lies 1.13

275 50 44
                                    

TE ATRAPÉ



       Había colocado mi mano sobre la suya sí, pero eso no significaba que iba a aceptar irme con él, todo lo contrario. Suspiré hondo y me incorporé de la banca. Me sentía mal por él y aún más cuando luego de haberme levantado, sus brazos me capturaron en un abrazo con demasiada emoción, inclusive mi garganta se hizo un nudo para detener esas palabras que matarían toda esa ilusión que él había creado por mi culpa.

No me apetecía abrazarlo así que no lo hice, dejé que mis brazos se quedaran inmóvil mientras él susurraba varias cosas que ni si quiera le estaba prestando atención. Solo esperaba el momento exacto para mencionar mi auténtica decisión. Dejó de abrazarme, posteriormente situó sus manos en mis hombros y siguió el ritmo de mis pupilas.

—Creí que...

—Lo siento —susurré.

—¿Por qué dices eso? No entiendo —sus labios consumieron su sonrisa de a poco hasta dejarlos en un fina línea recta.

—No pienso irme contigo a ningún lado —apreté mis labios, pasé a mirar el suelo por un corto fragmento de tiempo y volví a mirarlo —. No puedo dejarlo todo ¿sabes? Y aún menos cuando ni siquiera me das una razón importante para hacerlo.

Bajó sus manos a sus costados y suspiró con calma como si estuviera contiendo las ganas de explotar.

—Te daré una razón, pero si vienes conmigo.

Era un riesgo demasiado grande como para querer aceptarlo a ciegas, pero sabía que no me lo iba a decir sino aceptaba. Y si me refería a riesgo no era por él sino por mí. Sabía que nada era como antes, hablando de mis emociones y sentimientos, por lo que no podía prometer que después de irnos iba a estar todo de maravilla.

—Si esa es tu regla entonces definitivamente no me iré contigo —retrocedí un paso.

—Sé que si así te lo dijera no te irías conmigo —rió con ironía a la misma vez que alborotaba su cabello totalmente deslucido —. No soy estúpido Ayleen.

No entendí porque llegó a deducir eso, ni que es lo que él quería que yo captara, porque sin duda se trataba de una indirecta que de alguna forma me arrebató la paciencia.

—Creo que no llegaremos a nada —quise irme, el problema fue su absurdo y repentino tema a discutir, como si hubiera estado guardando lo mejor para el último momento.

—Entonces es cierto —lo miré a la par, esperando a que continuara lo que debía decir —. Todo es debido a Jungkook ¿No es así?

Mi cuerpo se enfrió en su totalidad y mis manos empezaron a sudar por lo nerviosa que me había puesto, pero eso no significaba que había acertado, sino que fue algo muy sorpresivo y que no estaba de más que haya reaccionado de esa manera. Escuchar su nombre de la nada y darle toda la culpa me había tomado por sorpresa.

—No entiendo que tiene que ver él en esto.

—Solo admítelo. Sería mucho más fácil si dejas de mentir y eres sincera.

—Es suficiente ¿sabes? Puedes creer lo que tú quieras. Si quieres pensar que es debido a Jungkook, hazlo.

Eso había sido suficiente así que lo dejé solo, esta vez había sido yo la razón por la que finalmente podía decir que se daba por terminado todo. No iba a mentir, me estaba doliendo, pero ese dolor no era para nada comparado al de hace algunos años atrás. Le quedaba corto, demasiado corto.

El frío de la noche comenzaba a intensificarse tanto que se estaba congelando todo mi rostro, casi no podía sentir mis facciones, inclusive podía decir que mis pestañas estaban congeladas. El resto de mi cuerpo se encontraba bien abrigado excepto mi rostro y por obvias razones, mi cabeza también. Me detuve al recordar que había guardado en mi maleta un gorrito negro de lana, antes de salir de casa. En cuanto lo tuve en mis manos recordé también quién me lo había regalado y la relación que había con lo que dijo Chanyeol.

lies | Jeon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora