lies 1.20

318 50 41
                                        

EL PEOR ERROR


       Pensé estar lista para todo esto, pero sentía que casi no podía respirar, me dolía el pecho y tenía la sensación de que estaba cayendo al vacío, uno que: a medida que caía varias lanzas traspasaba mi cuerpo. Cada parte de mi cuerpo se enfriaba y un ligero dolor en la cabeza aparecía junto a un repentino mareo. Ya había dicho lo que tenía que decir, en su forma más simple. No había mucho que hacer, ahora.

—No necesito que lo creas —murmuré de forma sosa mientras limpiaba mis lágrimas con el dorso de mi mano —. Eres la persona más repugnante que he conocido en mi vida. No sabes cuanto te odio —no deseaba estar más aquí, no estaba bien y no lo estaría por un buen tiempo. Giré sobre mis pies, sin embargo, sus dedos se cerraron alrededor de mi brazo. No sabía dónde pude haber retenido fuerzas, pero había sido lo suficiente como para alejarme —. ¡No vuelvas a tocarme!

—Dime que es lo que quieres que haga con eso.

Devolverme el amor que desperdicié en ti o que me amaras devuelta.

—Deséchalo, total, solo es basura.

Me sentía precisamente como eso. Sentía que valía poco y que quería desaparecer por el resto de mi vida. Mas que sentir asco por él, lo sentía por mí misma.

Esta vez pretendía irme, solo que volví a detenerme por mí misma. Una voz tenue llamado por el nombre de Jungkook, me obligó a girar a ver a esa persona, que lastimeramente conocía, que en un acto de amabilidad trató de advertirme lo que pasaría si seguía aferrándome a él. No quise escucharla y ahora estaba aquí recogiendo los pedazos rotos de mi corazón.

—Él está aquí —mencionó poco después de visualizarme de forma sosa e hizo un ademán con su cabeza hacia dentro de ese espantoso lugar —. Quiere verte.

Ya nada tenía que ver conmigo, así que retomé mi camino hacia la salida mientas ponía un poco de atención a la respuesta que él daba.

—Iré enseguida —sus pasos se escucharon tras de mí, hasta finalmente alcanzarme y estacionarse en frente mío, obstaculizándome el paso. No pensaba discutir más con él, así que no hice nada más que detenerme y dar una pequeña sugerencia.

—Te necesitan ahí dentro, no pierdas más el tiempo conmigo.

Suspiró hondo mientras observaba hacia un punto con incertidumbre. Miré ese lugar también, solo que no encontré nada inusual que ver, así que volví a mirarlo, él hizo lo mismo. Antes de querer decirme algo humedeció sus labios y soltó un corto suspiro.

—Solo espera aquí ¿sí?

Asentí lentamente un par de veces no porque fuera esperarlo sino porque no existía otra manera de deshacerme de él.

—Está bien...

—Por primera vez has lo que te pido, por tu propia cuenta, no me obligues a hacerlo peor.

Mi pequeño amor hacia mí misma, no pensaba o no quería escucharlo, así que solo esperé a que desapareciera tras de esa puerta. Cuando finalmente dejé de verlo, solo seguí caminando hasta salir por completo de ese oscuro y tétrico lugar. No había dejado de sentirme tan mal, tan enferma, tan perdida y vacía, por ende, tampoco había dejado de llorar. La lluvia sobre mí no me sorprendía, de hecho, la sentía tan mía que pensaba que estaba consumado precisamente para mí.

No deseaba pensar en nada, pero ahora eso me resultaba tan complicado sobre todos cuando las escenas entre nosotros aparecían una tras otra. Me tomaría bastante tiempo olvidarlo todo y que el dolor que sentía se desvanezca. Anhelaba poder borrarlo de mi cabeza, de mi corazón e inclusive de mi piel, pero era tan contradictorio que a la misma vez no quería dejarlo ir.

lies | Jeon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora