/Encantador de Omega/2

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-Izuku, me alegra verte por aquí. - dijo la castaña. Ella y el anteriormente nombrado estaban entrando al hospital, nadie excepto el doctor Iida subían acerca de su estado, pero seria cuestión de tiempo para que todos se enteraran.

Al entrar al hospital Izuku fue recibido por un apretujado abrazo, era Momo. - Lamento lo que ocurrió ayer, no era mi intención molestarte y culparte de algo que tú no provocaste. - una conocida culpable camino en silencio a los cambiadores, borrándose de la escena del crimen. - Pero veo que estas bien, por un momento pensé que habías sido intoxicado con las galletas asique inmediatamente envié a realizarle analices a las omegas que visitaste. -

Izuku le sonrió. - Tranquila, ya estoy bien. Tuve una pequeña recaída porque no he estado durmiendo bien. - mintió. No era sencillo de admitir ante todos que tendría un bebe, sabia lo histéricas que se pondría ya que ella sabia todo acerque de este campo con los alfas puros. Luego de ponerse su común bata se fue a la oficina deTenya, donde le informaría su decisión. Al llegar sé lo encontró revisando unos documentos, ser el jefe de la sala de emergencias era un trabajo duro, él recibió la oferta pero la rechazo porque no se sentía preparado para ello.

Iida le sonrió y dejo los papeles aun lado, poniendo toda su atención en omega.-¿Ya has decidido? - le dijo al peliverde.

Izuku asintió a su pregunta. - Y bien ¿Que has decidido? -

Izuku respiró profundo, y con su mirada completamente decidida dijo. - Seguiré adelante con él bebé. - sonrió. - Necesito que me atiendan unos de tus mejores obstetra, quiero ver crecer a mi cachorro. No pienso abandonar a mi alfa en un camino tan complicado. - dijo con su mirada llena de valor, Iida sonrió complacido de ello. Él no pensaba perder a uno de sus mejores cirujano, ademas de ser un gran amigo. Ya tenia en mente con quien enviarlo.

...

- Ya te encuentras mejor. - le dijo la rubia al alfa que bebia un te caliente. - Tienes que hablar esto con tu omega. - acaricio sus desordenados cabellos.

Katsuko suspiro, no era tan fácil como lo imaginaba. Su omega sé lo ha ocultado por algo, tal vez haya decidido abortarlo, y no lo culpa. Su vida está en riesgo, ademas de ser muy joven aún para tener un cachorro ¿Que más podía hacer?- Espera, mamá tu conoces a alguien quien atiende estos casos. - miro a la alfa. - ¿Aún tienes contacto? -

-No, de hecho no se sabe que fue lo que paso con esa beta. - suspiro. - Lo unico que se es que ella estaba comprometida con un alfa puro tambien, pero este era mas toco de lo cumun mente conocido.

-Debo encontrar a esa beta. No perdere ni ami hijo, ni ami omega. -

...

En alguna parte de Japón.

- Quiero oír a mi madre. - dijo el chico alfa. Estaba harto de las escusas, no podría simplemente fingir que no sabia de la desaparición de su madre. No era estúpido, algo escondía a su espalda, algo le habla ocurrido a su madre. Pero nuevamente se volvieron a negar. - ¡Llevo dos años intentando comunicarme con ella! ¡¿Donde esta?! -