminado como si yo fuese cualquier objeto, cuando a fin de cuentas llegó a un auto que no pude ver en un inicio, me bajó colocándome dentro del mismo y asegurándose de cerrar la puerta, en el caso de que yo tratara de huir. Honestamente si había pensado en ello, pero no quise hacerlo cuando supe de quién se trataba.
El miedo y la desesperación dejaron mi cuerpo en un solo chasquido de dedos, sin embargo, las secuelas eran: un corazón cansado, pulmones abatidos y un cuerpo extremadamente frío. Respiré hondo varias veces mientras lo veía rodear el auto y pocos segundos después subirse. Podía decir que me sentía mejor ahora que lo tenía cerca, pero no lo suficiente. Dejé de mirarlo, eché mi cabeza hacia atrás y con el poco aliento que parecía tener hablé:
—¿Qué diablos estás haciendo? —fruncí mi ceño y lo golpeé en el hombro.
—¿Estas molesta? —formuló sabiendo cual era mi respuesta. Lo miré sobre mi hombro sin aminorar mi enojo con él y enseguida entendió que no iba a responder algo que se veía a simple vista —. Es extraño —ladeó un poco sus delgados labios y la confusión para mí no pudo ser peor —. Debería ser yo el que esté molesto.
Entonces recordé lo que sucedió esta mañana y mi manera extraña de actuar. También recordé lo que había decidido para mi supuesto bien. Miré hacia el frente mientras me acomodaba de manera correcta.
—¿Por qué... estarías molesto? —la tonalidad de mi voz era baja, pero no como para que fuese un susurro. Aun me sentía mal por actuar como había actuado, pero mis razones lo justificaba, así que no me arrepentía.
—Se supone que lo íbamos a intentar —utilizó misma tonalidad, solo que sonó... un poco ronco, motivo por la que me vi intimada a mirarlo nuevamente. Se encontraba un poco girado en mi dirección con su cabeza ladeada y descansando en el espaldar del asiento, se veía un poco desilusionado obligándome a sentirme culpable. Sabía que era esa su intención y traté en lo posible de no sentirme así.
—¿Intentar qué? —susurré y pese a ello sonó a una sumisa y fatigada protesta. Después de que descubres cuales son tus sentimientos todo cambia, pero cuando descubres que esos sentimientos son dedicados a la persona equivocada, todo empeoraba, eso era lo que sucedía conmigo.
—¿Quieres saberlo? —masculló posando su manos tras de mi cabeza y acercándome a su rostro. Mi corazón latió demasiado fuerte, buscando una ingeniosa forma de deshacer de esa piedra que lo lastimaba, pero no hacía más que cansarse. Me odiaba muchísimo porque no tenía el valor de hacer nada, ni mucho menos para detenerlo y es que cuando algo te gusta demasiado siempre buscas la manera de obtenerlo y no perderlo. Él me gustaba más de lo que podía imaginar.
—Uhum —no podía hablar, no cuando tenía sus labios acariciando los míos.
—Te lo diré —aguardó alejándose de mí un poco y un segundo después como si la tentación lo consumiese aprisionó mis labios con los suyos. Esa era una manera de mantener mi razón fuera de mi propio alcance y él lo sabía o quizá lo presentía.
Se alejó, me observó a la par y sonrió un poco. Entonces supe que no pensaba decirme nada, su intención había sido solo dejarme con la duda. Cuando procedió a encender el auto llamé su atención colocando mi mano sobre el volante.
—Dijiste que ibas a decírmelo —regresó a verme por unos segundos, luego se aproximó para tomar el cinturón de seguridad y a ayudarme a abrocharlo.
—Más tarde —regresó correctamente a su puesto e hizo lo mismo que conmigo. Poco después el motor del auto rugió llamando casi de inmediato mi atención. No había accedido a irme con él, pero tampoco pensaba en rehusarme, después de todo jamás hacía lo que le pedía. Así que solo me quedaba por preguntar:
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lies | Jeon ✓
Romance嘘 | Las pequeñas mentiras atraen grandes caos amor: mentiras, dolor, traición. publicación: (?) finalización: 20 | AGO | 2022 Está historia tiene una mezcla de; romance, demasiado drama y un poco de cliché. Qui...