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- Katsuki te odio. - Deku estaba en medio de la cama matrimonial, sentía su cuerpo entumecido. El alfa masageaba sus piernas con una loción, se sentía apenado de lo rudo que era su lado animal, se sentía tan culpable de dejar a su omega tan hecho polvo.

- Perdón bebé, mi alfa no mide su fuerza a la hora de entrar en celo. - le sobaba con calma sus caderas y muslos. - ¿Te duele la espalda? -

- Sii - puchero de manera tierna, quería ser consentido luego de aguantar tantas horas de sexo con el alfa. Katsuki se río de ello y comenzó a hacerle masajes en el vientre y pecho, todo su cuerpo había sido marcado por el alfa. No podía decirlo en voz alta pero, estaba complacido de dejar tantas marcas en cada esquina del cuerpo del omega, era su forma de marcar territorio ante cualquiera que se atreva a ver a su omega. Y el omega también lo había marcado, tenia las marcas de sus mordeduras, arañasos y chupetones por su cuerpo. Eran realmente salvajes a la hora del sexo.

-avise en tu trabajo que te ausentarás un día más. - dijo masajeando la espalda de Izuku, esta también llena de marcas que produjo él. - Por obvias razones les dije que no te podías mover. Y ellos comprendieron. -

- ¿Que les dijiste? -

- Que estuviste en mi celo y que te di como cajón que no cierra. - cerro la tapa de la loción luego de haber terminado.

- ¡¿Qué?! -

Durante ese día se encargó de todo en el hogar, a pesar de que de sentía agotado y con pequeños dolores en su cuerpo, no se sentía tan mal como el omega. Le preparó su desayuno y almuerzo, le volvió a dar una sección de masajes y unos pequeños ejercicios para poder moverse, para finalmente estar ambos en la sala de estar. Katsuki preparaba la cena mientras que Izuku estaba sentado comiendo una manzana, miraba como el alfa se movía por la cocina como todo un profesional. Además de disfrutar la perfecta vista que este le daba.

- Si me sigues viendo te comeré a ti y no la cena. - degustó la salsa en su boca.

-Kacchan no seas malo, aún me duele el cuerpo. - camino lentamente hacia el alfa que estaba de espalda y lo abrazo hundiendo su cara en esa fornida espalda. - Soy un chico muy afortunado, tengo a un novio apuesto y muy hábil en todo lo que se propone. Además de ser sexi. - dijo lo último divertido.

Katsuki se volteo y lo tomo de cintura para sentarlo en la mesada. - Aquí el sexi eres tú, no me tientes o el lobo te comerá. - beso al contrario bruscamente.

Disfrutaron ambas bocas con calma, eran una sensación muy cálida y desesperante, querían pasar a una acción mas brusca pero el omega aún esta a dolorido. Katsuki se tuvo que contener de estampar al peliverde contra esa mesada y llenar esa cocina de gemidos y suplicas de su novio.

- ¿Quieres helado de postre? - al peliverde le brillaron los ojos ante la mención del helado. - Por tu cara y saliva creo que si. -

- Voy a poner la mesa. - salto de la mesada para caminar hacia la sala, Katsuki lo vio ir y no podía evitar ponerse nostálgico, recordó esa vez en la que la primera vez que se quedó a dormir en la casa del omega este andaba muy alegre y risueño. Cantaba y saltaba por la casa, feliz de saber que su alfa se quedaría a dormir.

De la misma manera estaba ahora, solo que ya era común ver a Izuku dar saltitos de felicidad cuándo su alfa lo consentía, era lo mas tierno de sus actitud.

- Woooou! Que ricoo!!! Eres increíble Kacchan. - alagó el increíble espaguetis que había echo el rubio, Izuku sentía una fiesta de sabores en su boca. Era delicioso.

- Tu alfa es increíble en todo lo que haga. - hablo con orgullo.

- Si, y eso es raro. - dijo comiendo otro bocado.

- ¿Por que es raro? -

- Porque eres prefecto en todo, no encuentro algo en lo que seas malo. - llevo sus palillos a su boca de forma pensativa. - Ya encontraré algo malo que hagas. -

-De acuerdo. - acarició la suave cabellera del mas bajó. - Por cierto, tu mamá llamo. Quiere que vallamos a comer. -

"Di que no"

No seas cobarde.

Izuku volvió a llevar los palillos a su boca de forma pensativa, ya había faltado dos semanas y un día, no podía darse el lujo de faltar tanto. Tenia trabajo que hacer todos los días, siempre hacia falta los médicos y no podía no ir a trabajar por gustó. Luego recordó que le había echó una promesa a la omega que estaba en pediatría, si le fallaba a Uzui se sentiría muy culpable.

- Creo que le llamare y le diré que no podre. Estoy muy ocupado, a menos de que tu quieras ir. Si es así llamare y pediré mis vacaciones adelanta-

-¡No!...digo, no Izuku. - carraspeo mientras seguía comiendo. - Tengo mucho trabajo atrasado, la empresa no se mantendrán sola cariño. - Izuku lo miro confundido para luego fruncir su cara al darse cuenta que ocurría.

- Katsuki Bakugou, sigues en evitar a mis padres por la cena fallida. - Katsuki se sobresalto al ser descubierto, para luego simplemente asentir.
Bajo la mirada entristecido y Izuku camino y rodeo la mesa para sentarse en el regazo del alfa. - Cariño, yo en verdad lo siento mucho. No creía que lo tomarían tan mal, pero no es tu culpa. Eres el hombre mas maravilloso de la tierra, ellos no lo saben y no lo sabrán si no lo sigues intentando. - beso ambas mejillas del rubio. - Además de que ya tuvieron su castigo. -

- ¿Qué? -

- No les habló desde esa horrorosa cena, de echo papá me envió flores de disculpas pero yo se las devolví con vinagre. - sonrió orgullo.

- ¿Por qué vinagre? - acarició la cintura del peliverde.

- El siempre me dice que cuándo me enojo soy muy agrio como el vinagre. Era una forma de recordarle como me sentía. - y por las insistente llamadas de su madre en que hablaran podía percibir de que él lo entendía. Una ocasión en el que su madre le llamo esta le paso el celular y cuando Izuku noto su voz le corto inmediatamente.

- Pero yo no quiero ser la discordia que hizo que te pelearas con tu papá. - abrazo al contrario mientras besaba sus mejillas. Realmente apreciaban mucho el omega que tiene junto a él, pero no quería que estuviera triste y desolado de su familia, cometieron errores pero es su familia después de todo.

- Tu no tienes la culpa de nada Kacchan. Eres mi familia ahora, ellos deben de entender que yo ya no soy un cachorro. He crecido y se cuidarme solo. - Beso los labios del alfa, degustándolo con amor y pasión, disfrutando el último día libre que tenía.

/Encantador de Omega/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora