/Encantador de Omega/2

8

Sus ojos se sentían pesados, no recordaba donde estaba ni que día era. No entendía porque exactamente estaba durmiendo si hace un momento estaba en su trabajó.

Abriendo lentamente sus ojos se encontró con una reconocida habitación, era una de la salas de maternidad.
Las segunda camilla a su lado derecha estaba bacía, si mal no lo recordaba él había estado cuándo le dieron el alta a las omegas internadas aquí. Tenia una intravenosa inyectada, se notaba que había estado horas inconsciente porqué lo último que recuerda es haber tomado unas galletas que Uraraka le regalo e ir a ver a las omegas embarazadas. La galletas no duraron mucho, entre las omegas embarazadas y las que recién habían dado a luz solo le dejaron disfrutar una. Era aproximadamente las una de la tarde cuando eso ocurrió, luego recuerda haber salido de las salas pero luego de eso nada mas Ya eran las cinco de la tarde, había dormido mucho.

- Vaya ya despertaste. - dijo el doctor Iida. Estaba en su habitual traje de pantalón de vestir y su guardapolvo blanco de medico. Su camisa rosa bien acomodado junto con su corbata, no se entendía como es posible que se mantenga elegante y profesional con todo el alboroto que ocurre en la sala de urgencia. - De seguro te encuentras aturdido, Izuku. - acercó una pequeña linterna a sus ojos donde reviso su dilatación. Todo parecía normal.

- ¿Que me ocurrió? - preguntó luego de sentarse.

- Te desmayaste saliendo de Maternidad, luego de eso Uraraka y Momo intentaron atenderte. - dijo observando la ficha en su mano.

- ¿Intentaron? - preguntó confundido.

- Cuando caíste en inconsciencia tu lado omega se sintió muy vulnerable, entonces tomó el control y atacó a quien quiera tocar tu cuerpo. - dijo para luego levantar su manga derecha hasta el codo. - Eres verdaderamente una fiera. - dijo en tono divertido.

En el brazo en cuestión había una profunda y severa mordida, por el tamaño podía asegurar que sus dientes habían crecido mucho más de lo habitual. Era extraño.

- Realmente lo siento. -

"Nadie que no sea mi alfa debe tocarme. "

Pero no llegues a ese extremo, idiota.

- No hay nada de que disculparse, tu no estabas consciente y tu omega se sentía amenazado. - dijo a Izuku con calma. Se acercó por el lado derecho de Izuku y se sentó en una silla junto a la camilla. - Pero luego de lograr darte un somnífero, se te realizó unos análisis para averiguar la razón de tu desmayó y asegurar que el reciente cambio con omega no te afecte. - dijo en un semblante serió. - Uraraka me dijo que estas emparejado con un alfa puro ¿Cierto? -

- Si, estoy en una relación desde hace tres años. - dijo al alfa que seguía con su mirada fija.

La situación era tensa, Izuku conocía ese semblante en Iida, era su aspecto y su forma de demostrar que algo no andaba bien. Era su rostro de no saber que hacer para ayudar, impotencia, enojo, un sin fin de emociones ante algo que no tienen solución.

- Los resultados de tus exámenes ya llegaron hace unas horas. - dijo aun mirando a Izuku. - Te has tomado el trabajó de investigar a los alfas puros y eso esta bien. Pero hay datos que no lo tomaste mucha importancia, el echo de sus parejas son mayormente alfas o betas. Y el echó de que tu novio te haya elegido como su destinado es único en su clase. Pero esto trae sus conflictos. - suspiro y se colocó de pie. - Izuku, tienes un embarazo de tres semanas. Y tu cuerpo no parece soportar los cambios abruptos de un cachorro puro. -

Le tendió el documento en el que claramente marcaba un positivo en su prueba de embarazó.

- No puede ser. - dijo el omega con voz temblorosa.

Su vida corría peligró claro que si, pero era el primogénito de un alfa puro, por mas que ellos intente interrumpir el embarazo omega lo mataría a él por dejar sin herencia a su alfa. Podía sentir a través de los años como su lazo con alfa crecía y se fortalecía más, como ese gran anhelo de formar una familia jamás se apago.

Pero llevaba un bebe de Katsuki, un hijo del amor de su vida, no podía deshacerse de él fácilmente. Era un cachorro nacido del producto del amor entre ambos, era su primera cría en la relación de ambos. Su omega le hacía transmitir los pequeños lazo del cachorro que comenzaba a formarse, demostrándole que ese ser en su interior aún seguía creciendo y que su omega no podía estar mas que complacido en cuidarlo.

- Piensa bien la decisión que vas a tomar. - dijo retirándose de la habitación.

Es nuestro cachorro.

Lo se pero, no creó que Katsuki este preparado para esto. Tu sabes lo mucho que evitó que esta cosa ocurriera.

Pero los azares del destino ya han movido sus hilos. Este bebé ya viene en camino.

Necesitó tiempo para pensarlo.

Realmente tenía una gran conflicto internó dentro de él, no quería ser una molestia para su alfa, tenía miedo a lo que fuera a ocurrir. Temía no ser lo adecuado para un bebe de un alfa puro.

Si lo abortas romperás el linaje de alfas puros en la familia Bakugou. Ya que solo el primogénito nace así.

Debo hablar con alfa.

Pues date prisa, el cachorro comenzará a adquirir tu energía y vitalidad dentro de una semana.
En pocas palabras, comenzarás a recibir cambios y consecuencia de lo que conlleva llevar un bebé puro.