lies 1.24

447 40 38
                                        

SOLO POR TI



       Él era todo lo que quería, como también lo seguía siendo ahora y quizá lo siga siendo mañana. O quien sabe. El punto es que, si iba a escoger entre el ayer, el mañana y el hoy, pues me quedaba con el hoy. Quería pisar todo lo que abarcaba el pasado y no quería preocuparme mucho por lo que fuese a pasar en el futuro. Sea a dónde tuviese que llegar o lo que me esperaba en el otro extremo, no importaba. Mientras podía ser libremente feliz sin tanto prejuicio, al menos hoy sé qué será perfecto. Y el hecho de que él y yo estemos juntos, me hacía pletóricamente feliz. O al menos hoy así me sentía.

—¿Y bien? —murmuró. Dejé de apoyar mi peso en mis manos que estaban asentadas en el suelo tras de mí a la misma vez que entrecruzaba mis piernas que las tenía estiradas. Observé las palmas de mis manos la cuales muchas piedritas pequeñas se incrustaron en mi piel y también la cicatriz que... Me alejé de esos lastimeros recuerdos de ese entonces, me prometí no valerme de ello para tomar cualquier decisión que tenga que ver con Jungkook y así lo iba a hacer. Sacudí mis manos mientras me removía hasta quedar frente a él.

—Y bien ¿Qué? —emplacé mi codo sobre mi rodilla, mis dedos se cerraron en un puño para apoyar mi mejilla en la misma. Al principio me habría sido sumamente intimidante mirarlo a los ojos, pero ahora me era encantador. Repasé cada movimiento que él hacía, de hecho, imitó mí misma posición. Tal cual. Entreabrió sus labio y a una palabra y media de responder nos distrajimos con las ligeras gotas de lluvia que empezaron a caer. Ambos nos enderezamos correctamente la espalda mientras mirábamos el cielo adoptando nubes oscuras. Bajamos la cabeza al mismo tiempo y nos miramos tenuemente confundidos. Y es que, en realidad al principio no parecía que iba a llover. De lo que había ido del día, el cielo estuvo parcialmente despejado, hasta hace un rato que prácticamente se volvió oscuro repentinamente o simplemente se tomó el tiempo y no nos habíamos dado cuenta.

—¿Qué somos? —preguntó de repente olvidando la parte en la que estaba a punto de llover y que por lógica nos mojaríamos. Humedecí mis labios pensado bien en lo que diría. Claro sin primero jugar un poco con él.

—Personas ¿No? —incliné mi cabeza fingiendo ser ingenua o boba, pero su reacción no fue más que masajear su mentón con dos de sus dedos: índice y pulgar. Creo que tal vez estaba pensado en reformular su pregunta, por lo que decidí evitar todo ese proceso respondiendo lo siguiente: —Amigos —su mano bajó de su mentón para acto siguiente cruzarse de brazos y plegar un poco su entrecejo con una de sus cejas enarcadas. ¿Qué podía decir? No le gustó para nada mi respuesta. Y quería reírme.

—¿Amigos? —enfatizó en su pregunta como si por razones extrañas había escuchado mal o si al caso yo me equivoqué.

—¿Hay algún problema con eso? —me crucé de brazos e intenté verme lo más severa y verídica que pudiese.

—¿Qué clases de amigos? —entrecerró sus ojos y a mí no se me pasó la idea de que estaba sacando algo más allá de una simple palabra.

—Amigos y ya —me encogí de hombros sumando un ligero movimiento de cabeza.

—En eso incluye... —su frente se acomodó sobre la mía y eso de acariciar mi nariz con la suya no había dejado de ser para mí la sensación más bonita —. Besarte hasta quedarme sin aire, tocarte tanto como yo quisiera, amarte en todos los sentidos y despertar a tu lado cada mañana —musitó y todo mi yo interno se desplomó, aún más cuando sus labios se tomaron la osadía de aprisionar los míos. Solo era eso, un sencillo y sincero beso que en cuestión de segundos se profundizó. Su mano se había situado en mi nuca asegurándose de que no me alejara y a ciencia cierta quise hacerlo, pero la tentación me ganó y mejor me quedé ahí. Aceptando su beso en la azotea del edificio más alto. Tras un lapso tomamos distancia y volviendo a lo anterior, me fue razonable desaprobar ese concepto de "amigos" que él tenía.

lies | Jeon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora